FINAL parte 1

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—Hola —habló Tutor con sequedad.

El mayor estaba sorprendido. No esperaba encontrárselo de ese modo, su viejo amigo llevaba un estilo de vestir urbano y tenía el cabello largo. Estaba totalmente distinto a la persona que él había conocido, tanto en estilo como en sus vibras. No quedaba nada de su dulce y tierno amigo y él podía sentirlo. Ahora, por el contrario, sentía que le podría dar una bofetada o insultarlo en cualquier momento. Y aunque cualquiera de los casos era malo, lo hacía ver aún más irresistible de lo que ya era.

—Cuánto tiempo, ¿Qué haces aquí? —preguntó Yim entusiasta.

—Compras—. Una respuesta corta y carente de sentimiento.

Algo dolió en su pecho.

El más bajo posó su mirada en la hermosa dama que sujetaba la mano. Se preguntó por un momento, si ya se había casado y si tal vez ya tendría hijos con ella, quería saber de su vida.

Ella extendió su mano rompiendo el ambiente incómodo y saludo de manera educada —Es un gusto conocerte, Tutor me ha hablado mucho de ti.

—¿A sí? —rodó los ojos. Una sola frase le trajo al más bajo viejos recuerdos. ¿La historia se repetiría? En definitiva, Yim no estaba dispuesto a ello.

Tutor jaló de la mano de Pon y sin decir nada más se alejó. Yim por fin pudo respirar; el aire había estado pesado.

—¿No eran amigos ustedes dos? —habló Thomas.

Esa era la parte triste, solían serlo, realmente solían serlo y él acostumbraba a cuidar de él, pero al parecer ya su Tor no existía.

Ahora eran solo dos desconocidos con muchos recuerdos en común. Siempre pensó que Tutor estaría hasta viejitos en su vida, que incluso cuando volviera estaría allí para el "ridículo", claro que no.

—Espera...no te vayas.

Thomas tomó su mano deteniendo su paso y le indico que Pon lo llamaba.

—Mañana es la fiesta de cumpleaños de mi hija —expreso ella agitada de correr— y James y Net también van a venir, ¿no les gustaría unirte a nosotros?

El rostro de Tutor era indescriptiblemente divertido ¿Cómo fue que había olvidado que ese día era la fiesta de su pequeña? Molesto consigo mismo y el mundo pensó que ahora tendría que posponer su propuesta matrimonial una vez más. Que fastidio.

Por otro lado, Yim quien había dicho que iba a pensarlo luego de que Pon le insistiera tanto, se encontraba en una discusión con Thomas en su apartamento.

—¿Qué?— Alzó sus cejas —Dime la verdad, ¿Es que lo amas todavía y por eso no quieres ir?

—Claro que no, yo no he dicho eso.

—Si no es así, entonces ve y demuéstralo, no tendrías razón para no ir y divertirte un rato con tus viejos amigos.

—Pero-

—Pero nada. Ya veo, lo amas.

—¡Que no! —Gritó— Ya te dije que ya no lo veo así, solo extraño a mis amigos.

Después de llegar a Tailandia hace unos meses, Yim no tuvo el coraje para contarlos y, a decir verdad, sí los extrañaba un montón.

—Okey ¿Tanto quieres que vayamos? Pues vamos, ¿Feliz? —dijo Yim molestó.

Yim sabía que Tutor ya no lo quería ver, que le desagradaba verlo, pero aun así fue. Ahora se encontraba justo en la puerta junto a Thomas. Había bombas rosas y ponis por todo el lugar, acompañado de música, se veía todo muy tierno y agradable. Pon muy linda fue a recibirlos con su pequeña bebé.

Yim, al verla, se sintió un poco confundido, se la había imaginado más pequeña.

—Hola, me alegro de que hayan venido. Este es mi hermano menor. Saluda a los amigos de tu cuñado.

—Hola, me llamo Kong, un gusto —El joven barrio con la mirada el cuerpo de Thomas y este se sintió alagado.
Por supuesto, Yim sintió algo de celos cuando vio que su acompañante se mordió los labios por otro chico frente a sus ojos.

Qué disimulado.

—Bienvenidos —interrumpió Pon —Net y James están por llegar y Tutor está en la cocina.

—Gracias —dijo Yim con una sonrisa para luego ponerse de cuclillas —Feliz cumpleaños pequeña amiga, espero que te guste nuestro regalo —dijo entregándole una bolsa mediana de flores.

Minutos después Yim se encontró sentado solitario en una esquina, Thomas había quedado de ir por una bebida, pero al parecer se había atascado en una cálida conversación con el hermano de Pon.

Increíble.

Aburrido sin nada que hacer, solo observaba el nuevo hogar de Tutor, pero sentía que el ambiente no era para nada de su gusto. A lo lejos vio algo que se le hizo familiar y se acercó al el objeto. Se trataba de un pequeño ovni muy similar al suyo. No, ese era suyo, era un objeto que había dejado en la antigua casa de Tutor antes, pero ¿qué hacía ahí? ¿Tutor lo había conservado?

—¿Qué haces con eso? —De nuevo aquella voz fría apareció, lo que hizo que el ovni se le resbalase de sus manos y se rompiese al instante.

—Esto era mío —dijo Yim con tristeza en su mirada.

—¿Lo era?

—No hagas como si no lo supieras porque lo sabes, Lo era.

—A Pon le pareció lindo y lo trajo, si era tuyo lo siento, pero si tanto lo querías debiste llevarlo contigo antes.

Yim empezó a lagrimear.

—¿Realmente eres mi amigo de infancia? ¿Cómo puedes siquiera atreverte a hablarme así?

Tutor se quedó en silencio.

—Realmente ya no te importo en lo más mínimo ¿No? —dijo Yim con resentimiento en su voz.

—¿Tú, de todas las personas, hablas de esto cuando me abandonaste en el pasado así? Menuda perra habladora.

¿Lo acababa de insultar?

Yim no podía creerlo, se sintió tan molesto que le dio un fuerte cachetadon dejándole la mejilla roja. ¿Cómo se atrevía?, pero en ello perdió el equilibrio resbalando hacia la ventana, haciendo que Tutor lo sujetara de la cintura.

Incómodo.

Ninguno se movía ni decía nada, Yim solo podía decir que Tutor explotaba de ira y respiraba fuerte sobre su piel, y aun así tenía esa inciniante mirada sobre Yim. Sus ojos se clavaron en sus labios, y luego en sus ojos de nuevo. Al parecer su amigo se había convertido en un mandon. Alguien lo hacía sentir tan pequeño e insignificante y a la vez tan... bien con solo un roce.

Yim estaba completamente sonrojado y, con el ritmo cardíaco elevado, ¿debería ser el quién saliera de sus brazos? Pero si era del todo sincero, no quería hacerlo, quería seguir sintiendo su tacto, quería acercarse a sus labios y devorarlos de nuevo, un beso brusco que le hiciera saber quién tenía el mando y enseñarle su lugar. Pero a su vez quería sentir sus bruscas manos por todo su cuerpo haciéndole temblar e incluso pensó en sentir esas manos en su cuello mientras él le hacía desastres con su lengua en su boca nublado de placer.

Y por fin la historia ha llegado a su fin, en estos días subo la segunda parte.

Si hay errores me dicen, gracias por leer 💚.

TUTORYIM - Amistad bajo Tensión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora