Sabina
El sol calienta mi piel morena, menos mal no me olvidé del protector solar.
Un sobrero descansa sobre mi cabeza y unos lentes de sol en mis ojos.
Embozo una sonrisa por la tranquilidad del sonido del mar y los pajaritos cantando a lo lejos me provoca.
Hoy cumplo veinte años.
Oficialmente soy una veinteañera.
—¡Ahí está la cumpleañera!
Caleb junto con Florencia se acercan a mí con una sonrisa y con bolsas en sus manos.
—¡Feliz cumpleaños mi amor! No te digo que cumplas muchos más por que más te vale que lo hagas.
—Que lindo recibir amenazas en el día de mi cumpleaños.
Digo con sarcasmo.
—Ignóralo, mira lo que te compramos, ¡yo también te deseo un feliz cumpleaños mala compañera de tragos!
Río antes de agarrar las bolsas que me extienden.
Primero agarro la bolsa que dentro tiene una caja blanca mediana con un lazo rosa.
—Ese es el mío. Espero te guste.
Miro de reojo a mi novio por mientras que desato el lazo y él se dedica a morderse los labios, eso hace cuando está nervioso.
Abro finalmente la caja, encontrándome con una pulsera de plata que lleva muchas figuras pequeñas. Tiene una luna, un sol, un corazón y una estrella.
—¡Es preciosa, gracias!
Salto a sus brazos y le deposito un beso en los labios.
—¡Ey! ¡Que aún falta el mío!
Se queja Flor.
Agarro la otra bolsa que contiene una caja con un lazo morado.
—Ojalá te guste porque sino me habré estresado por nada.
Sonrío antes de abrir y encontrarme con un diario con hojas blancas y de color plateado.
—Para que escribas todos tus secretos o chismes y no te olvides contármelos después.
Niego con la cabeza riendo.
—Muchas gracias, lo aprecio mucho.
Ella hace un movimiento con la mano restándole importancia.
—¿Y los demás?
—Nos están esperando en el restaurante que reservamos.
Asiento.
—¡Cierto, tenemos que arreglarnos corre o nos matarán si tardamos demasiado!
Flor me agarra de la mano y me lleva corriendo hacía el lugar donde nos estamos quedando mientras Caleb nos sigue caminando atrás.
Después de finalizar salimos del hotel para ir.
Yo llevo puesto un vestido que me llega a las rodillas y que se me ajusta a la cintura, de color rojo junto con unos zapatos negros. Mi cabello suelto y un maquillaje natural. Flor en cambio lleva un vestido de color amarillo junto con unos zapatos blancos y sus rulos en dos colitas a los lados.
—¡Wow! ¡Espérenme que me arrodillo!
Flor y yo reímos del comentario de Caleb, quien lleva ropa formal de color blanco.
—Si es para llevarme en tu espalda está bien, por que ni ganas de caminar.
Responde Flor.
Caminamos hacia el restaurante y notamos varias miradas por el camino, pero ella y yo las ignoramos totalmente.
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Atracción Prohibida ©
FantasyCOMPLETA. Al principio pensé que sería algo pasajero, que se me iba a pasar con el tiempo el sentimiento por ella. La novia de mi hermano. Pero me di cuenta que me había equivocado cuando con cada día que pasaba esos sentimientos se fueron intensifi...
