Yo NO me acosté con Shikamaru Nara.

#16 (smut)

Capítulo 16: Descontrol.
(Smut al comienzo del capítulo).

Encerrados en el cuarto y con sus instintos nublados, Temari le mordió los labios agresivamente a Shikamaru mientras se desnudaba lo más rápido que podía. Se quitó el cárdigan que tenía puesto y lo lanzó, luego se quitó los mini shorts de su pijama y empujó a Shikamaru contra la cama, lo desnudó a él también. Como pudo, lo dejó en bóxers y comenzó a moverse sobre él aún con algo de ropa puesta.

—Estás desesperada hoy —comentó con una sonrisa socarrona.

—Estoy enojada —contestó Temari y le lamió el cuello—. Y quiero que sepas que me estoy desquitando contigo.

—Muy lindo de tu parte hacerme saber que me estás usando para desahogarte —murmuró Shikamaru molesto.

—¿Te crees que me importa? —preguntó Temari con el entrecejo fruncido—. Una buena tarde de sexo duro me va a salvar de caer en la depresión, así que date prisa, haz algo divertido —demandó.

Shikamaru rodó los ojos y cambió la posición, ahora ella estaba debajo suyo y él tenía total control de la situación. Se tomó unos cortos segundos para mirarla. Semidesnuda, el rostro enrojecido por el calor y su ira y comiéndolo con tan sólo su mirada.

Empezó a estimular sus senos por encima de la finita tela del top de su pijama. No traía el sujetador puesto así que sintió sus pezones erectos y los acarició. Le quitó la prenda de arriba y comenzó a tocarla. Su mano derecha estimulaba uno de sus senos, mientras que su lengua jugaba con el otro. La pellizcaba y mordía con agresividad como ella se lo pedía entre sus gemidos. Mientras alternaba el estímulo de sus pechos entre sus manos y su lengua, acercó su rodilla a la entrepierna de Temari y comenzó a acariciarla.

—Uhm, Nara, sí… —gemía la rubia.

Le encantaban ese tipo de atenciones por parte de Shikamaru y le costaba mucho hacerse a la idea de que tarde o temprano lo tendría que dejar ir si quería preservar su amistad con Ino.

Después de un rato, la lengua de Shikamaru viajó hacia la entrepierna de Temari y la desnudó por completo. Le quitó las bragas y se mordió el labio al notar lo mojada que estaba. Las primeras partes que lamió fueron sus labios externos y luego empezó a meterse en su interior con lentitud.

Esa lengua larga la degustó como si se tratara de un caramelo. La hizo gemir de manera escandalosa, y desearlo con locura. Algunos dedos fueron introducidos dentro de ella a la vez que sintió cómo la mordía. Shikamaru se lo hacía tan bien como nadie más, su tacto eran tan delicioso a tal punto que le daban ganas de llorar del placer.

—Ya lo quieres, ¿o no, rubia? —preguntó Shikamaru casi como si fuera una afirmación.

Él estaba absolutamente desesperado por tenerla, por hacerla suya y tener toda su atención. Temari asintió y gimió un indiscreto «sí» como respuesta. Esa fue luz verde para Shikamaru, así que aprovechó y elevó su rostro.

—Abre más las piernas, No Sabaku —exigió Shikamaru.

Temari lo miró con las mejillas sonrojadas de la vergüenza que sentía por dejarse dominar por ese hombre, pero su deseo de descargarse era más fuerte así que hizo lo que él le mandaba.

Shikamaru se acomodó entre sus piernas y entró en ella de la manera más ruda e inesperada que pudo.

—Te detesto —gimió Temari arañando su espalda.

—Es bueno saber que el sentimiento es mutuo —jadeó Shikamaru sobre sus labios.

Se fue moviendo dentro de ella rápidamente. Estaba siendo agresivo, casi tanto como las palabras de Temari. ¿Estaba enojada? ¿Quería desquitarse? Bueno, él se encargaría de dejarla rendida en la cama del cansancio.