El misterioso mundo de Atlas

capítulo 3: Las Ranger de Valkyria

Las Ranger de Valkyria empezó cuando yo tenía cinco años, junto con Galle y Nagisan. Juntas mirábamos los Power Ranger, eligiendo los colores.
Ellas decidieron que yo debería ser la Ranger rojo, mientras que ellas eran, Ranger blanco y Galle la Ranger Purpura.

Años después, cada vez que teníamos misiones juntas, decía: Ranger, prepárense para invocar las espadas zord y luego recitamos nuestra frase a la vez.
"¡¡Por el poder del prisma que nace de mi corazón, te liberamos de tu atadura y exigimos que nos prestes tu fuerza!!
LIBERATEEE-
Esos eran tiempos muy valiosos, hasta que el gremio nos empezó a dar misiones por separadas.

La primera misión que tuve fue en el pueblo de los Alpes rocosos. Se decía que esas mismas rocas se convertían en golems y atacaban a los pobladores de IronTown, por esta razón, los gobernantes de está ciudad mandaron notificaciónes a varios gremios locales, hasta las afueras del país. Pero nunca obtuvieron respuesta, los gremios cercanos se centraban en cosas más grandes y que daran mucho mas dinero, hasta que el único que respondió fue un pequeño pueblo llamado Aspen, donde fui reclutada para dicha misión.

Cuando apenas llegue, me recibieron con los brazos abiertos, me dieron comida gratis y hospedamiento. Es verdad la suma que ofrecían por matar a los golems no era muy atractiva. Pero al menos lo compensan con estos lujos, pero como era mi primera misión no podía echarme atrás, decidí seguir adelante e ir a las montañas donde provenian estos monstruos.

Camino por un largo sendero que rodeaba las montañas, con cada paso que dabamos estabamos determinados a completar esta misión con gran facilidad, ya que la espada que se me otorgó fue forjada con las garras de un dragón.
Estuve sentada en medio del camino casi un día y no sucedió nada, hasta que todo comenzó a temblar. Una de las montañas se había abierto a la mitad, esto sucedía pero los de la ciudad no lo notaban, por el hecho que está montaña era pequeña y estaba oculta por las demás que eran más grandes y altas.

De ella salían los golems, caminando como un ejército hacia la ciudad de IronTown. Decidida, me interpuse en su camino. Todos frenaron de golpe, como si no se hubieran esperado esto.

-¡Malditos monstruos artificiales, conocerán el poder de la red Ranger!-
Les grité advirtiendo, mientras saco mi espada y me lanzó hacía ellos.

De la espada emana una gran energía y la expulsaba en forma de ondas, casi diría que era como ver la luna con su resplandor. Con cada movimiento cortaba la dureza de los cuerpos de los golems. Tenía que procurar cortar bien las cabezas del cuerpo, me tomó diez horas en matar al ejército completo.
Pero el mal no termina ahí, de donde salieron, puede que haya muchos más. Por lo que tuve que escalar las montañas para llegar a la base y la idea de escalar para después saltar a otra montaña no fue mi primera opción, pero quería terminar con todo esto lo mas rápido posible.

Puse en marcha el plan, las rocas eran algo filosas, por los que lastimaban mis manos. Pese al dolor continué y al llegar al límite de la montaña, salto hacia la otra resbalandome tuve que usar mi espada para detener la caída. Para agregar algo más a mi suerte, es que está montaña estaba abierta a la mitad y por dentro había escaleras con pasillos de hierro que rodeaban hasta lo más profundo del hundimiento lo que seria una computadora gigante.
Debajo de ella se encontraban cápsulas, donde imagino que salen los golems. Hasta ahí llegaban las escaleras. Aún estando agarrada con mi espada de lo que sería la montaña artificial, comencé a conjurar mi primer hechizo en una misión.

-"Por el poder del prisma que yace en mi corazón te pido que vuelvas tu energía en poderosas bolas de fuego para destruir a mi enemigo" ¡Meteoros estelares!-
Mi espada se había desintegrado y se había materializado en un libro con el pude citar dicho conjuro.

