𝐃𝐢𝐭𝐜𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐫𝐞𝐚𝐬𝐮𝐫𝐞 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ

La foto

ㅡTendrá que disculparme, pero no veo por qué deba acompañarlo cuando usted posee un vasto harem. ㅡdijo el Gamma, frunciendo el ceño y mirando al Alfa, quien apretó los dientes al ver lo rebelde y maleducado que era el jovencito frente a él.

ㅡDesafortunadamente, la semana pasada, mientras estuve en Uejo, mis cocineros utilizaron ingredientes en mal estado para preparar las comidas de mis concubinas, por lo que todas se encuentran enfermas en estos momentos. ㅡexplicó con paciencia.

ㅡY supongo que nadie en la ciudad estará contento de acompañar al Alfa de la manada en una elegante velada, ¿no? ㅡJeongGuk estaba empujando demasiado las cosas, y tal vez en el fondo lo sabía, pero simplemente no podía olvidar las palabras que ese hombre le dijo cuando recién se conocieron.

Había sido grosero y vil sin razón alguna, todo desde su desprecio hacia los que eran como JeongGuk, así que ahora mismo éste sólo tenía en mente ir en su contra sin pensar mucho en las consecuencias.

ㅡUsted es con quien puedo contar justo ahora. Además no tengo el tiempo de emitir un anuncio y recibir voluntarios. Es sólo una fiesta, pero me temo que debo ir acompañado.

ㅡQué lástima que deba recurrir al indigno y sucio Gamma como último recurso, ¿no? Temo que si lo acompaño, sus conocidos lo verán hacia abajo cuando sepan que no sé cantar ni bailar, mucho menos mantener una buena conversación... ㅡescupió con sarcasmo... ㅡme pregunto si sus amigos discriminan a los de mi casta tanto como usted, probablemente así sea... 

ㅡEscuche...

ㅡLo acompañaré ㅡinterrumpió groseramente, sonriendo encantadorㅡ. Pero en cambio usted deberá hacerme un favor a mí.

El Alfa lo miró con recelo, escudriñándolo o juzgándolo, pero finalmente habló.

ㅡ¿Cuál es ese favor?

ㅡDebe llevarme a Uejo este viernes.

ㅡVeo que usted se maneja así. ㅡseñaló calmadamente, sonriendo de lado.

ㅡ¿A qué se refiere?

ㅡFavor por favor. 

ㅡSoy más de valores entendidos, aún así, puedo ir por mi cuenta a Uejo si usted no...

ㅡLo llevaré. ㅡinterrumpió rápidamente, mirando con intensidad al Gamma, quien sonrió satisfecho.

ㅡBien. Me quedaré todo el fin de semana.

Al decir ese último detalle, JeongGuk vio cómo el Alfa endureció su rostro tratando de no replicar; y la verdad no tenía por qué, y eso complacía al joven.

ㅡSupongo que ha comenzado a extrañar a su... familia. ㅡla forma en la que Kim había pronunciado la última palabra le había incomodado a JeongGuk... no, lo había hecho enfadar.

Había dicho la palabra "familia" con un tono extraño, como si se estuviera burlando de que Tetsu y Jimin no fuesen su familia biológica.

ㅡSí, he querido regresar a casa incluso antes de partir con usted. De todos modos, veo que tenemos un acuerdo. ㅡel Gamma se levantó de la silla sin haber tocado su comida y regresó a su habitación.

ㅡNos iremos a las ocho. ㅡavisó el Alfa sin mirarlo.

Minutos antes de partir hacia la fiesta, el Alfa miraba una foto vieja y gastada, probablemente más gastada por su fija y penetrante mirada que por el paso del tiempo.

La miraba sin decir nada, pero sintiendo su pecho oprimido. 

Antes hubiese acariciado con la yema de sus dedos el rostro de la bella mujer, pero hacía años que dejó de hacerlo, exactamente desde que su amor por ella terminó por convertirse en desprecio.

Todavía recordaba las palabras que la Omega le había dicho antes de abandonarlo.

ㅡPórtate bien, TaeHyungie. Cuando sea famosa te invitaré a todos mis shows.

Cada vez que rememoraba esa fría despedida, apretaba los dientes y el impulso de arrugar y destruir esa foto hacía arder sus manos, pero siempre lograba tragárselo y poner la foto de vuelta dentro del libro en el que siempre la preservaba. Tal vez porque su deseo de vengarse era más fuerte... sin importarle que fuera un deseo imposible de cumplir porque MiSuk estaba muerta y nunca podría hacerla sufrir por haberlo dejado a la deriva para perseguir un sueño incierto y prostituido por tantos mediocres como los cuales la hermosa Omega terminó por ser.

Tras tragarse toda la ira, salió de su habitación para esperar al Gamma. Horas antes le había mandado decir que se vistiera de gala y no como geisha. Y no era que en la fiesta hubieran establecido un código de vestimenta, era más bien que el Alfa detestaba que el Gamma se vistiera de geisha, simplemente lo hallaba innecesario, escandaloso y desagradable.

Odiaba el espeso plomo blanco que cubría su cara y le impedía ver sus verdaderas facciones, odiaba las enormes pelucas que alteraban por completo la forma de su rostro, odiaba los incómodos kimonos que arruinaban sus proporciones y escondían su esbelta figura y odiaba los ridículos zapatos que lo hacían caminar como estúpido y lo hacían ver torpe.

Inevitablemente, recordó aquella noche en la que irrumpió en la casa del Gamma cuando buscaba al asesino. En ese momento estaba alterado, furioso y estresado, pero no podía olvidar cómo todo eso desapareció en cuanto pudo ver a JeongGuk tras esa puerta medio abierta. Su belleza innegable lo impactó y sus ojos caramelo se encontraron con los suyos en un choque dramático. Admitía que, de no ser por el distintivo olor del Gamma, no lo habría reconocido... pero no admitía que poder verlo todos los días sin maquillaje lo tenía jactándose en silencio.

En ese momento, el Gamma llegó a la sala acompañado de su criada. Su angelical apariencia intacta le hacía anticipar al Alfa que probablemente él tendría al acompañante más hermoso entre todos los invitados.

ㅡ¿Nos vamos? ㅡdijo el Gamma, asegurándose de sonar hastiado desde ese momento.

El Alfa lo miró por dos segundos antes de responder.

ㅡDespués de usted. ㅡseñaló la puerta y el Gamma se despidió de Yuna antes de salir de la mansión.