𝐂apítulo 14

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  ◌ 🌟˴  estrellita Suhel. ˚

Shei 23 años.

Habían sido cinco años después de que Erick se fuera dejándome aquí, decidí por desaparecer sin dejar rastro alguno o al menos eso hice creer, regrese a España pero vivía en otro lugar lejos de todos mis conocidos, mis padres, sus padres y dos amigos míos sabían donde estaría pero les pedí que no le dijeran nada a él, no quería más problemas o cosas que me llegarán a atormentar durante ese tiempo.

El embarazo fue un proceso difícil que pase sola, la mayor parte del tiempo me la pasaba llorando, abrazaba mi vientre que en ese entonces ya estaba grande, fueron cosas difíciles para mi pero con el tiempo yo pude con eso, agradecía que al menos los padres de Erick me apoyaran con lo que podían y también porque lo hacían a escondidas de mis padres. Cuando pase los nueve meses, di a luz a un niño hermoso, era hermoso aunque tuviera el parecido a Erick.

Lo llame Suhel, tenía el significado de ser una estrella de la constelación Carina y por eso le puse aquel nombre.

Aprendí a amar a Suhel porque el jamás fue culpable de lo que sucedió entre Erick y yo, pero cada que lo veía me acordaba de él. Yo no pude continuar mis estudios pero obtuve un puesto en una empresa la cual apesar de saber que tenía a un pequeño, me dejaron trabajar con ellos. Todo este tiempo me dedique a cuidar bien de el y cuidar de mi. Aunque también había días en los que me la pasaba triste y eso empeoro cuando supe por medio de mis padres que Erick se había casado.

Las imágenes que me habían mostrado en ese entonces, reflejaban bien que Erick estaba feliz con Sikai. El logro olvidarse de mi, pero yo no de el. Había noches en las que Suhel me hacía salir a ese pequeño patio que tenemos en casa, ambos veíamos las estrellas y yo le hablaba de ellas, puede que sea pequeño pero realmente tiene una mente brillante y era de esa gran inteligencia aunque cuando me preguntaba quien era su padre, no sabía que decirle. Sus ojos se llenaban con la esperanza de que el regrese y cuenten las estrellas juntos, pero yo no podría decirle jamás que su padre no estaría con nosotros nunca más.

Esas noches que me hacía esa pregunta, solamente le decía que lo buscará en cada estrella, que el también lo hacía.

Esta era una de esos días en los que Suhel estaba conmigo en la cocina, estaba esperando su cena, mientras que en New York eran la 1 pm. En españa ya eran las 7 pm, aun no se porque sigo contando muestras horas de diferencia.
Estaba en mis pensamientos tan sumergida hasta sentir ese tirón en mi suéter a lo que mi rostro giro en la dirección de mi pequeño, deje lo que hacía y me incline hacia el, mi mano pasó por su cabello, al menos eso si era parecido a mí.

— ¿Qué sucede, cariño?

— ya es noche, las estrellas.

La habla de Suhel no era tan entendible pues tenía cinco años, aún así trataba de comprender cuando me hablaba. Asentí una ocasión y lo tomé entre mis brazos, opte por apagar aquella estufa y salir hacia ese jardín donde ya nos habían instalado una pequeña hamaca en la que ambos podíamos acomodarnos tan bien. Mis pasos fueron hacía esa misma hasta después sentarme y a mi lado dejarlo a él. Suhel se perdia mirando aquello y yo también lo hacía y aún más cuando pude notar que pasó una estrella fugaz, mire a mi pequeño el cual tenía su nariz fruncida y sus ojitos cerrados.

— ¿pediste un deseo? -pregunte y lleve mi mano hacia su nariz, entre mis dedos pude atrapar la pequeña punta de esa misma, el dejo escapar esa pequeña risa hasta que después me miró y movió sus pequeños pies.-

— lo hice.

— ¿Qué pediste?

— ver a papá.

Sentí ese nudo en mi garganta y pase a Suhel hacía mi regazo, apoye su cabeza en mi pecho y el me abrazo con esa pequeña fuerza que podía, nos mecí a ambos en esa hamaca mientras contemplamos ese cielo estrellado, solo podía escuchar sus suspiros y las hojas de los árboles moverse con las brisas, su pequeña mano hizo presión en mi suéter hasta que después lo mire, note que estaba llorando eso me preocupaba, me preocupaba que a esa edad tan corta el se diera cuenta de muchas cosas.

— ¿podemos ver a papá? -hablo entre esos sollozos, me rompía el verlo y escucharlo de esa manera-

— haré lo posible por hacer que el te visité. -yo misma sabía que eso sería algo complicado pero lo que ahora ya no quería, era ver a mi pequeño de esa manera-

— Vamos adentro, aquí hace frío y aún tienes que cenar, mañana te quedaras con tus abuelos. ¿no quieres estar con él abuelo Jash? -sentí que negó mientras se ocultaba en mi pecho, sentía mi corazón romperse cuando lo podía tener de esa manera-

Cuando entramos a casa, le terminé de preparar esa cena, estuvo en silencio por ese largo tiempo hasta que esa cena terminó. Lo llevé a su habitación y lo acomode en su cama, su cuarto tenía esos adornos de estrellas. Me senté a un lado de el hasta que quedó en ese sueño, cuando dormía, se veía aún más indefenso, más pequeño.

Erick se fue y no solo dejó roto un corazón.

Dejó dos.

Búscame en cada estrella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora