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Poco después se separó de mí y pude ver en sus ojos la confusión y el miedo, por lo que pensé que sería bueno parar ahí. Podíamos ir despacio, no quería  asustarlo  ni presionarlo y estaba satisfecho con lo que había pasado, no podía decir que del todo.
Sin embargo, podría darle su tiempo para que asimilara la situación. Ahora que sabía que él también me deseaba, me sentía más tranquilo, había mucho tiempo y no todo tenía que pasar esa noche.
...

Empecé a levantarme del puente para ir a dormir, sin embargo, algo me detuvo, sentí como alguien sonrojado agarró mi mano de manera oportuna. Sus ojos me miraban con tanta intensidad que me hizo sentir algo tímido. Jaló de mi brazo hasta que su mano pudo acariciar mi rostro muy cerca del suyo (tanto que sentía su respiración sobre mí) y luego me empezó a besar de manera muy dominante y eso fue suficiente para que me prendiera. Me tenía en sus manos. Empecé a meter mi mano por su espalda sintiendo su suave piel con la yema de mis dedos.

Había extrañado eso más de lo que me gustaría aceptar.

Lo jalonie hacia mí con hambre hasta sostenerlo en mis brazos y con cuidado lo empujé por completo sobre la tosca tabla de madera. Ambos estábamos tan prendidos que ni él se molestó por ser tratado así y ni yo presté mucha atención al dolor que sus nalgas pudieron haber obtenido al golpe. Él llevó sus manos a mi pecho acariciándolo y yo empecé a desvestirlo.

Era un arte.

Es un arte demasiado precioso el poder desnudarse junto a la persona que amas, el apreciar cada centímetro de su hermoso cuerpo es algo tan... No quería hacerlo a prisa, quería tomarme mi tiempo y disfrutar tanto del momento como fuera posible.

Ni siquiera yo sabía con exactitud como habíamos llegado hasta ese punto, pero lo único de lo que sí era consciente es que estaba tan caliente que quería follármelo tan duro... pero también quería cuidarlo.

—¿Estás seguro de esto? —le pregunté antes de ir más lejos.

Escuché su corta confirmación, pero todavía tenía que hacerle otra pregunta.

—¿Estás de acuerdo con que lo hagamos aquí y no adentro?

—Muy de acuerdo —contestó él con un rubor natural que lo hacía ver demasiado tierno. De por sí él ya era lo suficientemente lindo, pero en ese momento era un festín visual para mí, el solo observarlo hacía que se me pusiera duro como una roca.

Nunca podré borrar de mi memoria la forma en la que sus bellos ojos me miraban.

Su mirada tímida me provocaba tanta ternura que me acerqué a él y besé su frente, pestañas y mejillas. Por primera vez sentí que él se moría por experimentar algo conmigo, pero tenía miedo y era entendible porque era su primera vez.

—Te prometo que te lo haré con cuidado para no lastimarte — dije tomando su mano para besarla.

Él asistió con timidez.

Yo me derretía por él a cada momento. Llevé mi dedo rozando la piel en su pecho mientras hacíamos contacto visual,  él estaba ahí, debajo de mí tan vulnerable y tan... desnudo.

Lo estaba disfrutando más de lo que debía.

Su dulzura me estaba afectando en exceso, me estaba tentando. Me moría por meterle mi pene de una vez
hasta el fondo y hacerlo temblar y gritar tan fuerte... pero debía contenerme y ser cuidadoso. Al menos esa noche.

Llevé mis labios hasta su cuello para besarlo y sentí como se aferraba a mis hombros, él enserio no paraba de ser lindo. Bajé mis labios y lengua hasta saborear sus pechos y sentí cómo su mano jalo mis cabellos dando un leve jadeo. Sin darme cuenta mi boca ya yacía en uno de sus pezones mamándolos,
lo que provocó que estos quedaran duros y rosados. Él se estremecía y en su piel que era tan lechosa, ahora sobresalían algunos rojitos por mi culpa.

TUTORYIM - Amistad bajo Tensión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora