TUTORYIM - Amistad bajo Tensión

FINAL parte 2

No estaba bien, eso no había estado nada bien.
De manera inmediata se alejó avergonzado.

Mierda, ¿qué se suponía que hacían en la fiesta de su hija?

La brisa golpeó la ventana. El cabello de Yim se revolvió y Tutor sintió su dulce aroma en sus fosas nasales. Sus bellos se erizaron.

"Qué olor tan desagradable" susurró.

No pasaron ni dos segundos cuando Tutor desapareció de su vista haciéndolo sentir miserable. Lo odiaba, era evidente, incluso su olor lo irritaba.

Se recargó contra la pared derramando una lágrima, pensando en ¿qué  había pensado para aparecer en ese lugar? Solo había conseguido sentirse fatal y James y Net ni siquiera habían ido.

No tardó mucho en ir por Thomas y decirle que ya era tiempo de irsen. Claramente, el mayor no estaba contento con ello, pues al contrario de Yim él sí la estaba pasando bien, pero al final se terminaron yendo minutos después.

Thomas no permitiría que Yim se fuera solo y corriera algún peligro, no se lo perdonaría.

☂
Al siguiente día.

Tutor tomó una ducha en la mañana, se imaginó a él llevando a cabo su nueva vida de casado, no es como que estuviera profundamente enamorado, pero ya estaban en edad de casarse, la conocía bien. Pon era adecuada, amable y además cocinaba rico.
Destapó el champú y lo esparció por su cuerpo sin antes sentir su dulce aroma, que por cierto era muy similar al que Yim estaba usando. ¿Cómo llegó esa nueva fragancia a su baño? Pon debió haberlo cambiado esa mañana, pues ya quedaba poco del anterior. Sin darse cuenta, ya tenía una erección molesta de la que tuvo que ocuparse.

"Maldito seas Yim, déjame ser feliz de una vez"

Ya con todo preparado, los pétalos de flores, las velas y demás
... Y lo más importante, sin más obstáculos que lo impidieran, Tutor sacó el anillo.

—Sé feliz conmigo, por favor.

Pon suspiro y, luego de unos segundos de total silencio, respondió. —No, lo siento, pero no.

—¿Qué? No puedes estar hablando en serio. —respondió incrédulo.

—Tutor...
Se honestó conmigo, aún no lo has olvidado. ¿Verdad?

—¿Por qué dices eso? Ya lo olvidé.

—Lo amas.

—No lo amo.

...

—Si lo haces.

Tutor estaba intentando encontrar las palabras para solucionarlo. No podía creer como su propuesta matrimonial se había convertido en una pelea.

—Hay por Dios, —ella volvió a hablar frustrada —. Deja de mentirme y mentirte, dejemos de mentir, nuestra relación parece más una amistad que otra cosa, te aburrirás de mí tan pronto como terminemos de decir nuestros votos.

»Tu mente ha estado en otras partes desde que lo viste y no me lo niegues. —continuó.

Pon comenzó a llorar por lo que estaba a punto de hacer.

Lo miró e hicieron contacto visual ambos heridos.

Su corazón latía a mil por hora.

—Tutor, creo que debemos ter-

Él no la dejó terminar y cerró sus labios con sus dedos para luego refugiarla en sus brazos. Ella se aferró a él con fuerza, su corazón dolía y las lágrimas se aproximaban como un tsunami, pero ella las retenía con todas sus fuerzas.