"CONFLICTO O ATAQUE"
—No puedo más...—El cuerpo de Felix se encontraba arrinconado contra los azulejos de la ducha, los besos de Changbin y el vapor que rodeaba el cuarto de baño lo estaban mareando.
Se habían decidido a tomar una ducha para limpiar sus cuerpos y salir a desayunar por fin, pero Felix notó el enorme bulto en los bóxers del alfa lo que lo llevo a esta situación. Su futuro esposo lo tenía pegado a las frías baldosas mientras masturbaba a ambos con un vaivén delicioso.
Las piernas del omega comenzaron a temblar a medida que los movimientos de la mano del azabache se hicieron más rápidos y descontrolados. Sus manos buscaban la piel de Changbin en busca de algo a lo que sostenerse.
—Felix..—Gruño Changbin cuando el chico se dedico a morder su cuello y el lóbulo de su oreja. Se les había hecho tarde, lo sabían, sin embargo la necesidad que tenían el uno por el otro evolucionaba a cada segundo.
Los pies de Felix resbalaron en el piso, el azabache lo alzo con rapidez y lo afianzó con su brazo izquierdo mientras con el derecho daba las últimas estocadas a sus erecciones. El omega se corrió con fuerza acallando un glorioso gemido en los belfos de Changbin, este lo siguió a los segundos manchando el vientre del omega con su semilla.
—Mierda.. te hice daño—Declaró Felix con la respiración agitada, Changbin lo miro expectante con la boca entreabierta—Aquí, mordí muy fuerte—Aclaró tocando con cuidado las gotas de sangre que descansaban sobre los delgados labios del azabache.
El alfa uso el pulgar de su mano para retirar el rojo líquido de su boca, Felix trago saliva, no comprendía lo hermosamente provocador que se veía el alfa, su pecho subía y bajaba con rapidez, sus rizados cabellos goteaban agua que descendía en una cascada por su pecho y abdomen. Pero sus ojos eran tiernos y amorosos, demonios ¿Qué haría con todas las emociones que estaba sintiendo?
—No te preocupes, ¿yo te he hecho daño?—Felix negó lentamente mientras volvía a colocar los pies sobre el suelo—Ya es tarde, debemos salir antes de que piensen que nos han raptado.
—¿Crees que nos hayan oído?—Una sonrisa satisfecha surco el rostro de Changbin.
—Cuento con ello, amor—El omega negó divertido, debía ser más prudente la próxima vez. Porque estaba seguro que las habitaciones de Minho y Hwang estaban cerca de la de Changbin.
Debido a la hora el desayuno se convirtió en almuerzo, comieron sentados frente a frente, en un cómodo silencio. Felix evitó mencionar que el alfa se sonrojaba increíblemente cuando sus miradas se cruzaban por demasiado tiempo. El omega no lo había mencionado pero estaba seguro de que Changbin no tenía una vida sexual activa, no porque no fuera malo en ello, en definitiva no lo era, Felix podía jurarlo, sin embargo el azabache luego de sus encuentros se mostraba increíblemente tímido, como si los recuerdos se arremolinaran en su cabeza y por fin se diera cuenta de lo que había hecho.
Luego de su comida, el alfa debía retirarse en compañía de Minho para arreglar algunos asuntos antes de la reunión de esta noche donde se firmaría el nuevo contrato. Changbin se retiró con las mejillas encendidas en rojo cuando el guardaespaldas de este le había preguntado si se había lastimado o algo por el estilo cuando noto la herida en la comisura de su labio. Feliz río dismulamente dando un casto beso a sus labios y deseándole suerte.
Ahora este se encontrá en la terraza del hotel enfundado en grande capaz de ropa que lo mantenían alejado del frío a la espera del aliado. Soplo aire caliente a sus manos y respiro llenado sus pulmones de aire frío. El paisaje era realmente hermoso, le hubiera gustado visitar el país en condiciones diferentes, tal vez de vacaciones, estaba lejos de encontrarse en una situación así.
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Shammer
RandomFelix no entra dentro de los estándares impuestos para los omegas, él es fuerte, creativo y un asesino. Es un impostor al servicio de la mafia y esta a punto de adoptar el papel más importante de su vida, convertirse en el perfecto y dócil esposo d...