•Capitulo 31: Hyunjin

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―¿Cuántos tiros tiene? ―Abrí el cargador extendido de la ametralladora y lo inspeccioné.

―Esta tiene cincuenta tiros. Los policías tienen de éstas, con capacidad de treinta tiros, pero mi chico en Rusia hizo ésta especialmente para mí.

Inspeccioné el montón de armas colocadas en una habitación trasera en el garaje de Lee Know. Seungmin comprobó una y otra vez los cargadores de una serie de 9mm.

―Empácalo. Es hora de irnos. ―La piel a lo largo del dorso de mis manos picaba mientras martillaba la ametralladora, cargando el arma y probando la sensación de tenerla en mis manos. Seungmin embolsó las otras cosas que había conseguido.

Si este arsenal no conseguía hacer el trabajo, nada lo haría.

―Tu Audi está en el estacionamiento. Recibí una llamada sobre que estaba estacionado detrás de esa floreria y envié a la grúa para traerlo. Está todo arreglado. ―Lee Know sacó algunas cajas más de munición de un armario metálico―. Preguntaría por qué necesitas todo esto ―Lee Know pasó sus dedos manchados de grasa sobre las armas―, pero me temo que no me gustará la respuesta.

―No lo hará. ―Tenía la intención de matar hasta la última cucaracha que rodeaba a Bangchan una vez que el tiroteo comenzara. Derramaría suficiente sangre como para garantizar que nadie volvería a buscar a Felix.

Lee Know se rascó el cuello y me dio una dura mirada.

―No creo que vaya a volver a verte de nuevo.

―Altamente improbable. ―Metí una pequeña Glock en la parte de atrás de la cintura de mi pantalón, luego me agaché y até un cuchillo alrededor de cada tobillo.

―¿Sabes qué estás haciendo?

Me levanté y di golpecitos en el cañón de la ametralladora.

―Este es el trabajo final, ¿cierto?

Lee know arrugó su nariz enrojecida por ginebra.

―Sabes lo que quiero decir.

―Tenemos un plan. Uno verdaderamente heroico. Termina con uno de nosotros con la polla húmeda. ―Seungmin colocaba granadas aturdidoras en una bolsa verde oscuro―. Con suerte, seré yo.

―Seungmin. ―Flexioné las manos, ignorando la quemazón mientras imaginaba envolverlas alrededor de su garganta―. Jodidamente no hables de él.

―Cálmate. ―Me dio una palmada en la espalda y tomó una granada explosiva―. Solo estoy bromeando... a menos que él me elija, y entonces las apuestas están... ―Se agachó cuando me giré hacia él y logró escapar por la puerta y fuera de la ruidosa tienda.

―Imbécil. ―Cerré la bolsa y me la colgué sobre el hombro.

―Bangchan no es tonto. Sabrá que vas a ir por él. — Lee Know siempre sabía más de lo que dejaba saber. Pero su tono sombrío no hacía nada para tranquilizar mi necesidad de destruir a cualquiera que se atreviera a dañar a Felix. Él insistió―: No estoy bromeando, amigo mío. Estarán esperándote.

―Estoy contando con ello. ―Rodé los hombros, asegurándome que mi chaleco sería capaz de moverse conmigo una vez que la mierda se pusiera espeluznante.

Preferiría no llevar uno. Me ralentizan. Pero para tener una oportunidad de llegar hasta Felix, tendría que tomar la precaución.

Lee Know se pasó su grasiento pañuelo sobre las gotas de sudor sobre su ceño.

―Y sé que no tengo que decir esto, pero si te capturan, no conseguiste nada de...

―No conseguí las armas de ti. Lo tengo.

The Protector // Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora