Nació bajo la casta marginada. JeongGuk, un Gamma huérfano, tendrá que convertirse en una geisha para librarse del odio que hay hacia los de su clase. Sin embargo, una noche, es contratado por el líder de la manada, un Alfa frívolo que con el propós...
Entre tanto ruido y aromas, los ojos de JeongGuk se pusieron pesados. Habían pasado más de tres horas luego de que habían llegado a la reunión y lo más entretenido que había visto era su reflejo en la copa de vino. El Alfa se había separado de él hacía un rato para bailar con la anfitriona, y no era que eso le molestara, de hecho estaba bien así, de todos modos no había hablado con él en todo el rato y despreciaba estar allí como su adorno.
Aún así apostaba a que se veía patético sentado solo en aquella mesa y haciendo lo posible por no poner mala cara.
De pronto una mano en su hombro lo sobresaltó. Sorprendido, volteó hacia arriba y todo su cuerpo se destensó al ver a HoSeok. Pronto una enorme sonrisa se dibujó en su rostro y se puso de pie para abrazar al bailarín.
ㅡ¡Hyung! ¿Qué haces aquí? ㅡchilló contento.
ㅡSoy amigo de la señora Yoo. Yo debería preguntarte eso. ㅡla sonrisa de JeongGuk se encogió un poquito.
ㅡVine a acompañar al Alfa de la manada... ㅡrespondió con vergüenza.
ㅡAh, es cierto, lo había olvidado ¿Cómo estuvo tu primera noche en la mansión del Alfa? ¿Te tratan bien?
ㅡSí, muy bien... ¡Ah! Volveré a Uejo este viernes y me quedaré todo el fin de semana. ㅡinformó, cambiando el tema a propósito.
ㅡ¿Deveras? ㅡGuk asintió efusivo ㅡQué bueno saber eso, ya te extrañamos por allá.
El Gamma se sonrojó y se rio, completamente embelesado.}
ㅡEso es ridículo, me fui ayer. ㅡdijo, batiendo las pestañas y dándole su mejor sonrisa al Alfa, quien soltó una risotada por la ternura del menor.
ㅡSabes que eres la estrella de Uejo y el consentido de Ogawa-san, sólo un día basta para extrañarte. ㅡJeongGuk sonrió halagado, pero insatisfecho porque HoSeok no dijo explícitamente que él lo extrañaba.
ㅡPor cierto, hyung... ㅡdijo el Gamma, poniéndose serio ㅡ... ¿de casualidad sabes si Uehara-san ha ido a la casa? ㅡpreguntó con cautela y miedo evidente en su voz.
ㅡLlevé a Jimin a casa anoche y todo estaba bien, Ogawa-san no mencionó nada al respecto... aunque bueno, no es que yo le agrade mucho ㅡrio nervioso ㅡ. De todos modos, ella lucía tranquila y la casa en orden.
Los hombros de Guk descendieron un poco al escuchar eso.
ㅡ¿Los guardias del Alfa estaban allí?
ㅡ¡Oh, sí! ㅡexclamó HoSeok ㅡme detuvieron en la entrada y revisaron mis bolsillos a pesar de que Jimin les dijo que era de confianza.
Eso bastó para dejar al Gamma tranquilo. Aún así, de un momento a otro JeongGuk se mareó un poco, por lo que se tambaleó mientras intentaba encontrar el borde de la mesa con sus dedos para evitar caer al suelo, cosa que no fue necesaria ya que HoSeok fue rápido y lo sostuvo de la cintura.
ㅡ¿Estás bien? ¿Qué fue eso? ㅡinquirió preocupado, frunciendo el ceño y mirando al Gamma con atención.
ㅡSólo un mareo, no es gran cosa. ㅡintentó sonreír, pero nuevamente perdió el equilibrio ante un segundo mareo, esta vez más fuerte que la anterior. Sus rodillas cedieron y HoSeok tuvo que sostenerlo completamente en peso ya que el Gamma estaba a punto de desmayarse.
ㅡRespira, JeongGuk ㅡdijo preocupado mientras el Gamma intentaba mantenerse consciente.
ㅡAfuera... ㅡbalbuceó ㅡ... vayamos afuera. ㅡpidió, y el Alfa comenzó a guiarlo luego de dudar un poco.
Mientras caminaban hacia la salida, muchos de los invitados ya habían puesto su atención en ellos, murmurando sobre el estado del joven Gamma, algunos creyendo que estaba ebrio, otros afirmando que estaba exagerando.
Una vez afuera, HoSeok ayudó al chico a sentarse en una de las guarniciones alrededor del jardín, todo sin soltarlo. JeongGuk respiró hondo por varios minutos hasta que comenzó a sentirse mejor, todo bajo la preocupada mirada del bailarín.
ㅡMe vas a hacer un agujero en el rostro. ㅡse burló Guk, su voz sonando un poco apagada.
ㅡDebemos ir al hospital, no fue cualquiera cosa; estabas blanco. ㅡregañó el Alfa.
ㅡNo iré al hospital por un simple mareo. Estoy bien.
ㅡNo parecías bien hace un segundo ¿Has estado saltándote las comidas?
ㅡNo.
ㅡTe ves más delgado que la última vez que fuiste a la academia. No lo había notado hasta que te cargué para traerte aquí.
ㅡEstoy bien.
ㅡJeongGuk... ㅡlo nombró con advertencia.
ㅡSi me vuelve a pasar, iré con el médico. Lo prometo.
El Alfa lo miró con recelo, pero al final tuvo que ceder, dando un largo suspiro.
ㅡMás te vale, de lo contrario tendré que decirle a Ogawa-san que no estás cuidando de tu salud.
ㅡ¡Hyung!
ㅡSabes que siempre hago lo que digo.
ㅡDe acuerdo...
ㅡQuiero pruebas de que estarás mejorando. Vendré a visitarte de sorpresa de vez en cuando.
ㅡDije que sí. ㅡrefunfuñó, haciendo sonreír a HoSeok.
ㅡ¿Sigues mareado?
ㅡNo... ya estoy bien. Vayamos a caminar un poco, así me reestablezco.
ㅡ¿Seguro que puedes caminar?
El Gamma se puso de pie y al ver que no se tambaleaba, HoSeok lo imitó y comenzaron a caminar por el jardín.
Ambos se dedicaban a escuchar sus pasos en silencio, contemplando la vegetación bajo la luz de la luna cuya posición advertía que aquellas eran las últimas noches de verano.
JeongGuk, quien antes había estado de mal humor, aburrido y desanimado, ahora, al lado del hombre que le había robado su primer suspiro enamorado, se sentía contento y en paz. No quería pasarse de cursi y creer que era el destino quien había enviado a HoSeok hasta Daegu, justamente a la misma fiesta a la que lo arrastraron, pero todo había sido tan perfecto que simplemente se dejó llevar por su emoción.
ㅡHyung...
ㅡ¿Mhm?
ㅡEstoy muy contento de haberte encontrado aquí. Sin nadie que conociera, esta habría sido una noche terrible. ㅡdeclaró con las mejillas enrojeciendo y una sonrisa queriendo iluminar su rostro.
El Alfa soltó una risita suave, a penas audible, y lo miró con cariño.
ㅡYo también estoy...
ㅡJoven Jeon, ¿puedo saber qué hace usted aquí?
Justo cuando HoSeok estaba por responder, la voz profunda del Alfa de la manada los hizo voltear confundidos hacia atrás.
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