Jaemin era el alfa perfecto.
Jeno era el alfa que pondría su mundo de cabeza.
•Fanfic Nomin
•Omegaverse Alfa x Alfa
•Historia original
•Capítulos cortos
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El fuerte estruendo proveniente de la planta inferior lo sacó de su rutina de ejercicios, a pesar de estar usando auriculares y tener la música bastante alta distinguió las vibraciones de gritos.
Dejó las pesas en el suelo y se quitó los auriculares para salir a investigar. No le sorprendió que las voces fueran de su padre y su hermana.
En las escaleras se detuvo abrutamente, feromonas de alfa furioso.
Estaban en todos lados, claramente era la señal de que una riña seria se estaba llevando a cabo y eso lo hizo bajar los escalones de dos en dos.
-¡Siempre supe que serías una inútil!
-¡Lamento no poder abrir las piernas para los alfas que tienen tú puta edad, soy una alfa, no una maldita incubadora!
Oh.
Así que su padre lo había descubierto.
Jaemin sabía que su hermana llegaba apestando a omega, durante los días en que su padre estaba de viaje.
-¡Sigues siendo una mujer! lo único que debes hacer es ser obediente a tu alfa.
Al llegar a la sala encontró a los dos alfas en posiciones ofensivas.
Su hermana tenía los ojos inyectados de un rojo y notó un labial muy rosa para ser de ella en su boca.
-No tengo un alfa. Aceptalo de una vez.
Su padre bufó y sonrió con altanería. Jaemin sintió a su propio alfa ponerse en guardia debido a las fuertes feromonas de pelea que inundaba la habitación.
-¿Eres tan estúpida para creer que eres la única alfa en la cama de esa perra? Es una omega como cualquier otro.
-No es cualquier omega, ella es mi omega.
Un fuerte gruñido resonó desde el pecho del alfa mayor, haciendo que sus dos hijos bajen la mirada en seguida.
-Estoy harto de escuchar tanta mierda, empaquen sus cosas, nos mudaremos.
La idea de mudarse caló en los huesos de ambos alfas jóvenes, su vida aquí era una mierda pero ya habían aprendido a esquivar las barreras de su padre. Mudarse sería entrar en un laberinto sin salida.
-Padre, mi escuela. -Jaemin hizo un débil intento de ir en contra de la voluntad de su progenitor.
-Ya está dicho. Agradece a tu hermana amante de omegas.
Eso pareció sacar a su hermana del trance en el que estaba, porque volvió a fruncir el ceño, pero su mirada de determinación había cambiado por una de desesperación.
-Jaemin no tiene nada que ver ¿De verdad vas a hacer tanto drama por mi pareja?
Su padre pocas veces tenía que recurrir a la voz de mando, ambos hijos eran lo más obedientes posible.
