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Capítulo 12: Locas.

—Oh, mierda —exclamó Shikamaru saliendo del interior de Temari—, ¿cómo es que eres tan buena en esto?

—Lo que pasa es que soy consciente de mis atributos y habilidades y tomo provecho de ellos para enloquecer a cualquier hombre con el que esté, soy una belleza excepcional que los vuelve locos y lo sé —explicó la rubia recorriendo los hombros de Shikamaru con sus dedos.

—Eres malvada —comentó Nara—, pero una diosa en la cama.

—¡Por supuesto que lo soy! —dijo Temari con una sonrisa presumida—. Deberías saber que si tienes sexo conmigo, no vas a metérmela, yo me la meteré sola, te montaré y pasarás la mejor noche de tu vida. Son hechos.

—Me he dado cuenta —rió Shikamaru—. ¿Deberíamos…?

—¿Vestirnos y hacer cosas realmente importantes? —agregó la rubia y lo meditó unos momentos—. Sí, pero no tengo ganas.

—¿Quieres un round más? —preguntó Shikamaru impactado—. Vas a arruinarme, rubia. Tres veces en menos de dos horas es extremo, ¿y aún quieres una más?

—Ja, novato —Temari se rió—. No creas que te irás de esta casa hasta que no termine de satisfacer mis deseos…

—¿No estás satisfecha aún? Eres insaciable —dijo Shikamaru.

—De hecho, ya tuve lo que necesitaba, pero te seré sincera: quiero más —contestó la rubia con una sonrisa traviesa.

—Pero qué fastidio…

Comenzaron a besarse de nuevo, con ese desespero y locura con el que se estuvieron tratando el último rato. El éxtasis que sentían cuando había fricción entre sus cuerpos les era imposible de explicar, era la primera vez que sentían esa chispa en la cama, algo que no habían experimentado con otras parejas sexuales.

—¡Temari! ¿Estás ahí? ¡Necesito pedirte prestado algo!

El grito que provenía del otro lado de la puerta era de Kankuro. El ambiente sensual se fue a la mierda, Temari rodó los ojos con intenciones de que se fuera para poder seguir haciendo lo que quería.

—¿No estabas en tu clase de Básquetbol? —preguntó fastidiada.

—Sí, pero necesito mi desodorante y no lo encuentro —explicó el castaño.

—¡No me jodas! Pide uno prestado allá —dijo Temari molesta—. Vete, estoy ocupada y me desconcentras.

—¿Estás planeando una nueva manera de arruinarle la vida a Nara?

—¡Sí, estoy planificando cómo lo voy a ghostear luego de montarlo y volverlo loco! ¿Quieres oír? —gritó Temari. Shikamaru la miró indignado.

—¡No, qué asco! Nos vemos en la noche —dijo Kankuro asqueado.

—Excelente, te quiero fuera de esta casa —resopló Temari—. Ahora… ¿en qué estábamos? —Su tono se volvió sensual.

—¿Quieres ghostearme luego de esto? —preguntó Shikamaru alzando una ceja.

—Idiota, lo decía sólo para sacarlo de aquí.

—Entonces no veo por qué detenernos… —murmuró Shikamaru besando la espalda de Temari, en búsqueda de la cuarta contienda que sus cuerpos pedían a gritos.

Lunes (dos semanas después).

—¡Noticias de hoy! ¡Neji Hyūga y Tenten Amma están saliendo! ¡Es oficial! —gritaba un chico por los pasillos.

Yo NO me acosté con Shikamaru Nara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora