Capítulo 4

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"MI SECRETO, NUESTRO SECRETO"

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La vista de Changbin permanecía completamente nublada, no era capaz de observar donde se encontraba. El dolor se hizo tan insoportable que perdió la consciencia y el lobo tomo el control, a pesar de esto su agonía aun no terminaba, necesitaba encontralo, descubrir en que lugar del mundo podía ubicar a esa persona que estaba destinada a estar a su lado. Él solo quería amor, pero lo único que había obtenido era dolor.

Sentía culpa por hacerle esto a Felix, el omega solo quería ayudarlo, no obstante el se negaba a dañar a la primera persona que en silencio había aprendido a entenderlo. Deseaba con todas sus fuerzas que aquel chico que dormía en su cama fuera la persona que su lobo buscaba.

Tienes que darme el control.

No, debo encontrarlo.

Ya está con nosotros, no hay nadie a quién buscar.

Una guerra por el control se encontraba en su interior, quería volver a su forma humana pero el lobo dentro de él quería otra cosa. Cuando conocieron a Felix ambos se sintieron satisfechos y en armonía con el omega, pero ahora el lobo seguía insistiendo en que allí afuera se encontraba alguien destinado a ellos.

—Changbin—Detrás de unos árboles venia Felix acompañado de sus hombres y Jeongin. El chico solo traía puesto el delgado pijama con el que se había acostado hace unas horas, ni siquiera llevaba zapatos.

Como aún no amanecía era difícil visualizar la figura del lobo, Felix se acercó con cuidado cuando un rugido enorme se alzo a su alrededor. Frente a el un enorme lobo negro apareció en escena, su cabeza era del tamaño de un automóvil, su pelaje iba en tonos negros y grises, unos rasgados ojos rojos adornaban la imagen. Parecía sacado de un libro de terror, sus filosos dientes intimidaron al omega que a pesar de su entrenamiento, estaba seguro que sería presa fácil para una bestia así. Era demasiado grande, demasiado imponente, era Changbin el callado alfa que le había propuesto irse al primer segundo que piso esta casa. Ahora entendía el porque trataba de alejarlo.

El lobo comenzó a oler a las personas a su alrededor fijando sus ojos en él cuando este intentó acercarse demás. Felix se preguntó que tan suave sería su pelaje, si podría correr tan rápido como lo señalaban los libros, si sus ojos verían a través de la noche, quería tocarlo de manera desesperada y en este momento noto que no era él, su omega había salido al exterior en busca de aquel alfa que lloraba en silencio, buscando protegerlo y cuidarlo entre sus brazos. Porque aunque lo intentara, estaba en su naturaleza este instinto protector.

—Lo lamento alfa. Sé que no es a mí a quien buscas. Sé que duele la soledad, pero estoy aquí para ti y seguiré aquí hasta que decidas que no soy suficiente. Sé que el amor no entiende lógica ni razones, el instinto te dice que hay algo más allá afuera para ti, pero justo ahora yo estoy aquí dispuesto a todo por ti.

Aléjate de aquí, omega.

—Prometo acompañarte hasta que mis días se extingan, protegeré tu corazón y alma del dolor, puedo ser quién tu desees, y juro que si en algún momento esa persona destinada aparece, desapareceré de sus vidas, me atendré al destino, pero ahora que no hay nadie más devuélveme a Changbin.

Tenemos que encontrarlo, nos necesita.

Él es todo lo que necesito.

Felix es una parte.

El lobo triste se acercó a Felix buscado reconfortarse con ese familiar aroma que desprende el omega, se entristece de saber que ese chico frente a él es solo una pieza del rompecabezas que desea reconstruir, pero aún falta algo de lo que Changbin no es consciente. El lobo esta dolido y confundido, aún hay algo allá afuera que lo esta llamando, que debe proteger una parte de el que le fue arrebatado. Así que decide aceptar para tranquilizar a todos, pero no se rinde a su búsqueda.

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