No hay OPCIÓN (Romance Juvenil)

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                                                                                     ASI LOS CONOCI 

Desde que tenía memoria mi vida entera a estado ligada de libros.
Dentro de mi casa tengo un salón inmenso que es nuestra biblioteca personal, esta a ido de generación en generación y posee un sin fin de libros de todos los tipos y géneros, desde filosofía hasta novelas juveniles, desde el principito hasta obras reconocidas de galardonados escritores y escritoras en donde dejaban plasmado en tinta y papel sus argumentos y relatos de épocas sobre el romanticismo, la revolución, guerras, arte, cultura y un sin fin de listas de mucho interés para cualquier amante de la lectura.

Yo soy Melania Harding , pero la mayoría me conoce como Mel, bueno sólo mi madre y mis amigos y los libros por que ellos también forman una parte importante en mi vida.
El primer libro que leí fue el del Principito de Antoine de Saint-Exupéry y ese me marcó mucho, tanto con un sentimiento agradable pero a la vez amarga.
Lo recuerdo como si hubiese sido ayer
Mi padre fue quien me leyó las primeras 2 páginas de la historia y luego salió deprisa de mi recámara disculpándose.
Mi madre ese noche me había dicho que él tenía una reunión de trabajo y estaba muy apurado.
Esa noche lo estuve esperando, pero mi padre no volvió y a cambio de ello recibimos una llamada de la policía de la ciudad.
Mi padre murió cuando tenía tan sólo 7 años, mi madre estaba devastada ella estuvo deprimida y con medicamentos casi 3 años, sin embargo siempre estuvo al pendiente de mi al igual que Nonna (mi niñera y quien se encargaba de los asuntos y cuidados de la casa) A ella la quiero mucho y la recuerdo al igual que mi padre pero hace 2 años ella también se nos fue...

No como en el caso de mi padre, ella se fue a su país por asuntos familiares.

Siempre nos llama pero nos dejó a su amiga Amanda. Tiene casi la misma edad que ella, Amanda es muy buena, al igual que los platillos deliciosos que hace.— Le he agarrado mucho aprecio.
Ella se ocupa de casi toda la casa, por que la casa es inmensa para las tres.
Y el polvo a veces llena ese espacio vacío que hay dentro en algunos salones.
Mi madre sólo se ocupa de su oficina y sus negocios y a veces suele usar la azotea y otra parte de la casa, aunque yo se que prefiere estar en el huerto, le gusta la botánica, ella es bióloga. Pero como Papá falleció mamá tuvo que encargarse de sus asuntos y negocios, dejando un poco de lado lo que más ama la naturaleza.
Mientras que yo me la pasó casi todo el tiempo en la biblioteca, o en el jardín de atrás. Siempre me a gustado estar sola, con mis libros, con mis pensamientos.
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Es lo que más amo —Mi madre e inclusive mis amigos me dicen que debo aprender a vivir con los demás, sin embargo no le veo el caso, me cuesta hablar no se me ocurre nada y si habló de libros, zas se esfuman. Es por ello que prefiero estar aquí en mi lugar, en donde puedo ser yo, en donde me siento llena y en paz con los libros además cuando ellos me sacan a relucir que debo socializar con los demás,

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Una amistad verdadera es la que esta ahí, a veces sin hablar pero están presentes escuchando, sintiendo tus fracasos, derrotas, alegrías siempre están ahí para darte una mano a veces sólo una oreja para escuchar o un abrazo para consolar.
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No necesito más, sólo verdaderas amistades, sólo a ellos y mis libros son el complemento perfecto. Ellos se saben esta frase, y la verdad hasta inclusive ellos lo terminan antes de que pueda terminar de decirlo.

Alex y Mía me conocen bien, a decir verdad llevamos tanto tiempo de conocernos, desde el jardín de niños, dos años antes que mi padre muriera.
El primer día de clases me senté al lado de Alex, era mucho más tímido que yo en ese entonces, por mi parte traté de hacer lo más agradable posible y le lance una sonrisa.
Adelante de nosotros había una niña que se dio vuelta a mirarnos, llevaba su cabello suelto y con ondas doradas y tenía una mochila rosa muy bonita.
No podía ser tenía una cartuchera de las «súper poderosas»
Al momento nos dirigió un saludo y me dijo —Es enserio, tienes esa cartuchera, esta super, yo tengo una igual mira. —señalando la cartuchera que ella tenía y yo ya lo estaba mirando desde que había volteado.
— Cómo te llamas? —le dije.
—Mía, nos acabamos de mudar y recién hoy es mi primer día en este lugar y en esta escuela.
Alex dirijo su mirada a la puerta y vimos a la profesora entrar...
—Ahí viene, es mejor que ya no hablen mucho, soy Alex.—Su voz salía un poco tímida pero se le pudo entender claramente.

—Hoy es un nuevo día, una nueva etapa, espero hagamos buenos amigos [...].  Eso fue lo que la señora Rebeca había dicho al entrar, con una amplia sonrisa como la mayoría de las profesoras de jardín de niños, llena de emoción y éxtasis.

Inmediatamente vi a Alex y Mía y no tenía duda que ellos serían mis mejores amigos, con ellos empezaría esta etapa.
Si está etapa que me permitió conocer a mis amigos y que  ya llevamos más de 10 años de amistad. Pero esta historia de mi último año de escuela recién les contaré, la cual es muy descabellada y por donde lo mire no se como tuve las agallas de empezar algo nuevo y enfrentarme a mis temores.

Claro sin ayuda de ellos nada se hubiera empezado.

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