◌ 🍎˴ Las miradas no se encuentran por casualidad.˚ ꒱
°○ Erick 11 años.
Era una de las últimas clases y estaba ansioso porque esa clase terminara, era esa clase de biología la cual me gustaba y mucho.
Aunque en ese momento la maestra estaba seleccionando equipos, yo seguía en lo mismo, leyendo y adelantando tareas o eso fue hasta que mi nombre sonó, mi mirar se aparto de esa libreta cuando escuche el nombre de con quien trabajaría, fue algo a lo que negué una y otra ocasión."Shei, trabajaras con Erick", resonó eso en mi mente una y otra vez hasta que simplemente acepte que era la buena, mala suerte que siempre he tenido, esa clase dio por terminada y simplemente guarde mis cosas hasta que un libro sonó en ese escritorio, lo cual llamo mi atención rápidamente y si, era nada más y nada menos que Shei, si ella estaba disgustada por lo del trabajo, obviamente yo también.
— Shei, se que no estas de acuerdo con esto y yo tampoco pero tenemos que hacerlo, la maestra simple- en ese momento su mano fue hacia mis labios deteniendo mis palabras hasta que después se sentó delante de mi y su mirar fue hacia el libro-
— nunca dije que no estaba de acuerdo, solamente que me sorprende que en ese momento no dijeras algo pero... esto sonará ridículo pero, me agrado que la maestra nos pusiera juntos ¿sabes?
No encontré las palabras para decirle algo respecto a eso, ¿realmente era Shei? Mi rostro mostró esa mueca de estar asombrado y extrañado a la vez por lo que dijo, tome mis cosas y las volví a guardar hasta que después me levante y deslice la silla para poder acomodarla.
— si con eso tratas de arreglar dos años de estarme molestando, estas equivocada, no pienso ser tu amigo y solo trabajaremos juntos para este trabajo, se que eres perezosa y me dejaras todo, así que no hay necesidad de que te esfuerces diciendo esas cosas, el trabajo lo haremos en mi casa. -tome el bolígrafo que guardaba en mi bolsillo del pantalón y tome su libro, en la parte de la pasta logré anotar la dirección y el número del celular que me pertenecía, al finalizar fue cuando mi mirar se levantó encontrándose con el de ella.
Parecía que sus ojos me analizaban grabando en ellos los míos, miraba en ocasiones mis labios y en algunas otras miraba mi cabello que era de un color castaño, parecía que estaba manteniendo eso en una fotografía mental hasta que después eso se rompió cuando regrese a esa normalidad en lo que sacudí mi cabeza y tome mis cosas, finalmente pase de largo entre las mesas y salí de aquel salón, ¿Qué había pasado? En realidad no lo sabía, pero eso me asustaba y mucho.
Mi recorrido iba normal hasta que después sentí esa opresión en mi pecho, eso que me molestaba cada día, cada momento que no debía, mi mano busco ese inhalador y solo fue esa cuestión de minutos que empecé a llevar ese proceso, al menos eso era hasta que una mano palmeo mi espalda lo que me hizo quejarme de dolor pues aquello no fue suave, mi rostro giro hacia donde fue ese golpe y si, era esa rubia que tanto me confundió ahora.
— vives cerca de donde yo ¿no?, pensé que hoy vendrían por ti, siempre noto que tu mamá viene en un auto azul y en ocasiones es tu padre en un auto negro, aunque también hay días en los que veo a tu hermana mayor venir en un auto gris ¿Cuantos autos tienen? -estaba procesando todo, era obvio que todos sabían eso pero ella había memorizado el auto de cada quien, no dudaría si también se memorizara las placas-
— de hecho no, no van a venir por mi hoy y aparte prefiero ir solo, tu también ya deberías irte ¿no? Después de todo, te tendré que ver más tarde hoy... el trabajo que haremos será a las 5 pm.
Solo note sus negativas y una mirada de resignación en ella, su brazo se enlazo con el mío y me hizo caminar, algo en mi me decía que no lo hiciera pero accedí, ¿a donde íbamos? No lo se, ¿por qué? Tampoco tenía una respuesta para eso.
Ese silencio estaba entre ambos hasta que escuche ese susurro suave que salio de ella "quiero enseñarte algo especial", sabía que me regañarian por llegar tarde pero era una sola parte mía que me hacia seguirla sin importar que, ese pequeño recorrido dio su final cuando llegamos a una cerca de madera en la cual note que Shei se inclino, soltó mi brazo y seguido a eso deslizó esa madera.
— ven, detrás de esto es lo que te quiero mostrar -me mostró esa sonrisa, esa misma que esta mañana odie porque era perfecta, aunque ahora se sentía diferente-
Un suspiro aún más pesado escapo de mi hasta que después simplemente la seguí, me arrastre por aquello para pasar aquella cerca llegando ahora a una clase de camino que era adornado solo de árboles que estaban bañados en nieve, mi mirar se concentro en eso hasta después sentir su mano tomar la manga de mi suéter por lo que camine junto a ella, en el suelo solo se escuchaban sus zapatos pisando el pavimento, no había visto ese lugar jamás pero ¿por qué me traía aquí?, no pregunte porque no era capaz de hacerlo ahora. Por un momento mi mirada fue hacia ella notando esa coleta alta en su cabello rubio, adornada de ese moño color rojo y después el como su rostro volteo despacio hacia mi.
— ¿por qué me traes aquí? -finalmente hablé y ella hizo una pausa, esa pausa que me hizo quedarme quieto, mis pupilas bailaron tratando de concentrarse en ella ahora, pero ella, ella me mostraba algo distinto, se concentro en mi pero su mirada me decía otra cosa, era sincera que eso me parecía increíble.
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Búscame en cada estrella.
Romanceen ocasiones la vida nos da sorpresas realmente inesperadas y así fue para Erick y Shei, después de años que Erick desapareció dejando todo de lado, tuvo que volver por ella pero el que se fuera tuvo un motivo aunque al regresar el se llevaría una s...