𝐂apítulo 10

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  ◌ ⭐️˴ La estrella más pequeña   . ˚

Shei 18 años.

Esa noche fue en la que me entregue a Erick y al final recibiría aquellas palabras de el, realmente lo desconocí cuando me dijo eso, lo que no entendía es el porque cuando nuestros besos se mezclaron y nuestros cuerpos fueron uno, el solamente me dijo aquello. Escuche su auto cuando salió de casa, se que con esto perdí completamente a Erick, lo perdí todo.

Con esas pocas ganas me levante de la cama envolviendo mi cuerpo con esa sabana, cuando fuí al baño me miré al espejo notando las marcas que Erick había dejado, eso me traería problemas y muchos. Dejé caer aquella sabana y entre directamente bajo aquella regadera, al abrir las llaves, las gotas de agua empezaron a mojarme completamente quitando ya como tal el sudor de la noche anterior, en esos momentos me preguntaba el porqué hice eso, me abrace a mi misma y resbale mi cuerpo sobre la pared hasta después quedar abrazando mis rodillas, ocultando mi rostro entre el hueco de mis brazos.

— El se irá y entonces me quedaré aquí... son 9 años de amistad perdidos...

Entonces no lo soporte más, las lágrimas caían recorriendo mis mejillas mientras me mantenía de esa manera, agradecí que mamá no estaba en ese momento porque si era eso se que tendría bastantes preguntas.

Salí de aquella regadera después de una hora aproximadamente, al salir bien de ahí fuí a mi habitación donde tome un conjunto que me cubriera el cuello evitando mostrar esas evidencias, aunque por un momento voltee en dirección de la cama logrando notar el celular de Erick el cual tenía llamadas perdidas y todas eran de su madre, fue solo impulso que logre desbloquearlo y notar aquel correo que daba el mensaje de que había sido aceptado en la universidad de New York, entonces nada era mentira, el realmente se iría. Salí corriendo de mi habitación y fuí directo a la salida de mi casa, mis pies se movían e iban en dirección de la casa de Erick, su casa no estaba tan lejos pero si lo suficiente para cansarme al ir corriendo. Cuando llegue lo mire y su madre estaba hablando con él, no se exactamente porque o de que pero ella se notaba molesta, Erick se veía igual, ambos eran un espejo que básicamente reflejaban que ambos eran del mismo temperamento, sus hermanas también estaban ahí pero ellas solo estaban desde la puerta de su casa.

Mis pies nuevamente se movieron para caminar hacia donde el estaba, note que ellos se percataron que me acerque a lo que me quede ese silencio y ambiente tenso permaneció, el giro hacía mi y relajo su entrecejo, suspiro de una manera pesada y se acercó a despacio hacia mi.

— Erick, no hemos terminado esta discusión. -hablo mientras el solo camino hasta quedar cerca de mi, una de sus manos se deslizó por mi mejilla y aparto los mechones húmedos, estaba confundida por el actuar que ahora tenía. El se incorporo y una de sus manos se deslizó hacia mí cintura rodeando esa misma de mejor manera, hasta que después centro su mirar en la señora Rommonslov, realmente no entendía nada.-

— si te interesa saber, no escape en la noche por ir con Sikai, estuve en casa de Shei. Pasé allá la noche.

Abrí mis ojos con sorpresa y sus hermanas se habían quedado boquiabierta, su madre por ese momento relajo su entrecejo y me escaneo a mi, de ella pude notar que esa sonrisa se aparecía, esa que presumía estar orgullosa, algo me decía que ella detestaba a Sikai al igual que yo. Aunque después reaccione y mis mejillas se pusieron rojas, ella sabía que estuvo conmigo.

— Pero aún así, el que esto sucediera no me va a impedir el querer irme con Sikai a New York, ella irá conmigo estés de acuerdo o no. -entonces esa sonrisa se esfumo de ella y también de mi, junto a ese rubor, su mano se aparto de mi y simplemente aproveche para tomar su mano y entregarle su celular-

— lo olvidaste y yo solo vine a dejarte esto. -suspire y después de aquello me puse delante suyo para que se concentrará en mi- — Leí ese correo, buena suerte en New York.

Murmure y tanto el como su madre abrieron sus ojos en grande, el miró rápidamente su celular y noto que el mensaje estaba ahí, que nada era mentira, pasó una de sus manos por su rostro y seguido a eso pude escuchar ese suspiro de alivio. Me miró, lo miré, nos miramos, el tenía esa gran felicidad en su rostro y yo solo tenía esa sonrisa a medias, estaba feliz por el pero no por lo que sucedería después.

No tenía mucho que hacer y por eso preferi solo alejarme mientras ellos cuatro hablaban, no notaron el como me escape de ellos, era su felicidad pero no la mía.

Búscame en cada estrella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora