Trato

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Todo se dictó el día anterior, cuando Tetsu mintió diciendo que iría a la comisaría y en realidad se dirigía a la casa del Alfa de la manada.

La Omega ya sabía lo que estaba por venir, lo venía presintiendo desde que se fijó en cómo los ojos del abominable Haruhiko se posaron sobre JeongGuk por primera vez.

Ahora que el Gamma estaba en la flor de su juventud, la tragedia no tardaría en ocurrir, y ante la repugnante sed de aquel viejo Alfa, debía actuar tan rápido como le fuera posible.

Debía proteger a JeongGuk así su vida estuviera en juego.

ㅡOgawa-san, ¿qué la trae por aquí?

ㅡVine a hablar con usted sobre algo muy importante.

ㅡ¿Desea que mande traer té? ㅡofreció el anfitrión.

ㅡNo... me temo que no será una conversación muy amena.

El Alfa miró a Tetsu con genuina curiosidad antes de indicarle que lo siguiera hasta su despacho.

ㅡTome asiento, por favor ㅡTetsu se sentó y miró a TaeHyung con aflicción, preparándose para decir lo que tenía que decir ㅡ¿Y bien? La escucho. ㅡdijo él, sentado detrás de su escritorio y mirando atentamente a la Omega.

ㅡEstoy en una situación tan desesperada que es usted la única persona en la que he podido pensar... como usted ya ha de saber, la casa en la que vivimos le pertenece a Uehara-san. ㅡcomenzó ella.

ㅡLo sé muy bien, me enteré de esos detalles durante los interrogatorios que se llevaron a cabo con ustedes.

ㅡNo sé cómo expresar esto... para mí ha sido difícil mantenerme callada, pero ahora estoy segura de que ya no puedo más... ㅡla Omega aguantó el llanto y respiró hondo ㅡ. Durante cinco años, Uehara-san ha estado acechando a mi JeongGuk ㅡsoltó finalmente, y el Alfa agudizó sus oídos ㅡ. Lo mira de una forma aterradora, intenta siempre estar cerca de él, le hace regalos, se esfuerza por tocarlo y... yo nunca dije ni hice nada porque temía hacerlo enfurecer y que nos echara a la calle... después de todo vivimos bajo su techo... pero... pero hace unos días, cuando Uehara-san volvió de Japón, lo descubrí intentando entrar a la habitación de JeongGuk mientras mi pequeño dormía ㅡahora sí, la Omega había roto en llanto, cubriendo su boca con una de sus manos y mirando al piso ㅡ. No puedo quedarme a esperar que algo peor suceda... por eso he venido aquí a rogarle que compre la casa. Por favor, Alfa Kim... compre la casa en la que vivimos. Se lo pagaré con intereses así deba trabajar toda mi vida... sólo quiero que JeongGuk esté a salvo, y la única manera es que Uehara Haruhiko deje de tener poder sobre nosotros. ㅡimploró desesperada.

El Alfa la miró con escrutinio, pensando y pensando... la situación era muy delicada.

ㅡOgawa-san, primero necesito que se calme y preste mucha atención ㅡle dijo con total serenidad, levantándose para extenderle un pañuelo a la pobre y desconsolada mujer.

ㅡLo lamento... por favor, ayúdenos. ㅡmurmuró, aceptando el pañuelo y limpiando sus lágrimas, esforzándose por detener su llanto.

ㅡCiertamente desprecio a los abusivos... admito que he logrado empatizar con ustedes ㅡTetsu lo miró llena de esperanza. TaeHyung caminó por el despacho mientras asentía con la cabeza, como si estuviera tratando de asegurarse de sus próximas palabras ㅡ. Le ayudaré, compraré la casa.

ㅡ¡¿De verdad?! ¡Oh, gracias! ¡Muchas gracias, Alfa Kim! Se lo pagaré con creces, viviré el resto de mis días para servirle. ㅡse levantó emocionada, sonriendo genuinamente. A ese punto el carácter estoico de la mujer había desparecido sin dejar rastro.

𝐃𝐢𝐭𝐜𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐫𝐞𝐚𝐬𝐮𝐫𝐞 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora