A lo largo de su vida, Allyson había aprendido muchas cosas, pero la principal, la que veía cumplirse cada día pasara lo que pasara, era que todas las acciones tenían consecuencias. Lo había visto en otros y en ella misma demasiadas veces y justo en ese momento, lo comprobaba vergonzosamente una vez más.
De su excursión bajo la lluvia sacó dos cosas: la primera, una molesta tos que la tenía al borde de la desesperación y que ya se había encargado de atacar, más de una vez, con todos los jarabes y pastillas que encontró por la casa. La segunda, la irremediable partida a mejor vida de su celular Y ni siquiera sabía por qué no se le ocurrió que si dejaba que el gran diluvio cayera sobre ella, mientras tenía el teléfono en los bolsillos, eso sería un problema. El punto era que ya no tenía vuelta atrás.
Por otro lado, de su beso con Dave, obtuvo otras tantas consecuencias, podría enumerarlas: obviamente, consiguió un beso, y eso estuvo bien, incluso se atrevía a decir que podría enmarcar ese beso y colocarlo sobre su chimenea, pero solo fue hasta que su mente racional, que pocas veces hacía acto de presencia, calculara lo que sucedía.
Le jugó sucio poniendo en su cabeza los recuerdos de esa noche en que le confesó sus sentimientos a Dave, cuando él la apartó diciéndole que algo entre ellos nunca pasaría por mucho que lo intentara y la idea de que eso volviera a pasar la aterró. Entonces consiguió algo más; una escena en la que huía de Dave y se encerraba en su casa al más puro estilo Hollywood. Muy patético, si, pero nadie podía culparla por tener miedo a ser rechazada una vez más.
Después de eso también había conseguido toda una noche sin dormir, que dividió en rememorar cada segundo de ese beso, cada movimiento de sus labios y cada toque que le había hecho arder la piel... Y, por otro lado, reprocharse por su actitud de adolescente loca.
Despertó al medio día de Nochebuena solo para darse cuenta de que su auto ya estaba aparcado frente a su casa; limpio, reluciente y con olor a chicle. Las llaves fueron deslizadas por una pequeña ranura de la puerta principal y no estaba segura de poder explicar cómo eso la hacía sentir, ni siquiera estaba segura de saberlo.
La noche anterior ella y Dave habían tenido su mejor cita hasta el momento, se besaron y al día siguiente él dejaba su auto allí sin siquiera saludar.
Bien, no le importaba. Tampoco le importaba estar mintiendose de manera descarada acerca de no importarle. Se preparó el desayuno mientras la molesta voz de su conciencia le decía que tal vez así debían de sentirse alguno de los chicos con los que había salido, cuando desaparecía y dejaba de contestar sus llamadas, cambiaba de número u obligaba a Owen a fingir que había muerto, pero en su defensa podría decir que al menos ella no aprecia a hurtadillas por sus casas y no saludaba.
Pasó el resto del día rodando por su casa. Comiendo solo por mantener las manos quietas, durmiendo para no torturarse pensando tonterías. Vio tres películas navideñas e incluso puso un calcetín en la chimenea para darle un poco de espíritu a la casa. A media tarde recibió una llamada de skype de sus padres, su madre le dio detalles de que tal iban las cosas y le confirmó sus planes de volver a finales de enero. Una hora más tarde tuvo una video llamada con Owen, que también le contó cómo le iba con su amigos por las montañas, de cómo un perro había mordido a Jhony (Allyson no tenía idea de quién diablos eran ni Jhony ni el perro) y de que esa noche tendrían una fiesta.
Terminó con Owen poco antes de las nueve de la noche y pensó que tal vez era un buen día para irse temprano a la cama, pero al parecer, para lo que realmente era un buen día era para las video llamadas, porque pocos minutos después, recibió una de Penny.
Mentiría si decía que no esperaba que su mejor amiga intentara contactarla, habían hablado el día anterior mientras trataba de obtener más información de la necesaria acerca de su cita con Dave y Allyson le hacía entender que no tenía ganas de pasar la noche buena y navidad con ella y su familia, como años atrás. Allyson sabía que Penny no olvidaría que esa conversación había quedado pendiente, al menos para ella.
ESTÁS LEYENDO
Y ahora ¿Qué piensas? (YAQH 4)
Literatura FemininaAllyson George es alocada y extrovertida, y lleva toda su vida obsesionada con el único hombre que no parece interesado en ella: el hermano mayor de su mejor amiga. Dave Henderson. Ocho años parecía mucho tiempo para pasarlos enamorada de alguien re...