◌ ✨️ escrito para el recuerdo˴ ˚ ꒱
°○ Erick 18 años.
El tiempo transcurría, creo que después de esa visita al kiosko, Shei y yo nos volvimos uno, ella estaba para mi y yo para ella. Mamá se había convertido en alguien que se regulaba con los cuidados y también fue gracias a Shei, si hacíamos pijamadas siempre eran en casa y sin usar almohadas con plumas, en las horas de recreo era Shei quien se iba conmigo y pasábamos mucho tiempo juntos, eso fue lo que más me llego a marcar en estos años que pude estar aquí.
Shei solía ser diferente, en primaria me defendía de todos los demás, aún recuerdo bien cuando por culpa de alguien se golpeó en la puerta y su nariz quedó roja, pero no lloro, admiraba mucho que ella enfrentará todo con valentía y no con lágrimas, otro caso también fue en secundaria, el día que tuvimos que ir con el dentista para ponerme aquellos frenos, estuvo burlándose de mi por unos meses hasta que sus padres le hicieron lo mismo, ambos teníamos brackets y solíamos quejarnos por no poder comer muchas cosas.
Era ella quien desde ese entonces me alegraba los días, parecía esa gran estrella fugaz que en mi mente vagaba de allá, para acá pero era ella, solo ella quien me hacia sentir vivo y querer disfrutar del camino que había por delante, Shei y yo, yo y Shei, nosotros juntos.
Estuvimos juntos en los últimos años de primaria, secundaria y finalmente preparatoria hasta lo que actualmente ambos llegamos, la universidad, sabía que desde ahora ambos tomaríamos rumbos aún más distintos, este día era de los más esperados pues era nuestro último baile escolar y no lo negaba, estaba nervioso por todo pero aun así estaba listo para esto, mi pareja de baile era Sikai, ella al igual que Shei se volvieron mis amigas, Sikai principalmente por parte de mis padres.
Ella era castaña, medía algo así de 1.60, sus ojos eran verdes y sus mejillas eran blancas, pero estaban adornadas de esas pecas que la hacían lucir hermosa y ese cabello que le llegaba a los hombros que se le ondulaba creando pequeños espacios que permitían el paso a mis dedos, Sikai era hermosa.
Esa ocasión ella estaba en la sala, portaba un vestido color verde que le quedaba muy bien, yo usaba un traje a color café, en ese entonces mi cabello era castaño también, siempre solía usarlo peinado hacia atrás, al lado de Sikai, ella se veía aún más pequeña, yo medía 1.80, era obvio que nos veríamos diferentes, volviendo a todo, ella estaba ahí y yo iba bajando de aquellas escaleras, sonreí y mis ojos se iluminaron al verla ahí, luciendo de esa belleza que solamente podía emitir ella.
- Erick, mi Erick ¿ya estas listo? Tenemos que irnos, se nos hará muy tarde.
- estoy listo, por cierto te queda muy bien ese color, me gusta.
Baje de ese lugar y fuí hacia ella, mi mano derecha tomó la suya para poder llevarla a mis labios y besar el dorso de esa misma, su piel era suave y perfecta, cada que su tacto estaba sobre mi, me sentía loco, me sentía perdido. Ella río y esa pequeña risa, ese pequeño sonido era tan melodioso para mí que lo adoraba más que nada en este mundo, sus dedos se deslizaron hasta los míos logrando entrelazarse y seguido a eso solamente mamá se acercó a despedirnos a ambos.
Un auto ya nos estaba esperando por lo cual solamente la llevé hasta ese mismo el cual ambos montamos y nos llevaron a nuestro gran destino, su mano se puso sobre la mía cuando finalmente estuvimos en ese estacionamiento.
- Eri, tranquilo ¿si? Ya es el último baile, no estés nervioso se que todo saldrá bien y por cierto, ella me pidió que te diera tu inhalador.
- gracias, Sik, es solo que tengo algo de miedo pero se que tienes razón, ¿vamos?
Ella afirmó y yo baje, el chófer abrió la puerta de Sikai y le ofrecí a ella mi brazo, lo tomó y ambos caminamos hasta llegar a esa gran puerta, las luces directamente golpearon mi rostro y el sonido era muy ensordecedor, unas manos heladas cubrieron mi vista y esa risa baja escapo de ella, era Shei.
- ¡Mi Ririck! Pensé que no vendrías, ¡pero mírate! Todo un galán. -Shei seguía teniendo ese cabello rubio que adornaba con esos moños enormes, sus ojos azules parecían el mismo reflejo del mar, ese día ella portaba ese vestido rojo y unos tacones altos, si Sikai era algo alta, Shei era aún más baja, si, más baja. Ella tenía la estatura misma de un muñeco de nieve echo por niños, medía 1.50-
- ¿y perderme de esto? No lo haría, por cierto Sikai viene conmigo, ambas ya se conocen aunque no como debería.
- Sí... me imaginaba eso, ¿no dicen que los de otra escuela no pueden venir?
Su pregunta hizo que mi entrecejo se llegara a fruncir, Sikai apretó mi brazo y solemnemente me jaló para susurrar algo, yo asentí y ella se fue, ahora solo estaba Shei y yo.
- no me da buena espina.
- a ti nadie te da buena espina, Shei. -entrecerre mis ojos y ella solo hizo esa mueca, la hice avanzar hacia aquellas mesas vacías pero con esa gran iluminación.-
Sonreí a medias pero aun seguía sin decirle mucho a Shei, eso fue hasta que Sikai llegó, mis ojos se iluminaron al mirarla, tenía esa sonrisa que la hacía ver perfecta para mi, Sikai fue hacia mi dándome ese vaso con bebidas, pero jamas me importo que bebida fue, me importaba Sikai, solo ella.
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Búscame en cada estrella.
Romanceen ocasiones la vida nos da sorpresas realmente inesperadas y así fue para Erick y Shei, después de años que Erick desapareció dejando todo de lado, tuvo que volver por ella pero el que se fuera tuvo un motivo aunque al regresar el se llevaría una s...