Los actos de mi ataque se hicieron notar y no medí la situación por lo que terminé cayendo con toda la destrucción ocasionada. Esa misma noche fui rescatada por los ciudadanos de IronTown, desperté en una cama con todas mis heridas ya tratadas.
Todos notaron que me encontraba bien por lo que tenían el pago de 26 monedas de oro y 3 zafiro. El zafiro es mucho más valioso que el oro, fue el motivo del primer presidente de nuestro país en ocultar un zafiro gigante que se encontraba dentro de un valle.

Los miré a todos fijamente y recordando lo amables que fueron conmigo, solamente tome 16 piezas de oro y me marché. El gobernante lloro de felicidad por no tomar todo el pago.

De regreso a casa, me pregunté qué estarán haciendo las otras Ranger...

De esa misión pasaron muchos años ya, hoy por fin las tres Ranger regresan, bueno cuatro se nos sumo una integrante nueva al equipo.

La poderosa Ranger plateada, llamada moon nombre de diosa lunar con una mirada fría y amorosa, sus ojos serían la representación de un volcán en erupción siendo rápidamente desvanecido por el hielo mas frío. Era nada más y nada menos que la pareja de mi mejor amiga, Nagisan. Ese día entendí del porqué rechazaba a los hombres.

Me alegraba mucho el estar con todas ellas, pero algo me inquietaba. Por experiencia propia siempre me daban misiones que otros no querían, no tomaban o no terminaban. ¿Que tendrá esta cueva del dragón? Es la pregunta que ha estado rondando mi cabeza.
A todo esto, nos estuvimos preparando para salir a la misión, solamente nos faltaba el comer y guardar algo de Iyashinoha que son hojas de curación, existen verdes, rojas y doradas. Primero nos dan para comer la roja, esa sirve para aumentar nuestro prisma, la verde cura todo tipo de heridas menos enfermedades y las doradas son solamente para los miembros de clase superior a los SS.

Digamos que Moon, mi madre y padre están en la clase S, mientras que Galle, Nagisan y yo somos clase Élite. Para pasar a S almenos tenemos que derrotar a un dragón o la mismísima dama de hielo. Me preguntó si está misión habrá un dragón o solo tiene nombre de algo tenebroso.

En eso Moon me mira y se acerca diciéndome.

-La cueva del dragón, no lleva su nombre de adorno,kira. Si hay un dragón, digamos que está misión es para ustedes, para subir de clase. Yo ayudaré, pero mi trabajo principal es observarlas en acción-
Me explico sin pestañear.

~waaaa~¿acaso lee la mente? Además sentí el frío de su mirada, ¿ que vio Nagisan en ella?, es aterradora, pero me cae bien almenos si no podemos con el dragón, tendríamos una poderosa guerrera.

Se supone que el dragón se encuentra en otra dimensión, el mismo reptil te hace pensar que estás en una cueva de nuestra tierras. Para llegar hasta él se necesita la Hon'yaku no hōseki, la llamamos (Honnoki) una gema de teletransportacion a lugares de países o dimensiones, solo se tiene que visualizar el lugar. Por lo que Moon fue nuestra guía hasta llegar a la cueva del dragón, comimos nuestras Iyashinoha y nos fuimos.

Al llegar, el lugar era completamente oscuro y muy estrecho. Nagisan creo una bola de luz para alumbrar el sitio, Galle expulsó ondas mágicas para saber si hay enemigos alrededor. Algo así como lo que hacen los murciélago para guiarse.

Descubrió a 15 metros de nosotros, exactamente adelante de nosotros habían seis monstruos. Andábamos con cuidado hasta toparnos con uno, entre las tres atacamos con todo.
Los monstruos era un Ankylosaurus, un reptil acorazado, con púas en la espalda y un martillo de piedra en la punta de la cola.

La piel de estos monstruos era resistente, nosotras tres tardamos siete horas para matar los seis Ankylosaurus. Aunque los cortabamos no parecía hacerles daño hasta dar golpes tres veces en los mismos lugares, por lo que se nos complicaba hacerlo.

Por suerte las tres salimos de ese escenario sin algún rasguño. Pasamos a la siguiente piso donde nos encontramos algo completamente diferente.