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Jimin levantó la mirada, observando a distintas direcciones, dando un vistazo a esa pequeña rendija, pudo notar los pequeños tornillos que se hallaban en ese pequeño pedazo de chapa, tomó la silla que se encontraba en un rincón, ubicandola abajo de la rendija, se subió sobre ésta, para poder divisar que nadie se hallara del otro lado de la pared. Pudo ver entre esas pequeñas rendiduras, una mujer peli roja un tanto inconsiente sobre la camilla, y a unos dos metros, una pequeña, al parecer "cuna", pero no podía ver bien, de si de eso se trataba, como no vió a nadie custodiando aquella puerta de metal. Tomó el destornillador para comenzar con presicion a sacar aquellos tornillos de cada esquina, tan pronto vió salir el último de ellos. Sacó suavemente la pequeña chapa dejándola sobre el suelo con precaución, tratando de no realizar ruido.
Era muy estrecho la verdad, y le preocupaba que su cuerpo no cabiera, pero debía intentarlo.
Trató de alguna forma escalar la pared, ya que no sabía como ubicar su cuerpo, quizás lo mejor era pasar sus piernas, y luego lo demás. Se sujetó de un cayó que se hallaba arriba, para poder subir sus piernas sobre la pequeña ventanilla, atravesandola, sentía su cuerpo muy pesado, más cuando la mitad de su cintura ya estába del otro lado de la pared, sus pies trataban de tocar algo en el que sostenrse, pero no hallaba nada, hasta que sintió el sonido de una caminada acercarse a él, el simple hecho de no poder ver quien era le preocupó, cerró sus ojos, asimilando de que lo habían atrapado. Sib embargo, sintió como sus pies tocaron un material resistente, no sabía que estaba sucediendo, pero lo que deseaba era salir rápido de allí. Se apresuró y manobreo su cuerpo hasta, sacar su cabeza completamente. Suspiró tranquilo al ver que ya se encontraba del otro lado de la habitación.
Al ver hacía ella, se sorprendió al ver el cuerpo de la chica adelante del suyo a unos pocos metros. Ella se veía un tanto asustada, sus ojos estaban muy inchados y rojos, llevaba un vestido largo blanco.
Jimin observó hacia atrás, viendo el cajón, el mismo aquél, el cual había podido recargar su cuerpo, allí pudo comprender que ella lo había puesto allí. Lo había ayudado. ¿Pero por qué?.

-Tú lo pusiste -dijo comprendiendo, sin embargo no entendía la razón. Ella asintió y se alejó un poco más de él.
-Yo... Yo quise ayudarte - contestó.-Deberias huir, Victoria te puede encontrar- avisó señalando la pequeña ventana.
Jimin no entendía, porque ella si se había percatado de aquella ventana, no había huido antes. El se acercó a aquella ventana, y la abrió rápidamente, destrabando la pequeña cerradura. Observó bien, y notó que nadie se hallaba allí. Pero nuevamente observó a la chica, quien lo miraba espectante. Jimin suspiró, y la cerró.
Ella lo miró sin comprender.
-Debes venir conmigo- dijo acercándose a ella, pero ella se negó rápidamente, alejándose de él.
-No no, no puedo-negó repetidas veces.
-Se que no me conoces, pero me ayudaste, y nadie se merece ésto, no tengas miedo ambos saldremos de aquí- explicó el, tratando de converselo.
-Jimin, yo no puedo- negó. El rubío se sorprendió, cuando escuchó su nombre. ¿Cómo sabía ella?- Yo no puedo, yo...- dijo abriendo los botones de su vestido. El rubío no entendía nada la acción, pero aún más, cuándo vió una armadura sobre todo el abdomen y pecho de la chica, con miles de artefactos y cableados sobresalir, y una pequeña luz roja tintilear. Los malditos habían puesto una bomba sobre ella.
-Si trató de salir por aquella ventana, explotará por completo- dijo entre lágrimas en sus ojos. Jimin sintió un fuerte nudo, tomar su garganta, éstas personas son una basura.
-Yo no sé que decir, quiero ayudarte, pero no sé como...-
-Si puedes ayudarme- habló ella, Jimin escuchó atentó, tratando de entender a que se refería.- Mi bebé, mi bebé está allá - señaló, el rubío dudó un poco con acercarse. Sentía que posiblemente podría ser una trampa, pero observó su rostro, y no parecia tener maldad en ellos, al contrario mostraban una sinceridad. Cuando estuvo cerca de la pequeña cuna, pudo ver a un pequeño bebé sobre ésta, el cual dormía profundamente, tapado con una manta azúl. Jimin sintió en su interior como se ablandaba, al ver el niño. Quería cargarlo, observó a la jóven, viendo si ella daba su concentimiento, ella entendió rápidamente, y asintió, dándole a entender a que lo hiciera. El extendió sus brazos, cargando al niño entre sus brazos, cubriendo su cuerpo con la manta.
Se acercó a ella, quien sonreía sin desviar su mirada del niño.
Jimin lo acercó a ella, para que lo pudiera tocar, la peli roja acarició los pequeños cabellos castaños. El rubío observaba todo, y sentía sus ojos arder, la situación era espantosa.
-Jimin, se que no sabés quien soy, yo tampoco sé mucho de tí. Pero he escuchado a Yoongi hablar de tí.
Quizás ésto sea una locura y lo más arriesgado que puedo hacer, pero quiero que te lleves a mi bebé.
Jimin, quedó un poco perplejo.
-Te lo pido por favor, tengo miedo de que lo vendan, no quiero eso. Ellos lo dañaran si permanece aquí. ¿Puedo confiar en tí?- preguntó ella, tapando nuevamente al bebé, dejando un beso en su frente.
Jimin estába indeciso, era algo muy arriesgable, observó nuevamente el bebé, y todas aquellas dudas se esfumaron, como si de arte de magia se tratase.
Era un niño, el no podía hacerle eso.
-Lo haré, puedes confiar en mí. Prometo que el estará bien, yo me encargaré.- respondió seguro. Ella iluminó sus ojos al escuchar aquello, su hijo era su mundo. Y deseaba que el fuere libre.

"Alas Negras 2" Kookmin/Jikook (MAFIA). Segunda temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora