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Capítulo 8: Esa pareja.

Martes (dos semanas después).

Era oficial. Ya todo el mundo se había enterado de que Shikamaru Nara y Temari No Sabaku estaban saliendo. Todos los estudiantes estaban convencidos de que toda la situación de los chismes fue una movida por parte de Temari para asegurarse de que no fueran a meterse con su novio y, de paso, reírse un rato, pero abandonó el juego cuando las cosas se pusieron serias y la reputación de Shikamaru peligró.

Temari y Shikamaru lograban revolucionar toda la preparatoria por separado y ahora que estaban juntos eran lo único de lo que se hablaba. Además, a los ojos de los alumnos de Shinobi, el sentimiento entre los dos era intenso y su química innegable; se notaba a leguas que estaban perdidamente enamorados…

Pero, recordemos: eso era a los ojos de los ingenuos estudiantes de Shinobi.

La realidad era que tanto Shikamaru como Temari se burlaban de esa estúpida relación cuando estaban fuera de la escuela. Todas sus miradas, sus interacciones, incluso los besos, todo era una mentira; otro éxito para la lista de hazañas de Temari.

Esa mañana, Temari volvió a llegar con Shikamaru. Él condujo hasta la escuela y entraron caminando juntos. Ella estaba agarrada de su brazo mientras conversaban. Se reían, él no paraba de sonreírle. De repente, se dieron un beso corto y Temari se soltó de su brazo. Se alejó, debía ir a clase al igual que el resto de personas que la estaban mirando.

—Son muy malvados —comentó Neji a Shikamaru, estaba detrás de él con Naruto.

—Supongo que se me contagió la maldad de Temari No Sabaku —dijo Shikamaru con una sonrisa y se encogió de hombros.

—Eso parece —murmuró Naruto por lo bajo y luego agarró de los hombros a sus dos amigos—. De acuerdo, estuve pensando en una idea para agregarle más picante a este jueguito de maldad, así es, lo malvado se me contagió a mí también.

—Eres un idiota —Shikamaru se rió—. Habla.

—¡Temari!

La rubia iba caminando muy tranquila hasta que oyó que alguien la llamaba. Esa voz se le hacía conocida y no le gustaba mucho de quién se trataba. Puso los ojos en blanco y expresó su incomodidad silenciosamente para luego pintar la expresión de amabilidad más falsa de la tierra y darse la vuelta.

Frente a ella se encontraba una chica pelirroja, de su misma edad y altura similar, tal vez uno o dos centímetros más baja. El cabello le llegaba hasta la cintura y su largo flequillo lacio tapaba uno de sus ojos marrones. ¿Su ropa? Sencilla, no muy a la moda, pero tenía estilo. Un lindo jean oscuro de pata ancha y un top negro que escondía con una chaqueta del mismo color, una talla más grande que la suya. No llevaba tacones o zapatos de ese estilo, esa chica siempre usaba alpargatas, en este caso eran blancas.

Su estilo era todo lo contrario al de Temari que ese día había optado por colocarse una remera corta de color blanco y una falda de cuero que le llegaba por encima de la rodilla. Cómo siempre, usaba tacones, los de hoy eran negros y combinaban con su falda y su bolso.

Se dibujó una sonrisa en sus brillantes labios bañados en lip gloss rosado.

—¡Tayuya! —exclamó con emoción fingida—. Qué lindo verte por aquí, justo me agarraste apurada.

—Lo sé, es que yo también estaba yendo para allá y te vi caminar. No pude evitar saludarte —respondió la pelirroja con una sonrisa tan falsa como la de Temari.

Era evidente el odio entre las dos, pero en público se trataban como viejas amigas entre las cuales no había rencores, lo que era totalmente errado.

—Ah, ¿qué clase tomas a esta hora? —preguntó Temari, aunque la respuesta no le interesara en lo más mínimo.

Yo NO me acosté con Shikamaru Nara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora