Búscame en cada estrella.

𝐂apítulo 15

  ◌ 🌟˴  localizando esa estrella. ˚

Shei 23 años.

La noche había sido un tormento para mí, era de las típicas noches en las que no sabía que hacer. Yo se que el no volvería ni porque se lo pidiera, ni mucho menos porque supiera que tenía un hijo de el. Me quedé dormida y no se en que momento,  pero al menos lo había conseguido.

En mis sueños siempre podía visualizar un escenario imaginario en el que estaba Suhel, estaba Erick y estaba yo. En ese pequeño escenario donde Erick me tendía la mano y la otra sostenía la de Suhel, nuestro hijo. Ese sueño en el que se podía notar que los tres éramos felices, éramos una familia, era en el que siempre veía el gran parecido de ambos a excepción de que Suhel tenía el cabello rubio al igual que yo, notaba el como sus cabellos bailaban cuando eran soplados por las brisas o el como las risas de ambos se combinaban haciendo las mejores notas musicales.

Pero esos sueños siempre eran interrumpidos y agradecía eso a mi alarma. Este día Suhel fue hacía mi habitación y pude ver el como estiraba esa alarma.

— ¡Mamá! Despierta, despierta se te hará tarde y abuelo Jash también esta esperando, ya escuche su auto.

Balbuceo hasta que después me senté y note que la alarma ya estaba pasada de tiempo, salí de la cama dando ese salto hasta que después tome al pequeño en mis brazos, fuí hacía su habitación y tome esa maleta que siempre dejaba preparada con ropa, juguetes y cuadernos, al menos con eso era precavida.

— te iras con tu tío Elioth y el te llevará a casa de los abuelos, yo iré por ti al salir de trabajar ¿si?

Escuche su risa escapar de él hasta que bajamos las escaleras, abrí esa puerta y lo que miré no era Elioth, mucho menos el señor Rommonslov, era Erick.

Me quede congelada en ese momento y deje caer las cosas de Suhel, el se veía diferente, portaba un traje en color azul marino y su cabello peinado hacia atrás aunque ahora eso estaba más largo, se veía más alto y fuerte a cuando teníamos 18 años, Erick me escaneo y parpadeo en varias ocasiones, su mirada después fue a Suhel a quien abrace mejor para que no lo mire, esa mirada de Erick se sentía bastante, era como si se sintiera bien de verme, de vernos.

— ¿Qué haces tú aquí? ¿Cómo sabías donde estaba?

— Hable con Luai y con Yean. Ellas me dijeron donde estabas. ¿Por qué te desapareciste así de la nada?

No sabía que decirle, no podía decirle nada ahora y menos con el niño presente, un suspiro pesado escapo de mi y agradecí cuando note el auto de Elioth llegar. Erick volteo y noto a Elioth, fue en ese entonces que se me ocurrió algo y quizá después de eso Elioth me mate.

— ¡oh, Elioth! Cielo, llegaste. -camine hasta donde el ignorando que Erick estaba ahí, al estar lo suficientemente cerca le pasé a Suhel y lo jale hacía mi para poder besar su mejilla.- — sígueme el juego. -susurre en su oído hasta que después el asintió-

— lo siento, bonita. Había trafico hoy y se me complico llegar, ya me llevo a Suhel, te veré más tarde ¿si?

Asentí y regrese por la maleta de Suhel para después entregarle aquello, mi pequeño beso mis mejillas y después abrazo a mi amigo por el cuello. Elioth camino hacía su auto y después gire notando el como Erick me quemaba con su mirada, jamás lo había visto de esa manera, aunque quizá tampoco hubiera tenido la oportunidad de verlo así.

— Ya se todo, Shei.

Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo cuando lo escuché, el auto de Elioth partió y solo nos quedamos los dos con ese ambiente tenso, cuando gire mi cuerpo hacía su dirección note el como apretaba su puño en la correa de aquel portafolio.

— vete, no tienes nada que hacer aquí, Erick.

— No me iré, claro que tengo mucho que hacer, ¿por qué lo hiciste? Te desapareciste y no me dijiste siquiera sobre Suhel, ¿por qué no me lo dijiste?

Avance para ir hacía donde estaba el, cuando estuve lo más cerca, cruce mis brazos, hace años podrían decir muchos que me veía tan débil o cosas así pero esta ocasión no, mi mirar era fijo hacía el y era determinado, estaba dispuesta a hablar con la verdad ahora y dejarle en claro todo ese tema.

— No soportaba el ver que te ibas dejándome atrás, ¿De qué me iba a servir decirte que estaba esperando un hijo tuyo? De cualquier manera iba a ser lo mismo, ibas a huir como el cobarde que eres. Preferí el dejarte hacer lo que quisieras y mírame, logré salir adelante sola.

— yo no quería huir como lo dices tu, no soy ningún cobarde, te estuve buscando y el día en que tu mensaje llegó, te estuve hablando al celular y no recibía respuesta de ti, nadie me quería decir que fue de ti, que paso, nunca supe  que estabas esperando un hijo mío.

— no digas que es tu hijo, tiene tu sangre, si. Pero no es tuyo, yo lo cuide sola y ahora vienes por eso, no quiero que me vengas con tus cuentos. Hubieras seguido con tu vida y dejarme a mi sola, porque eso es lo que prefiero, prefiero quedarme sola y seguir cuidando a Suhel por mi cuenta, no necesito de ti, ni de nadie. ¿Qué fue de Sikai?

— no vine exactamente a discutir, Shei. Cuando pregunte por ti, nadie me quería decir bien de ti, ellos incluso también deben de sentir esa clase de decepción por hacerte eso, Sikai y yo estamos en el proceso de divorcio.

Pase una de mis manos por mi rostro y después de eso me aleje de el, esa distancia entre ambos era considerable, aunque al escuchar eso último por parte de el, no lo iba a negar. Me alegraba que eso pasara, después de todo eso ya estaba algo previsto por su madre y yo. Sus hermanas tienen una apuesta que pagar.

Volví a esa nube de pensamientos hasta que Erick me escaneo, era cierto yo estaba en pijama aún.

— Esa persona que vino por Suhel, ¿es tu pareja?

— Él... sí, si lo es. Llevamos juntos desde que Suhel tiene 2 años.

Todo era mentira pero quería que al menos Erick sintiera lo que yo pase cuando el se iba con Sikai, acomodo su corbata y después de eso me señaló a mi, que grosero.

— Suhel estará en casa de mis padres ¿no? Quiero suponer que le ocultaste quien es su padre, hoy estaré en esa casa pero descuida, dudo que me dejen estar con él. Suerte en el trabajo si a eso ibas.

Mordí el interior de mi labio pues había olvidado ese pequeño gran detalle, estaría en casa de sus padres, Suhel estaría con el pero no podía hacer mucho, yo tenía que ir a trabajar.

— no le digas nada aún, el te quería conocer pero yo se lo diré.

Susurre y baje mi mirar, dos de los dedos de Erick me hicieron levantar mi rostro hacia el hasta que después lo aparte, el volteo su rostro y después avanzo hacía su auto. Yo entré a casa y cerré a mis espaldas esa puerta, mi espalda se relajo en esa misma y después provocó ese resbalón logrando quedarme sentada en el suelo.

Odio que quiera hacer las cosas así.

Pero no puedo odiarlo a él.