Cayó dormido en mi pecho, su mejilla presionada contra mi corazón. Su suave aliento creaba una banda sonora que podría calmar incluso a la más violenta bestia, yo incluido.
Cuando se había entregado a mí, había estado demasiado en el momento para considerar lo que significaba. Pero sostenerlo mientras dormía, lo puso todo claro.
Era mío y ya sabía que mataría a quien intentara herirlo, pero el profundo conocimiento de que era mío reforzaba la necesidad de mantenerlo a salvo.
El problema era que pasar tiempo conmigo no era bueno para la esperanza de vida.
Miré al techo, las sombras saltaban con las últimas luces de la chimenea. Ser un asesino era lo que me hizo ganar suficiente dinero y reputación para vivir mi vida libre de jurarle lealtad a algún jefe en particular. Era independiente, sicario que garantizaba resultados por el precio correcto. Matar era todo lo que alguna vez había conocido.
Pasé mis dedos por la suave piel de la parte superior de su brazo. Pero Felix valía mucho más que una vida de sangre y venganza. Por él, podría cambiar. Tal vez podríamos empezar de nuevo en algún otro lugar. Algún lugar donde nadie nos conociera. Tenía suficiente dinero para instalarnos, abrir otra floreria y conseguir una vida totalmente nueva. Cerré los ojos.
Los pensamientos de un futuro feliz me arrullaron hasta el sueño.
En la parte de atrás de mi mente, la voz de mi padre susurró: Las segundas oportunidades nunca son baratas.
• • •
Un estruendo rompió el silencio, cortando mi sueño como mi cuchillo en un corazón. Me senté. El fuego se había extinguido, pero la luz temprana de la mañana se filtraba alrededor de las ventanas cerradas.
―¿Crees que aquí está la buena mierda? ―Una profunda voz llegó por las escaleras desde el vestíbulo.
Otro hombre respondió, pero no pude oír lo que dijo.
Un tercer hombre habló.
―Bangchan no ha dicho mierda sobre mierda. Así que este lugar es juego limpio en lo que a mí respecta.
Felix agarró mi brazo y sus ojos se ampliaron. Puse un dedo sobre sus labios y salí de la cama. Agarré mi 9 mm de la mesa de noche.
Tomando la escopeta que había colocado junto a la cama, se la tendí. Algo oscuro pasó por su rostro y negó. Mató a Sunho con una escopeta. El terror en sus ojos oprimió mi corazón.
Dejé caer la escopeta sobre la cama y señalé al armario. Lo entendió y gateó por la alfombra delante de la chimenea, su cuerpo desnudo era fascinante mientras se movía. Una vez que la puerta del armario estuvo cerrada, saqué la 45 de entre los colchones, luego fui hacia la puerta y quité la silla.Las voces se silenciaron y la puerta delantera se abrió. Pasos y dos voces más de hombre se añadieron al sonido.
―¿Han encontrado algo ya?
―No, sólo un poco de licor y un par de armas. Hay un auto en la parte de atrás que podemos tomar.
―Eso es mierda. No necesito un puto auto. ―La puerta delantera se cerró―. ¿Miraron arriba?
Salí de la habitación y cerré la puerta detrás de mí, luego fui con sigilo al dormitorio de al lado en el pasillo.
―No hemos tenido tiempo. Acabamos de llegar.
―Joder, vayan arriba, imbéciles. ―Un sonido de palmada―. La perra tiene que tener algo de joyería. Vean si el viejo Nam tenía una caja de seguridad o algo. Necesitamos limpiar este lugar y salir como la mierda antes de que llegue a oídos de Jeon.
ESTÁS LEYENDO
The Protector // Hyunlix
RandomAsesinar por él era fácil. Era vivir por él lo que resultó ser la parte difícil. Aclaraciones importantes: •Capitulos largos. •Contenido +18 •M-preg |embarazo masculino| •Escenas de violencia. Está historia es una adaptación. Todos los créditos a...