Tras segundos de silencio absoluto, Allyson encontró la forma de articular alguna palabra.
—¿Qué estás haciendo aquí?
Hubiera querido que, al verlo por primera vez después de meses, al menos pudiera mantener el tono de voz estable o al menos poder decir algo inteligente. Por desgracia, los nervios le fallaron.
La expresión de Dave no cambió ni un poco. Para estar apareciendo frente a su puerta cinco meses después de haberse marchado, parecía bastante calmado, pero no respondió.
—¿Qué estás haciendo aquí, Dave? —repitió, cruzándose de brazos para ocultar el temblor en sus manos.
No iba a mentir. Ver a Dave después de tanto tiempo no era algo que la pusiera loca de contenta, sin embargo, le impactaba y provocaba en ella ciertas sensaciones que no quería detenerse a analizar. Tampoco tenía intención de fingir que no lo había extrañado. Era una rara mezcla entre sorpresa, frustración y alivio.
Él se llevó su mano derecha hasta el cuello y le dedicó una sonrisa que desapareció antes de que Allyson pudiera asegurarse de si realmente la había visto o solo fue producto de su imaginación.
—Yo... humm... yo... —cambió el peso de su cuerpo de una pierna a la otra y carraspeó— ¡Dios, no lo sé! Quería hablar, supongo.
Allyson lo observó en silencio y enarcó una ceja. ¿Hablar? ¿En serio?
—Deja ver si lo entiendo: tengo meses sin saber de ti, no has dado señales de vida, no llamado, ni escrito y apareces justo hoy para hablar. ¿Tengo que preocuparme por ti? No sé, ¿Estás usando alguna droga rara o algo?
—No necesito usar drogas para querer hablar contigo, Allyson —replicó Dave, acercándose solo un paso, aunque a ella le pareció mucho más—, he querido hacerlo durante todo este tiempo.
Allyson apretó sus brazos a su alrededor y lo miró a los ojos, eso era mejor que observar cualquier otra parte de él e intentar identificar todas las cosas de Dave que habían cambiado en el tiempo que llevaban sin verse. Por ejemplo, el hecho de que su cabello estuviera más corto.
—Pues no te vi intentarlo —no quería que sus palabras sonaran como un reclamo, pero tan confuso como pudiera resultar, eso eran.
—Me dijiste que pusiera en orden mi vida y eso hice.
Ella no estaba segura de qué significaban aquellas palabras viniendo de Dave y tampoco estaba muy segura de lo que significaba su visita, pero no pensaba preguntarlo. Como ella lo veía habían cosas más importantes, el hecho de tenerlo frente a ella e intentar contener las ganas de abrazarlo ya era suficiente.
Descubrir que las ganas de besarlo no habían cedido incluso después de tanto era frustrante y decepcionante. Si le hubieran preguntado por Dave cinco minutos atrás habría jurado con una mano sobre el pecho que aquel hombre era tema superado, pero nada más verlo y se encontraba cruzando los brazos y apretando los labios solo para evitar tocarlo.
—Te extrañé —agregó Dave al cabo de unos pocos segundos en los que el silencio se adueñó del lugar. Allyson sintió ganas de gritar que también ella, pero una vez más se contuvo. Si, lo había extrañado, pero, de hecho, la razón por la que no estaban juntos seguía existiendo.
—Yo... —escuchó un ruido proveniente de la planta alta y recordó que había dejado a Sarah en su habitación unos minutos atrás— Necesito que te vayas, Dave, estoy ocupada ahora mismo y... Esta conversación no tiene mucho sentido. Deberías estar en casa, con tu familia y yo debería seguir con mis cosas — es decir, a ver una película aburrida hasta los huesos con una loca obsesiva—. Ya nos veremos otro día.
ESTÁS LEYENDO
Y ahora ¿Qué piensas? (YAQH 4)
ChickLitAllyson George es alocada y extrovertida, y lleva toda su vida obsesionada con el único hombre que no parece interesado en ella: el hermano mayor de su mejor amiga. Dave Henderson. Ocho años parecía mucho tiempo para pasarlos enamorada de alguien re...