Capítulo 18

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"DENTRO DEL CAOS TAMBIÉN HAY CALMA"

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—¿Sigues molesto?

—Ya te lo dije, no estoy molesto—La voz de Felix se vió opacada por el sonido del agua de la ducha chocando contra los azulejos. Después de la escena en la habitación del alfa, Felix se regresó a la suya con Changbin detrás de él. No estaba molesto, estaba preocupado. El número de personas que estaban en contra del alfa crecía cada día.

—¿Entonces porque siento que me ignoras?—Corto la llave de agua y salió abriendo la puerta de cristal. El azabache se encontraba de brazos cruzados apoyado en el borde del lavabo.

—¿Te preocupa más el hecho de que te ignoré y no que casi te matan?—Los ojos del omega estaban brillosos. Las gotas que se mantenían en su suave cabello bajaban por su cuerpo, los ojos de Changbin lo examinaron de arriba a bajo.

—No voy a morir. No mientras tenga una razón para seguir aquí—Felix camino sin inmutarse en busca de una enorme toalla que coloco sobre sus hombros cubriendo su desnudez—Y tú eres razón más que suficiente para vencer a la muerte, bonito.

—Ja, solo dices eso para que ya no este molesto—El omega se acercó hasta estar enfrente de Changbin.

—Hace un segundo dijiste que no lo estabas—Una sonrisa burlona apareció en los hermosos labios de Changbin. Felix lo fulminó con la mirada—Eres precioso omega.

—Y tú un imprudente—Los dedos del omega tocaron con sigilo el cuello del alfa donde la piel comenzaba a regenerarse con rapidez—No importa lo que digan de mí, no necesitas protegerme de las opiniones del resto.

—Tú eres lo más importante para mí ahora, no voy a dejar que nadie si quiera pueda pensar mal de ti—La boca de Changbin alcanzo la de Felix, con un compás suave empezó a saborear y recorrer la cavidad ajena.

—Agresivo..—Susurró el omega sobre los ya rojos labios del azabache.

—Solo cuando debo—El cuerpo de Felix fue acorralado contra el mueble del baño, en un instante el delicado beso del alfa se convirtió en uno descontrolado.
El omega se aferraba a los hombros del del azabache en un intento de seguir de pie. Felix ahora tenía consciencia de porque el alfa tenía ese efecto en él, tan abrumador. Volvió a los brazos de su pareja destinada, podría seguir llorando de la felicidad.

La ropa manchada se sangre de Changbin termino en algún lugar mientras Felix se deshacía de la toalla. Las manos de ambos se movían en un intento de sentir el cuerpo contrario, de acoplarse de tal manera que ya no pudieran alejarse nuevamente. Felix comenzó a dejar un camino de besos por todo el cuello del alfa teniendo especial cuidado con la zona lastimada. Soltó un gemido bajo cuando los dedos del hombre tantearon su entrada ya lubricada. Estaba demasiado sensible a causa del celo.

—Binnie...—La cabeza del omega reposo sobre el pecho desnudo del alfa.

—Puedes decir que no, amor—Changbin dejo un par de besos sobre su frente y alejo sus manos del chico. Felix negó lentamente.

—Fóllame, alfa—Un gruñido desde lo profundo de la garganta del alfa rebotó en la habitación. Changbin perdía la cabeza cuando Felix lo aceptaba de esa manera.

Con esas palabras volteó el cuerpo del chico sobre el lavabo de manera que tenía una excelente vista de su entrada. Su boca comenzó a salivar mientras olía las feromonas del omega por todo el lugar. Jamás tendría suficiente de su bonito omega.

Introdujo un dedo al principio, luego fueron dos y tres, de manera que la espalda de Felix se arqueaba deliciosamente y su boca dejaba escapar unos preciosos gemidos que hacían doler su pene. Abrió uno de los cajones del mueble con rapidez, tomo un condón y con maestría lo coloco sobre toda su longitud. Dio unos últimos besos sobre la columna del omega y logro dar la primera estocada.

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