⌫ | Jennie es inocente. Sus padres religiosos se aseguraron de ello. Aun así, todavía no puede evitar enamorarse de una no tan inocente Lisa. Lisa que se ha follado a la mitad de la escuela. Lisa, que es una idiota con todos, pero nunca ha sido real...
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Jennie se despertó y Lisa la abrazó como de costumbre, se dio la vuelta y acarició su cuello.
— Te amo Lili — susurró Jennie.
Lisa inconscientemente la abrazó con más fuerza a pesar de que todavía estaba dormida.
— Me haces sentir segura — Jennie admitió.
La castaña intentó no sonreír cuando Lisa la acercó aún más.
— Eres mi heroína — Jennie volvió a susurrarle en el cuello.
Lisa gimió, como si se despertara.
— ¿Pequeña santa? ¿Estás despierta? ¿Dijiste algo? — Dijo Lisa, con la voz ronca por el sueño y los ojos aún cerrados.
Jennie decidió no responder porque la somnolienta Lisa era muy linda.
— Hmm... está bien. Estoy demasiado dormida, lo siento amor — Lisa comenzó a acariciar el cabello de Jennie y ella intentó no reírse.
— Quiero casarme contigo — Lisa balbuceó.
El corazón de Jennie comenzó a acelerarse.
— ¿Que acabas de decir? — Jennie preguntó con voz chillona y Lisa empezó a murmurar de nuevo.
— ¿No quieres casarte conmigo?, déjame en paz — Lisa soltó a Jennie, empujándola mientras se daba la vuelta, dándole la espalda a Jennie y continuaba murmurando — No eres mi pequeña santa. Nunca te engañaé, bebé — Lisa terminó adormilada.
El corazón de Jennie estaba casi a punto de estallar.
— ¿Lisa?
— Mi bebé me llama Lili, no estás permitida llamarme Lisa — Lisa volvió a decir con voz áspera, levantando una mano en un movimiento de alejarse y Jennie se rió
— Lili, soy yo — Se acercó a Lisa y comenzó a frotarle la espalda suavemente.
— Deja de intentar seducirme, eres un impostor. Soy leal a mi pequeña santa — Dijo Lisa, alejándose de Jennie nuevamente, ya casi estaba al borde de la cama y la castaña se rió a carcajadas esta vez.
— Espera, deja de reírte. Hablas como ella, basta — Lisa murmuró de nuevo — Nunca seré amable contigo porque estás tratando de ser como mi chica
Jennie finalmente decidió meterse con la somnolienta Lisa, acercándose a ella nuevamente y susurrándole al oído.
— ¿Sueno igual que ella?
— Para — Lisa dijo mientras empujaba a Jennie adormilada.
— ¿Ya no te gusto? — Jennie bromeó.
— Solo amo a mi Nini, déjame en paz antes de que ella te asesine.
Jennie no pudo detener las risas ahora, riéndose a carcajadas y sentándose en la cama.