Makoto siempre aspiró a ser un gran ninja sin pensar que ese sueño sería el desencadenante de un sin fin de actos completamente dolorosos para ella.
Y cuando volvió a toparse con aquella fría y oscura mirada, lo entendió todo. Él solo quería evitarl...
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Seguía saltando por sobre las casas hasta llegar a la de ella.
— Diablos, mi casa aún está muy alejada — comenzaba a aburrirse, tenía que hacerlo rápido — ¿Y si está enojado? — se puso una mano en el mentón — No… no llegaría a ese extremo
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Despues de ciertos minutos, logró llegar a su casa. No esperaba nada, se dispuso a subir hasta el tejado, sabía que a Gaara le gustaba mirar la luna junto con la fría noche.
— ¿No está aquí? — preguntó confundida al no ver a nadie
— Tardaste — respondió su distinguida voz por detrás. Por acción retrocedió, si no fuera por la arena de Gaara, hubiera caído sobre un jarrón con plantas que había colocado días atrás.
— Gracias..— dijo reponiéndose
Él seguía mirando serio — ¿Por qué tienes esa cara?
— Es la única que tengo — respondió — ¿Por qué la demora?
Caminó hasta quedar a un lado de él — Estaba con Naruto y Lady Tsunade en el ramen de Ichiraku.
Gaara parecía no entender — Es un lugar para comer ramen. Es un señor muy conocido la verdad, Naruto y yo le tenemos mucho cariño — sonrió — Aunque no comí nadita de nada..
— ¿Y por qué no lo hiciste? — conservaba su tono serio
— Jeje a penas me senté recordé que estabas esperándome Gaara — una gotita cayó por su cien
— Entonces — se notaba confundido — ¿no tienes hambre?
Conservaba cierta sonrisa. Estaba a punto de responderle, pero, al parecer su estómago lo hizo primero con un pequeño gran gruñido.
Seguro que en su interior le causó gracia — Eso responde a mi pregunta.
— Y-yo lo siento Gaara, — "Qué vergüenza" — no era mi intención.. — "Tengo que escapar de esta situación" — ¿Qué te parece si mejor vamos al ramen de Ichiraku? Dejé a Naruto ahí
Se sorprendió un poco — ¿Naruto está ahí? — Sus pensamientos se vieron interrumpidos por otro gruñido — Mejor vamos Makoto.
Ni siquiera podía ver a Gaara a la cara, se moría de vergüenza.
