Recuerdos

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A las doce de la noche, Mochi y Kohaku estaban subiendo a un coche para ir de regreso a su casa luego de una velada de fiesta justo a hombres importantes. Jimin ya estaba un poco ebrio debido a que uno de sus clientes prácticamente lo obligó a beber junto a él.

ㅡ¿Oíste eso? ㅡdijo el mayor, deteniéndose en seco justo antes de subir al coche.

ㅡ¿De qué hablas? Sólo métete y vayámonos a casa. ㅡrefunfuñó JeongGuk

ㅡEs un gatito... ㅡse lamentó el Omega haciendo un puchero borracho.

ㅡSí, sí, qué lindo. Ahora vámonos.

ㅡSuena como un bebé... no puedo dejarlo solo.

ㅡNi siquiera lo pienses.

ㅡMorirá de frío.

ㅡOgawa-san no lo permitirá. ㅡadvirtió.

ㅡHace mucho que gano mi propio dinero, no necesito que me permita nada. ㅡdicho eso, siguió derecho y corrió en dirección a los pequeños maullidos que emitía el animalito desde algún lugar de la calle.

ㅡ¡Espera! ㅡgritó JeongGuk, corriendo detrás de su amigo tan pronto vio cómo este tropezaba y casi caía al suelo.

Jimin dio unos cuantos traspiés antes de seguir corriendo, provocando que el menor entrara en pánico cuando lo miró doblar en la esquina y lo perdió de vista.

Borracho y todo, el increíble Park Jimin no cayó al suelo, sin embargo el sobrio Jeon JeongGuk casi pierde su peluca cuando fue a dar junto a dos botellas de cerveza tiradas en la puerta de una cantina que afortunadamente estaba cerrada.

ㅡMierda... ㅡchilló ㅡ¡Jimin, espera! ㅡgritó, tratando de lidiar con el dolor en sus manos ya que al parecer se las había raspado al caer ㅡTetsu me matará de verdad esta vez... ㅡse lamentó, esperando con toda su alma que el kimono no se hubiera dañado con la caída.

ㅡ¿Se encuentra bien? ㅡle preguntó alguien detrás de él.

El Gamma giró la cabeza rápidamente, un poco asustado por la repentina aparición de aquel hombre. Miró hacia arriba aún en el suelo y vio a un joven Delta tendiéndole una mano. Era ridículamente apuesto, tenía el cabello más lacio y negro que hubiera visto, la cara redonda y el mentón afilado, de ojos verdes y rasgos infantiles; era muy alto y despedía un tranquilo aroma a mar y palma.

JeongGuk quería morir de la vergüenza. No se supone que una geisha deba caer frente a los demás, pero al mismo tiempo agradecía que ese joven era el único que estaba cerca en ese momento, por lo que sin pensarlo mucho aceptó su ayuda para levantarse de su vergonzoso lugar de aterrizaje.

 ㅡEstoy bien, lamento que haya tenido que ver eso. ㅡdijo, soltando la mano del extraño y mirándolo encantadoramente.

El Delta se quedó callado por unos segundos, logrando incomodar un poco a la geisha. Sin embargo ero eso no le importó demasiado cuando algo en ese Gamma le resultaba tremendamente familiar, haciéndole doler el pecho como si estuvieran clavadas doce estacas, como un golpe que le quitó el aire y le hizo palpitar la cabeza, quitándole el aliento.

¿Podría ser...?

ㅡYa debería irme. Buenas noches. ㅡagregó rápidamente el Gamma al ver el revólver en el interior del abrigo del Delta, y afortunadamente para él, éste no lo retuvo.

Tal vez estaba demasiado atónito como para hacerlo.

Luego de correr en dirección a Jimin, JeongGuk pudo encontrarlo con el pequeño felino en los brazos, caminando hacia él como si no estuviera ebrio. 

𝐃𝐢𝐭𝐜𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐫𝐞𝐚𝐬𝐮𝐫𝐞 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora