Especial

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—Gracias por venir —susurró James al lado de Yim.

—De nada bro, Estoy feliz de verte.

James se aventuró a preguntar, con la esperanza de que sus amigos, por fin se amigaran.

—¿Cómo están las cosas entre ustedes?

Yim desvió la mirada, sintiendo el peso de una verdad no dicha durante demasiado tiempo.

—Terribles, Ya te imaginarás —hizo un puchero de tristeza —ya sabes Pon...

El susurro se sintió tan amargo, James sintió que, si no intervenía justo ahora, sus tontos amigos jamás se atreverían a acercarse.

—¿Qué aún no te enteras?

Yim frunció el ceño, confundido.

—¿Enterarme de qué?

—Tutor rompió con Pon hace meses.

Un destello de incredulidad atravesó a Yim, mientras su mente luchaba por aceptar una realidad que se había mantenido oculta por demasiado tiempo.

El flashback se desvaneció, dejando tras de sí el susurro suave de las olas que rompían en la orilla.

Tutor observó a Yim, apenas cubierto por una fina camisa de manga corta, y no pudo evitar preocuparse por su comodidad.

—¿No tienes frío? —preguntó, con un tono de preocupación genuina.

Yim se encogió de hombros, un gesto casual que no lograba ocultar la intensidad de sus emociones.

—Estoy bien. —respondio Yim.

—¿Quieres que te lleve a casa, o... vendrá tu novio por ti?

Yim negó con la cabeza, una sonrisa irónica curvando sus labios. —No tengo novio.

—¿En serio? ¿Y qué pasa con Thomas?

—Thomas es solo un amigo.

Una risa irónica escapó de los labios de Tutor, llenando el aire con una sensación de complicidad compartida.

—Mentiroso.

—¿Qué? —Yim arqueó una ceja, desconcertado por la reacción de su amigo. —Veo que eres tan lento como siempre... Thomas y yo solo somos amigos.

La risa de Tutor resonó en la oscuridad.

—Tu personalidad no ha cambiado —murmuró con suavidad, dejando entrever un atisbo de la antigua conexión entre ellos.

Yim se enderezó, su expresión tornándose desafiante.

—Parece que la tuya sí lo ha hecho. Ahora eres más desagradable que antes.

El brillo desafiante en los ojos de Yim desató una tormenta de emociones en Tutor, quien no pudo contenerse.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Lo que oíste. Ahora eres un idiota grosero, tal como ahora —dijo Yim alzando su ceja, molesto.

El aire se cargó con la electricidad de su confrontación, ambos luchando por contener las emociones que amenazaban con desbordarse.

—¿Eso piensas de mí?

—Sí, lo pienso.

El desafío en la mirada de Tutor fue la chispa que encendió el fuego entre ellos.

—¿Y entonces? —preguntó, con una mirada desafiante.

Yim sintió el pulso acelerarse, el latido frenético de su corazón resonando en sus oídos.

—¿Entonces qué? —respondio Yim.

La distancia entre ellos se desvaneció en un instante, el calor de sus cuerpos atrayéndose como imanes irresistibles. Tutor se acercó, sus ojos oscuros reflejando la intensidad de su deseo contenido.

—Soy un desagradable para ti —susurró, sus dedos acariciando la mejilla roja de Yim—, pero parece que sigues muriéndote por mí.

—Cállate. mas-

Los labios de Tutor callaron las palabras de Yim, sellando su complicidad en un beso que sabía a arrepentimiento y condena.

TUTORYIM - Amistad bajo Tensión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora