|quince|

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Cuando estuvimos fuera del elevador y ese momento tan incomodo, salimos hacia la inauguración.

-Fue un gusto verte, has venido sola o con amigos? Podemos ir juntos mientras tanto si deseas así platicamos un rato más. -Su pregunta fue directo a mi pecho, me hacia pensar que quería hablar conmigo y seguir caminando mientras disfrutábamos de la inauguración en honor al nuevo equipo.

 Aunque su mirada era profunda no descifraba bien si lo que me decía era por cortesía o porque en realidad le interesaba. A pesar de ello, sabia que Mia y Alex me esperaban y el  articulo de esta inauguración no se podía escribir solo.

 -Vengo con amigos solo que ya habían subido hace un momento. - Es lo que logro decirle, a muy pesar mío. 

-Otro momento será, te parece? -Su mirada muy sincera me decía que era verdad. 

-Hola Corazón!- Una voz agudita vino por detrás de la voz tan gentil que tenia Agustín. Me imaginaba de quien se trataba. Era evidente su asistencia. -¿No molesto verdad? -sus dientes perfectos me dice que debo irme que salgo sobrando entre ellos dos.

Agustín voltea para ver a su despampanante novia, que lleva un esplendido vestido dorado y el cabello recogido. Ella se le acerca de la misma forma que no hay distancia entre sus miradas y menos entre sus labios. El muy vivaz parece que sus labios desean escapar pero es atrapado por los de ella. Mi corazón comienza a sentir algo muy extraño. Esas subidas de hormigueo que va desde el pecho hacia los pies y regresan hasta llegar a quemar en la garganta. Y se siente que quema y desea salir algo que no se descifra bien de lo que se trata.

Solo trato de dominarme y ejercer fuerza para que mis pies den los pasos necesarios para darme la vuelta y salir hacia dirección de mis amigos dentro de la fiesta de inauguración. Pero mi voz quiere decir algo y lo digo, de la manera que uno tiene para ser firme y digna. -Hasta luego, disfruten del tiempo. 

-Espera, debo decirte algo... -Sabia que esa voz era de Agustín, pero mis pies se dirigían lejos de el y eso era lo mejor.  

-Lo siento, decías algo, estábamos ocupados besándonos. - es lo que su novia suelta .

  Yo solo atino a despedirme moviendo una mano por los aires, sin mirarlos. Al voltear me podría hacer más daño y eso era ya suficiente con mis problemas que debo de lidiar.


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Disculpen por el gran tiempo de estar fuera sin escribir. No les puedo prometer ser constante pero si poner de mi parte para que sigan leyendo más de esta interesante historia. Se les quiere. No olviden hidratarse sobre todo en este verano! ♥


No hay OPCIÓN (Romance Juvenil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora