𝐂apítulo 16

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  ◌ ⭐️˴  Pequeño gran dolor de cabeza. ˚

Shei 23 años.

Paso no mucho tiempo para salir al trabajo, ya iba tarde y todo era gracias a Erick. Di mi pase de entrada en recepción y casi corría al ascensor que fue donde me encontré a mi amiga que hice durante el trabajo, su rostro me reflejaba de esa preocupación.

— ¿Estás bien? -pregunto y después me examino, yo asentí, ella negó.

— Lo estoy, Miri. Solo que... hoy me desperté algo tarde ¿Ya llego Elioth?

— Llegó hace mucho, yo creo que no deberías de darle mucha confianza, llego y me contó algo rápido, por eso te pregunte el como estabas.

— Oh Dioses, en ocasiones quiero matarlo.

— Yo también.

Deje escapar una leve risa hasta que después nos quedamos en silencio ambas pero conocía a Miri y algo la inquietaba.

— ¿Qué te dijo? -y era aquí lo que la inquietaba. Ella estuvo conmigo desde que entré a este lugar, sabía de mi situación con Erick por lo que entendía que le tuviera el rencor que yo no le podía tener a él, sacudí mi mano negando en una ocasión hasta que el ascensor abrió sus puertas. Ambas salimos de ese lugar y fue entonces que miré a Elioth que fue quien corrió hacía mí y tomó mi rostro entre sus manos-

— ¡niña mía! Que miedo. ¿Cómo te pudo gustar eso en ese tiempo? ¡es realmente aterrador!

— No hables en voz alta, por favor... por cierto, lo siento. Es solo que no sabía que hacer para que el no siguiera con esas cosas.

Elioth bufo y soltó mi rostro de entre sus manos, para después poner sus manos en su propio rostro, Miri solo nos veía extrañados a ambos hasta que después caminamos hacia mi cubículo. Puse mis cosas en esa silla y después me dejé caer en esa misma, Elioth se sentó en el escritorio y Miri, estaba siendo Miri.

— Linda, decirme esas cosas frente a un hombre me hace perder mis toques de encanto.

— Elioth, necesito que me sigas ayudando con eso. Solo hasta que pueda decirle la verdad a Erick.

— Shei, no contestaste mi pregunta que hice en el ascensor.

Infle una de mis mejillas y después expulse ese aire. Mordí el interior de mi labio y después de eso puse mis codos sobre la mesa.

— Viene solo por Suhel, sus hermanas le confesaron todo justo cuando llegó. Hablando de eso ¿adivinen quien ganó la apuesta?

— ¡oh no! ¿Se va a divorciar? -Elioth hablo casi en un grito, un chillido se escucho de el para después tender su mano hacia Miri quien le pasó algunos billetes. Traidores- — Miri y yo apostamos a que ibas a tener razón y que no la ibas a tener, yo gane. Pero sigue, cariño.

— Me dijo que no le diría nada a Su... pero no confío en el y... le dije que tu eras mi pareja, Eli

— ¿Qué? En ocasiones siento que eres de esas amigas que se hunden y te llevan con ellas.

Rode mis ojos y después el puso una de sus manos sobre mis hombros. Eran parte de mi zona de confort, ellos y Suhel.

— Pero volviendo al punto, Erick se ve demasiado fuerte, se ve serio y muy... muy apuesto.

— ¡Elioth! -Miri y yo chillamos eso juntas. Conocemos a Elioth y sabemos que si lo dejábamos hablar más, podía contarnos hasta sus peores pecados y fantasías, en ocasiones nos daba miedo.

— ¡ah, es verdad! Se viene mi cumpleaños así que organice una fiesta cero tranquila, si llevas a Suhel asegúrate de que pueda soportar los ruidos. Miri nada de ir sin ganas.

Bueno, ahora tenía una buena forma de sacar provecho a esta situación, con Erick aquí podría dejarle a Suhel solo una vez. Estuvimos en esa platica hasta después de un tiempo en el que los tres regresamos a trabajar. Estaba concentrada haciendo ésos trabajos por la computadora hasta que un mensaje llegó a mi celular. Era un número desconocido y si creía que eso se podía poner peor, pues si, si podía.  Abrí el mensaje y por la foto de perfil note que era Erick, puse mis ojos en blanco y después revisé el contenido de ese mismo mensaje.

Llevaba un día nuevamente y ya me estaba empezando a caer mal.

Otra vez.

"Pasare por ti al trabajo, llevare a Suhel." Fue lo que tenía su mensaje, le envié el emoji del pulgar arriba, aunque le dijera que no algo en mí me decía que lo haría. Volví a mis labores hasta después ver que Elioth se asomo por ese espacio que nos dividía, sonreí a medias cuando el me miró también a mi, yo suspire y el después también lo hizo.

Las horas se pasaron de lo más rápido cuando no quería eso. Ya era la hora de salir y tome mis cosas, avance rápidamente hacia Miri y Elioth que estaban apunto de entrar a ese ascensor. No les dije nada pero ellos sabían que algo pasaba, estaba nerviosa y eso se notaba muy fácil en mi.

— Shei si haces una tontería hoy, de verdad que te ahorcó.

— Erick va a venir, trae a Suhel con el.

Ambos quedaron boquiabiertos y me tomaron por los hombros, me sacudieron como si fuera una soda. Puse mi mano en sus antebrazos para detenerlos hasta que me miraron con más preocupación, Elioth me abrazo por el cuello y Miri me sostuvo del brazo, aparte de traidores, son cómplices y abusadores por mi estatura.

— ¿por qué tiene que hacer eso?

— ¡dejenme! Si supiera esa respuesta se las daría pero no tengo ni la menor duda de porque hace estas cosas. Aún peor cuando trae a Suhel.

— A Erick como que no le circulan la sangre hasta el cerebro ¿no?

Cuando ambos me dejaron libre, pude acomodarme nuevamente toda. Los tres salimos del ascensor hasta después llegar a la salida de ese edificio lugar en el que miré a Suhel hablando con Erick, por otra parte, Erick sostenía una bolsa de una tienda de joyería cara.

— No le circula en absoluto la sangre, pero los billetes si.

Gire mi rostro hacía Elioth y después a Miri, me despedí de ellos hasta después caminar hacia donde Erick y Suhel.

— Toma, mami. Erick lo compro pero yo lo elegí para ti.

— sube al auto, los llevaré a comer y después los llevare a tu casa.

— No es necesario, solo llevanos a casa.

Ordene y tome a Suhel para revisar su auto, este hombre me va a matar de estrés en un solo día. Su auto no estaba para nada preparado para llevar a un menor, le mire de esa mala manera y lo aparte para poder subir a su auto.

Mejor se hubiera quedado en New York.

Búscame en cada estrella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora