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Pesadilla, de las feas pero casi reveladoras

-Hola, me recuerdas?

Mis ojos no distinguía el reflejo de luz hacia la persona que me hablaba.

fue acercándose, lo sé porque pude sentir su presencia. Mire esos ojos verdes tan profundos pero su sonrisa era lo que me generaba miedo.

-No, aun no me recuerdas!, pues deberías, sabes.

-¿Quien eres?, suéltame

-Ok, en su momento lo sabrás. 

De pronto estuve en otro lugar, parecía un hospital, todo blanco y frío como los hospitales de aquí.

-Estará bien?

-Dígame por favor, doctor.

-¡Le exijo que me lo diga!

-Lo siento señora, pero ella está en coma, la impresión la a dejado así, es muy lamentable pero solo tendrá que ser muy fuerte.

 -Lo lamento.

-No puede ser, no puedo perder a mi niña,  todo se descontrola, mi esposo ya no está  y ahora mi linda niña esta en coma.

- Doctor, cómo me puede decir que sea fuerte, acaso usted se imagina lo duro que es para mi, y para ella.

-Lo siento señora...

-doctor, lo siento, lo necesitan en cirugía. Sala 3B16, es urgente. 

Esas voces, una de mi madre y las otras dos, no distinguía de quien eran, era de un doctor y una enfermera, de seguro. 

y... acaso hablaban de mi. De mi padre, mi padre... - Sus ojos se le empiezan aguar, lágrimas empiezan a bajar por sus mejillas. -No puede ser, eso es mentira.

- jajaja, eres una llorona.

- no....

-Mel, levántate cielo, que tienes

-Mamá, yo... yo... yo... ¿estuve enferma acaso?

-Solo ha sido una pesadilla, calmate.

-pesadilla!, mamá era real. -lo parecía-

-Mel, debes calmarte. Ponerte así te hará daño.-Agarro mis manos que aún seguían húmedas iguales a mis ojos y mis mejillas que rodaban gotas de tristeza y miedo.

-Mamá tengo miedo, no puede ser que no recuerde nada de mi infancia.

-Pero a papá, lo recuerdas verdad. -Esta bien todo, no hace falta que recuerdes otra cosa.

-Enserio mamá, es importante que sepa de mi. Encima esos ojos... -Lo dije, le mencioné a mamá sobre lo que no quería que supiera.

- ¿Cuales ojos?, no te entiendo.

-¡¿Ojos?!, cuales, me refería que mis ojos eh... mis ojos estan cansados. Sí, eso. Encima mis ojos ojos  ya están cansados. wohh... -bostezo-.

-Ok, recuerda que no debes pensar mucho, no te estreses, de acuerdo, ¡prometelo!

-Sí, solo que es raro que sueñe y piense recién en eso, ya tengo 17 y no sabía que había algo malo en mí.

-No hay nada malo en ti, ya duerme.

Llega amanda.

-Traigo un poco de manzanilla, nos aliviara y nos ayudará a descansar como un bebé. -Amanda pone la bandeja que había traído consigo y me alcanza una taza caliente.

-Gracias Amanda, que hariamos sin ti. -Mi mamá recibe la taza que Amanda le dá, de muy buena manera.

-Descansemos, mañana ya conversaran mejor.

-Sí, Mel cariño duerme y olvídate de darle mucha vuelta al asunto. 

-Poco a poco, cariño.

-Buenas noches mamá. Buenas noches Amanda.

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-Es mejor que no sepa nada.

-Señora, Mel es una chica muy inteligente y lo sabrá.

-Si Amanda, yo lo se, pero solo ha pasado poco tiempo. Tengo miedo que la lastimen si se enterasen que ella ya recuperó la memoria.

-Cierto, pero señora recuerde que Mel aun era pequeña para recordarlo y de pérdida de memoria todo el pueblo en esa tiempo pensaron que fue la tristeza que la puso así y no se a vuelto hablar del tema.

-Esta bien, esperemos continuar así, esperemos que Mel si llegara recordar al menos seamos nosotras las primeras en enterarnos.

-Sí. esperemos señora.

-Es mejor que descansemos. Amanda agarró la taza de la señora y lo colocó en la fuente junto a las otras tazas, para llevarlo.

-Tienes mucha razón Amanda, gracias por tu ayuda. Tu siempre, apoyandonos a nosotras y desde la pérdida de mi esposo más aún.









No hay OPCIÓN (Romance Juvenil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora