Al dormir Mel se siente extraña pues ya llego el mes donde recuerda el cumpleaños de su padre, sí todos los meses de Noviembre son algo tristes para ella pero a la vez felices porque si bien ya no puede celebrarlo junto a él puede saber que el está feliz de que ella siga viviendo, siga soñando y siga siendo fuerte.
Mientras estaba hechada en su cama mirando a través de su gran ventana el cielo qué demuestra las estrellas puede saber que su vida retomará sentido. Hay alguien que la cuida y que estará siempre con ella.
Mientras sus pensamientos salían a flote en esa noche que era memorable una llamada de su celular resonó dentro de uno de los bolsillos de sus pantalones.
—Ya se porque me llamas, y la respuesta es no. —es lo que salió con voz tan decidida por parte de Mel.
—Bueno pero no te pasaras en serrada en tu habitación, por miedo a lo queue pueda pasar con ya sabes quien. Además el fue el que se te declaró y no tú. —espetó su amiga de vida—aunque se que muy en el fondo serías tú la que soltaría tremendo secreto primero. —las risas de las chicas resobaron en la llamada.
—espera Mel, se que es precipitado pero no deberías esconderte, tu debes tomar la decisión y creo que si bien no está bien meterse en una relación pero recuerda que la de el es arreglada.
—lo sé. Pero así sea por contrato o otra cosa por el estilo están en una relación y no pretendo meterme en medio de una. No me gustaría que alguien se metira en una relación mía... Bueno, si llegará a tenerla en un futuro. Pero, bien eso no es el asunto ahora.
— Mañana iré a tu casa y te sacare de esa habitación, solo da los examenes para poder terminar la escuela y poder graduarnos. Y si sientes que tus sentimientos te traicionara para eso... —en la llamada de las chica de unió la voz del joven que cuidaba de ambas, aúnque últimamente cuidaba más a Mía porque ya hace tiempo que estaban saliendo. —estamos nosotros aquí para ti, te ayudaremos a que no te topes con él, no es digno de mi confianza así que será pan comida poder decirle que no quieres verlo, estas ocupada tienes una cita o viajaste jaja déjalo a nosotros, pero debes de acabar de una buena vez la escuela y es una orden. Bueno una orden de amigo querida Mel.—chicos gracias. Mañana iré para terminar mis deberes pero tienen razón debo ser valiente y enfrentar la realidad así que la que hablara con Agustín seré yo. Cuídense y gracias por todo. —una vez dada la conversación de los tres amigos cada uno se despido, pues sería una semana agitada por los exámenes aunque como eran estudiosos no se quejaban sino que lo disfrutaban aún un poco menos el de cabellera negra porque su fuerte, ja su fuerte era la música.
Al día siguiente en la escuela Mel y Mía dieron los exámenes de filosofía y ciencia juntas por lo que saliendo de la aula D23 Agustín que la había visto en la mañana por fin volver a la escuela le dio el alcance muy esperanzado a que ella quiera hablar.
—Por favor tienes un momento —la voz de él salió pero muy profundo algo agitado el pecho por que había corrido para llegar a las chicas y en cuanto a Mel qué agarraba sus libros y voltiaba se pudo sentir los brillos de sus ojos que eran algo tristes a la vez
—Mía déjanos solos por favor.
—pero... —Mía vio que Mel le asentía para que confíe en ella y pueda dejarla con Agustín por lo que Mel no reprochó más y fue hacia su novio amigo para ver como le fue con Trigonométria.—sentemosnos, mira hacia haya una banca—expreso Agustín señalando las queue estaban al frente del estadio de gras.
—claro. Vayamos. —Mel sentada le recordó el porqué estaban sentados ahí en frente de un grupo qué seguía practicando para el desfile de fin de año de la escuela. —¿qué me quieres decir?.
—intuyo el porqué no has contestado mis llamadas.—sr aclaro la garganta y prosiguio algo nerviosos por lo que su voz salió parecido al trabalenguas qué practicaba cuando era pequeño—Se que dijiste que tu me llamarías, pero no resistí.
—Agustín... —hablo Mel para hacer el saber que se le veía enérgico y todo lo decía muy rápido
—perdón, me emocione—volvió aclararse la garganta—no quieres saber mas de mi porque estoy comprometido y se que tu eres buena. No dejarías que nadie sufra, aunque sea Lorena.
Yo termine ayer con ella entre ambos sus padres y mis tíos no lo saben, pero ella aun me ha hecho prometerle qué ante los ojos de lso demás somos la pareja más feliz que existe. Dice que no quiere manchar su reputación y su maldita fama. Perdón de su fama de la escuela.—agarro las manos de Mel—no intento que te enamores de mí y mucho menos por que sé que es difícil confiar en mi pero me has gustado desde siempre y si solo mis padres no hubieran muerto yo... —se voy volvió en él—yo siempre te elegiría a ti. Solo tú. Pronto nos graduaremos y me iré a Stanford. —Mel trato de interrumpir—Agus...
—no digas nada Mel, dejame terminar por favor— beso los nudillos de sus manos para darle tranquilidad a la chica.
—yo se que pretender viajar y estudiar ahí también por eso yo he postulado y me han dado una beca pora el fútbol pero a la vez estudiaré periodismo. Sonará algo a atrevido de mi parte pero deseo sinceramente que vayas conmigo y tengamos una relación en un futuro creando recuerdos en Stanford tu y yo. Me alegaré de mis tíos y dejaré que se queden con la empresa de mi padre porque no podría vivir sin ti y que me aten aquí casando e para que ellos tengan el poder luego de matarme. Dime que sí.
—un futuro... —agachó un poco su caveza— Suena bien. —la sonrisa cálida de sus labios volvieron loco al chico que sintió un alivio en el corazón. —debo confesarte qué no sabía que irías a la misma universidad. Y se que estrañaras esta ciudad y el recuerdo de la casa de tus padres... Si es tu decisión mudarte a Stanford y no solo lo haces porque iré haya creo que podría aceptarlo. —pues... también siento algo por ti. Es cariño creo o tal vez mi mente tan inconconciente sabe que en el fondo eres al único niño que me ha parecido sorprenderte. No lo se...—lo miro por segundos y bajo su rostro, pues no le era fácil hablar abiertamente sus sentimientos—al ir creciendo y verte solo ha existido admiración en mi corazón al verte destacar, ser buena persona y que no te guste las injusticias. Creo que me atrajo tu espíritu de justicia desde siempre y no pude darme cuenta por mis recuerdos vagos.
— entonces en un futuro tu y yo estaremos eternamente juntos. Lo prometes? —la pregunta resonó en la cabeza de Mel y los ojos del chico brillaban al verla porque para el era perfecta.
—lo prometo—sonrió Mel —en un futuro.
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No hay OPCIÓN (Romance Juvenil)
Teen FictionLos libros son el pasatiempo perfecto para Melania Harding , sin embargo con la ayuda de sus dos grandes amigos tendrá que hacer un cambio en su vida y comenzar a vivir su último año de preparatoria, ( ella esconde un secreto) y tiene que ver muchos...