Nueve

221 21 1
                                    

Maratón 2/2

Pedri se sentía molesto. Apretó los labios mientras escuchaba a aquellos reír, abrazo un poco más fuerte la frazada y se obligó a mantenerse callado.

Entendía que para otras personas, el podría quedar como un loco fácilmente.

Había sido criado con los relatos de las antiguas leyendas, creía en estos con todo su ser, era muy supersticioso y confiaba que si las cosas pasaban era porque el destino así lo quiso, y tenía la esperanza de que siempre las cosas cambiaran a mejor, tarde o temprano.

Claro que las personas de hoy en día no compartían lo mismo que él.

Por eso João había ignorado su leyenda, y no quería ni pensar en cómo reaccionaría Gavi.

Su amigo estaba afectado por la pérdida de su alfa, si le mostraba ese relato posiblemente pensaría algo como '¿Entonces Lewan murió para que yo pueda emparejarme con João?' y no quería discutir con el al respecto.

A Pedro le dolía la pérdida de su amigo, también le dolía la muerte de Robert, pero sabía que el mayor estaba en un buen lugar.

Y por más que el lazo roto esté arrastrando a Pablo al lado de Robert, no creía que fuera justo ser así.

Gavi merecía vivir, no había hecho nada para merecer lo contrario.

No estaba a favor de la idea de que la vida de los omegas estuviera atada a la de los alfas, en ningún sentido, ni en sus 'obligaciones' o 'derechos', ni en el tema de la muerte o el libertinaje.

Porque había que ser honestos, todo era muy injusto para los omegas, ellos sufrían los lazos rotos hasta la muerte, mientras un alfa podía marcar a otro omega y sobrevivir sin más.

Además de que los alfas eran considerados los 'líderes' y podían hacer todo lo que quisieran, mientras tanto, los omegas debían cumplir con su papel de sumisos y encargarse de las cosas básicas de la casa, porque eran muy débiles para hacer
algo más.

Pura mierda.

Algo que le enfermaba mucho de la relación de Lewan y Gavi, es que ellos eran así, y nunca había logrado que alguno de los dos abriera los ojos.

Se removió al cabo de unos cuantos minutos de escuchar a los dos hablar, tomó su celular y envió un 'Buenos días.' a Ferran antes de levantarse arrastrando los pies a la mesa.

—Buenos días, Pedro —Dijo João, se levantó de su silla y le dedicó una sonrisa—. ¿Qué quieres desayunar?

Pedri lo miró como si hablara en serio.

Había contratado a un enfermero, no a un sirviente, pero lo había escuchado decirle a Pablo que ahora él estaba a cargo y se encargaría de cuidarlos.

—¿Podrías pasarme el yogurt?... ¿Y el cereal?... ¿Y un bowl?

João asintió, caminando hacia la cocina y juntando todas las cosas que el menor le había pedido.

Pedro tomó la mano de Pablo, y dejó unas pequeñas caricias para llamar su atención.

—¿Estas bien? —Preguntó.

El castaño lo miró, en sus ojos avellana había algo de cansancio, sonrió mínimamente.

—Si, Pedro, lo estoy —dijo—. Pero aunque no lo esté, el que me mires con lástima y estés triste por mi no va a hacer que me recupere o me sienta mejor, así que puedes ahorrarte esas cosas y tratarme normal.

El alfa pensó si en verdad Pablo le estaba hablando en serio.

Apretó los labios y sintió lágrimas de furia acumularse en sus ojos.

—¿Vas a tratarme tan mal? ¿En serio?

Gavi suspiró.

—Es que... En serio, ya sé que me voy a morir, Pedri, no hay nada que hacerle, podrías... No sé, superarlo un poco y tratarme igual que antes, ya sabes, como el amigo repulsivo y ruidoso que siempre fuiste...
No como el melancólico que tengo a mi lado en este momento.

Pedri se recostó en la silla, asintiendo, apartando su vista y cualquier contacto físico con el otro.

—Lo siento, no —Murmuró, volviendo sus ojos hacia él—. No, simplemente no, Pablo...

—¿Por qué?

—Ya pasé por esto una vez, y es una mierda. Ahora me toca vivirlo una segunda vez y peor... Porque no solo ya se fue uno de mis mejores amigos, sino que ahora se va a ir el otro porque no quiere hacer nada para al menos intentar seguir.

—¿Qué quieres que intente?

El canario se mordió el labio, lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

—No hay nada que intentar porque estoy unido a mi alfa hasta la muerte.

—Porque así lo quieres... Porque yo creo que no quieres pelear, porque eres un cobarde y ya te rendiste sin hacer nada, porque toda tu vida la pensaste al lado de un alfa, y no lograrás nada así...
Además de morir siendo un omega sumiso del mentón —Tenía la voz endurecida por las lágrimas que caían silenciosas por sus mejillas.

Gavi entreabrió los labios, sus ojos se veían iguales a los de un cachorro lastimado. Su labio inferior tembló y sus ojos se nublaron de lágrimas.

João vio todo en silencio a unos metros, en el umbral de la cocina, y al verlo lastimado apretó los puños con furia.

El omega se levantó, apartando la vista, rechinando su silla sin importarle nada y se dirigió a su cuarto.

El beta dejó todo y fue detrás de él.

Enserio disculpen la tardanza lo estaba escribiendo pero tuve que detenerme por un inconveniente, pero aquí está

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Enserio disculpen la tardanza lo estaba escribiendo pero tuve que detenerme por un inconveniente, pero aquí está. Disculpen en verdad 💗

Our Last Days | GalixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora