-¡¡¡Rápido, rápido!!!- gritaba la enfermera, mientras los paramédicos bajan al bebé sobre la camilla, tratando de ser precisos en la acción.
Por detrás corrían todos lo demás, entrando por los pasillos de ese gran hospital. Mientras un doctor se acercaba a impeccionar.-Park... ¿Qué pasó?- habló el hombre, viendo a su colega, y en la camilla a un pequeño niño.
-Señor Jonh, el bebé tiene 15 días de vida, probablemente. Sufrió una caída de una piscina, a varios metros, mi esposo me ayudó a sacarlo, pero no mostraba signos vitales, le realicé RCP, y pudo regresa a la normalidad, sin emabargo su presión arterial es baja.- explicó, mientras su superior ponía su estetoscopio, escuchando las palpitaciones bajas. Lo que no esperaba fuese que el monitor cardíaco, comenzará a sonar. Jimin se alerto al ver los números en rojo.
-Señor el ritmo cardíaco descendió, es de solo 90 latidos por minuto, inferior a 120- avisó el paramedico.
-¡Hay que llevarlo para urgencias!- dijo corriendo, siendo seguido por los chicos.-No te preocupes Park, trataremos de hacer todo lo posible por estabilizarlo- explicó.
Jimin asintió, viendo como el pequeño era llevado a esa habitación.-Jimin- habló Jungkook por detrás, siendo recibido por los brazos, del contrario, uniendolo a un abrazo.-Estoy mojado cariño- dijo preocupado a que el rubío se engripara o algo por el estilo.
-No te preocupes, solo quiero tenerte conmigo-avisó sin despegar ambos cuerpo, manteniendo fuerte su agarre, mientras el peli negro, aseguraba sus brazos en su cintura.
-Disculpe doctor Park...- habló una enfermera, haciéndo separar a la pareja.-Puede pasar a habitación de primeros auxilios- explico ella. Jimin asintió en forma de agradecimiento.
-Curaré tús heridas, ven- ordenó el rubío, caminando adelante de Jungkook, siendo seguido por éste.
Ambos entraron a la pequeña habitación, la cual estaba llena de distintas medicinas y artefactos que utilizaban en el hospital.
Jimin se acercó a la pared, tomando un botiquín rojo, abriendo el candado de éste.
-¿Qué pasa cariño?- preguntó notando la mirada apagada de su amado.
-¿Y si no logran estabilizarlo?- habló, sintiendo un pequeño pinchazo en su pecho.
-No digas eso, se optimista. Todo saldrá bien, lograste que volviera hoy, ahora ellos se encargarán, de estabalizarlo por completo- explicó, observandolo a los ojos. Odiaba ver lágrimas en su rostro, era tan bello, como para que esas gotas bajaran por sus mejillas.
-No sabés cuanto te extrañé- habló, viendo como el contrario besaba su frente, y secaba con las yemas de sus dedos, las lágrimas.
-Yo igual bebé. Tenía miedo de que algo te hicieran esos malditos- habló, levantando las manos del contrario, viendo el morado oscuro alrededor de éstas.
El rubío podía sentir como el peli negro se tensaba, y mantenía una mirada seria, mientras acariciaba con delicadeza sus manos.
-No te preocupes...solo duele poco- explicó con voz baja, viendo como el contrario dejaba un tierno beso en ellas.
-¿Cómo fueron capaz de lastimar a un ángel como tú?- habló, tocando la mejilla carmesi de su amado. Quien cerraba sus ojos al suave y caliente tacto de su piel.
-¿Cuándo será el día en el que seamos felices?-preguntó, preocupado. Cansado de las desgracias por las que pasaban. Siempre había algo que los separaba, era como si todo el mundo estaba en su contra.
-Desde ahora, prometo que seremos felices. Ya nada se interpondrá entre nosotros, sin importar que nos quieran separar, el destino siempre nos unirá nuevamente, y si no es así, yo haré todo lo posible por tenerte conmigo, tú fuiste mi _ángel_ y yo quiero ser el tuyo.- habló, con sinceridad. De forma honesta.
-Ya lo eres, siempre me proteges, desde el primer momento, que nos vimos. Fuiste mi ángel, tú me salvaste... Me alejaste de ese mundo horrible.- explico sincero. Jungkook había sido la persona más altruista y encantadora, que había chocado con su vida. Convirtiéndose en todo su ser. Siendo esa parte del rompecabeza, que lo hace felíz.
-Te amo, bebe- habló, sintiendo la gran necesidad de besar a su novio. Y así lo hizo, de esos besos sinceros, que ellos siempres se daban. Precisos, parecía que ambos labios encajaban perfectamente.-¿Asi que soy tú esposo?-
Pregunto con voz pícara, en el oído del rubío. Quien sonrió sintiendo el cálido aliento, sobre su cuello. Sin importar el tiempo en el que están juntos, o la intimidad que tienen. Aun así una caricia, un tacto, o un suave aliento, crea una reacción en el cuerpo de Jimin, como desde la primera vez.
-¿No quieres serlo?- preguntó, espectante por la respuesta.
-Mm... ¿Te volverás muy tóxico si nos casamos?-preguntó divertido. Besando el puchero que había formado su amado.-Claro que me casaría contigo, amor. Una vez que ésto se calme, sera lo primero que haremos- explicó.
Jimin sonrió feliz por aquella idea, era algo que ambos querían, y ya habían esperado tantos años. Sólo deseaba que todo se calmara.
Mientras era observado atentamente por su novio, quien tenía la mirada perdida en sus acciones.
"Tan perfecto" pensaba Jungkook en su mente. Viendolo totalmente encantado.
-Mi doctor favorito- alagó con una sonrisa, viendo la precisión de las acciones. Al tanto de unos minutos, ya había acabado.
-Listo-
-Gracias amor- dijo plantando un beso en sus labios.
-Es lo menos que puedo hacer por mi hombre- dijo besándolo de igual forma. Tiempo después ambos salieron de la habitación.
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"Alas Negras 2" Kookmin/Jikook (MAFIA). Segunda temporada
Random"El camino sigue". Es la frase que Jimin se repite todos los días, luego de todo lo sucedido. "Es hora de volver". Es lo que se repite Jungkook, preparándose para su vuelta. Nota: Para comprender mejor la historia, es necesario y recomendable, leer...