Dieciocho- No Son Copas De Colores

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Sabía que había cometido un error al haberle contado lo de los sueños que tenía con Agustín.
Pero, al parecer Feder no se inmutó a preguntarme más, solo se limitó a escucharme hasta que llegue al final de mis historias algo subrealistas pero decentes.

-Yo no te conozco muy bien pero creo que como Agustín te mira es obvio que algo sabe de ti que tu no. - Feder se levantó del lugar al escuchar el timbre de su celular, se levante y me hizo una seña con su dedo índice para que esperara a que termine de contestar.

-Lo siento Melania pero creo que debo salir, ya di el discurso y no tengo nada más que hacer aquí. Aunque nuestra charla, siendo corta a sido muy amena. Al menos espero que el escucharte haya servido para que te desahogues. Aunque tal vez no fui de mucha ayuda.

-No te preocupes, yo... -un poco roja por haber soltado toda la información de mis sueños- yo creo que haz sido de gran ayuda para mi. Gracias por escucharme. -Aunque tenía mis dudas a que se refería sobre que Agustín sabía algo que yo no y a que venía esa respuesta final a los sueños que tengo cada noche.

-Hasta el lunes, Feder -atiné a decir, dándole us sonrisa y guardando mis preguntas para mi sobre lo último que habíamos conversado antes que de recibirá la llamada. -él solo levanto si mano y se retiro del lugar, pudiendo ver como su espalda se disipaba entre la multidud de personas que habían asistido el día de hoy.

Un poco abrumada por las bebidas de colores que había tomado un rato, siento como la temperatura de mi cuerpo sube y mis ojos comenzan nublarse y para no ser lo mínimo mi firmeza en las rodillas no se hace presente por lo que el equilibro me falla.

Salgo del lugar donde estaba con Feder hace un momento de acabarme las bebidas qué habían en la mesa, más por la sed qué por otra cosa pero no había sido lo más acertado de mi parte, aunque era algo tarde para darse cuenta porque logró chocar con un chico que vestía de smokin rojo vino y era muchísimos más alto que yo.
-¿te encuentras bien? -su voz sonó seductora pero parecía de no fiar. -puedo llevarte a un lugar más tranquilo para que descanses-lo último que dijo me indicaba qué no tenía intenciones agradables y yo no caería en ese juego aunque este un poco desorientada por las bebidas qué había tomado.
-No, gracias. Estoy bien edo gritarme sólita a un lugar tranquilo además en este momento estoy buscando a alguien. -fui apresurando mis pasos como podía y lo más dime posible.
-había sujetado de mi brazo y ya se encontraba a mi lado ese chico-Quien podría ser mejor que yo. Vamos linda, yo te cuidaré y eso se hacerlo muy bien no te lo imaginas.
-Te dije que no. No deseo que me acompañes, gracias. -tenía miedo de ser descortés y que se pudiera violento pero cuando más su incidencia más era mi amargura para que se retire de mi paso y me dejara ir.
-Te dijo que no la molestes. -esa voz era música para mis oídos. El no tardó en llegar hacia nosotros y me atrajo hacia él.
-No sabia que venía acomodada de ti Agustín, perdona hermano. -el chico lo dijo como avergonzada pero a la vez con algo de cólera porque le habían malogrado la noche. Luego de ese diálogo se fue y nos dejó solos.

Sacándose el saco qué llevaba puesto me lo puso entre los hombros-¿Estas bien?, ¿donde están tus amigos?-me miró a los ojos para comprobar no se que en mis ojos, tal vez de que si verdaderamente estaba borracha y podía reconocerlo o porque tal tenía el rimel corrido, yo solo espero que no haya sido la última opción.
-Gracias por el saco.
Ello... tuvieron que salir, el Sr. Varela le pidió a Mia el informe de hoy y mi amigo tuvo que acompañarla. Yo tena qué tomar fotos porque aún faltaban algunas cuantas fotos para ser publicadas, por ello me quede, ellos no tardarán en venir de todos modos -le agradecí por preocuparse.

-ya veo, ¿tienes el número de alguno de ellos?
-sí, aquí esta. -señale mi móvil
Prestamelo un rato atinó a decirme, y con ello precedió a buscar el número de alguno de ellos.
-Hola, soy Agustín. Estoy con ella. Sí, es algo tarde y creo que ya tomo las fotos. Me la llevaré a su casa, esta bien se lo diré.

Había echado bien, el me llevará a casa a mi? Y porque ellos aceptaron?

No hay OPCIÓN (Romance Juvenil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora