|doce| Dudando de la ayuda

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Al entrar al auto solo les cuento lo sucedido pero no menciono mucho la despedida al frente de Alex. Les menciono que Agustín vivía al parecer solo y como es que a los chicos del parque les dijo que yo era su novia para ayudarme agregando de como es que corrí tan rápido. Mía toda emocionada ya se hacia ilusiones que dentro del departamento había pasado algo más. Por su parte Alex nos escuchaba atento y me dijo que no pensará mucho sobre lo sucedido con los idiotas del parque. Que darle vueltas al asunto era lo peor que haríamos, nos estresaríamos y frustraríamos al no saber que hacer. 

Mía le pidió a Alex configurar el GPS del celular para dirigirnos al club que en un principio iríamos. Y aunque es nuestro amigo, decidimos no contarle todo acerca de la despedida muy rara que tuve con Agustín.

 —Ay Mel, el dijo que serías su novia y que fuiste su mejor amiga en la infancia. El al fin lo reconoció, pero no le mencionaste nada de la carta y el tampoco me supongo.  —Mi amiga saco de su bolso una libreta y empezó a esquematizar.— y si es un plan para que el se acerque a ti. Digo, bueno talvez le pidió al primo que le ayudará para que sea el héroe en frente tuyo. 

 —Creo que no Mía, te estas equivocando al parecer. Alex y su primo parece que se odiaran, más su primo, aunque no lo entiendo. A pesar de que ambos tienen similares rasgos se nota que en el de su primo existe odio y resentimiento en sus ojos, mientras que en Agustín siento que hay cierta tristeza de por medio aun mantiene cálida la sonrisa. Además uno de los chicos más populares que planee todo ello para acercarse a mi es muy raro.

 —Raro? segura que es raro, eso no parecía en tu despedida con el. Muy enamorado se le veía para que solo te considere una amiga de infancia y menos si nunca te hablo durante todos estos años. Aparte que llevarte donde vive. Siento que es un plan.

 —Pero Mia, entiende el tiene novia.

 —Hablas de la odiosa de la porrista, ella esta con el por la popularidad que le da la relación. Ya sabes, ambos son populares y estar juntos les da el plus para ser la pareja más popular.  —Mia se acerca a mi oído— Dicen que ella lo engaña con un universitario de Kansas y que le llama primo solo para no levantar sospechas. Aunque le jure amor eterno a Agustín, ella solo lo usa, al menos eso es lo que se dice en el club del periódico. En fin son habladurías, que como periodista intachable que soy no puedo afirmar pero si te lo digo para que lo tengas en cuenta que tarde o temprano esa relación terminará.

 —Aunque aun siguen juntos y yo no logro recordar nada son evidencias fuertes para no confiar en nadie, ni su amistad y menos si intenta que sea su novia que es poco probable pues no soy su estándar de chica.

 —Que dices mujer, estándar, ja. Te recuerdo que con la única que chica que el ha estado es con la odiosa de la porrista. Así que el no tiene ningún estándar.

 —Bueno en fin no pensemos más en darle vuelta a ese asunto y regresemos a casa.

Mel ya debemos de ir, se que no te pasará nada aquí dentro.  —Mía aun seguía insistiendo en ir al club donde sus padres eran miembros.— Hoy habrá una mega fiesta dentro y te aseguro que será estupendo. Además Alex ya configuro el GPS para irnos.

 —Yo deje encargado a mi hermano con la señora Eloísa y mis padres llegaran la próxima semana al igual que los padres de Mía. Yo prometo cuidarte, bueno las cuidaré a ambas. Aunque Mía es la mejor cuidándose, de igual forma prometo estar todo el tiempo posible con las más bellas del club.

Yo me reí, porque sabia que era bonita, bueno era una chica si ninguna deficiencia intelectual, ni tan alta ni baja, cabello un tanto lacio pero por momentos esponjoso, aunque muy buena amiga, pero Alex al decir bella lo decía por mi amiga, ya que no paraba de brillarle los ojos al mirarla. 

Intuyo que estos han estado pasando mayor tiempo , desde lo sucedido con Alex y la chica del club de música, se merecen pasar mejores momentos. Además ya es suficiente con los problemas que eh venido trayendo juntos a los recuerdos vagos de mi niñez. Aunque duele, no logro recordar nada. Y es eso justo lo que más temo, no poder recordar absolutamente nada. Como ellos siempre están para mi, yo deseo que ellos puedan estar juntos se le nota a Alex que empieza a sentir un sentimiento por la loca de nuestra amiga.

 —Bien iremos aun, pero regresaremos temprano y no nos quedaremos más días, ya saben que no me gusta estar fuera de casa tanto tiempo.

 —Uy si, pero si te gusta pasar tiempo con Agustín.  —Mi amiga me incrimina, moviendo sus pestañas.

 —A caso tienes los ojos secos Mía, si deseas te doy unas gotas para los ojos. Le digo riéndome, sabiendo que es una broma ella me abraza y le da señal a nuestro único amigo para que comience a manejar directo al club.

 —Directo al Club chicas, agárrense bien que no quiero a ninguna de ustedes heridas. Ni mucho menos sufriendo por amor.  —Su risa contagio todo el auto, y por el espejo nos miro a ambas sabiendo que el nos había escuchado, pero no del todo. Nadie sufría de amor.

 —Sigue manejando Alex, que el que sufrirá de amor será otro.  —Confiesa Mía, abriendo un paquetito de snickers para comérselo.

Durante el viaje solo miro el recorrido y los demás autos que transcurren de un carril a otro. Veo a familias felices que caminan tranquilos y chicos que juegan y comen helados. Otros jóvenes de nuestra edad, que es muy probable, están agarrados de la mano. Veo a un chico que no deja de mirar a su novia cuando habla y a un señor que vende algodón de azúcar.

Demoramos al rededor de media hora o 40 minutos, pero todo el recorrido me ayudo a pensar.

Demoramos al rededor de media hora o 40 minutos, pero todo el recorrido me ayudo a pensar

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No hay OPCIÓN (Romance Juvenil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora