𝐒𝐇𝐎𝐔𝐓 𝐎𝐔𝐓 𝐓𝐎 𝐌𝐘 𝐄𝐗 - 𝐃𝐲𝐛𝐚𝐥𝐚/𝐋𝐨 𝐂𝐞𝐥𝐬𝐨

004 | problemas

17 de mayo de 2022

PAULO POV

Me desperté gracias al ruido del timbre que no paraba de sonar. Me levanté con rapidez, preguntándome quién podría ser a esta hora. Cuando abrí la puerta, me encontré con Alice, la esposa de Álvaro Morata, y Álvaro mismo, ambos con expresiones serias.

— Alice, Álvaro, ¿qué están haciendo aquí? — pregunté, tratando de mantener la calma.

— ¿Que qué estamos haciendo aquí? Estamos aquí para decirte lo que pensamos de ti, Paulo. Eres un imbécil. ¿Cómo pudiste hacerle esto a Amber? —replicó Alice, su voz temblando de rabia.

Antes de que pudiera responder, Oriana apareció detrás de mí, vestida con una de mis camisetas de fútbol. La presencia de Oriana solo hizo que Alice se enfureciera más.

— ¿En serio, Paulo? —Alice alzó la voz—. No solo engañaste a Amber, sino que además tienes la desfachatez de traer a Oriana aquí, a tu departamento. ¿No te das cuenta del quilombo que armaste?

Intenté calmarla, levantando las manos en señal de rendición.

— Alice, por favor, baja la voz. No es lo que parece...

— ¿No es lo que parece? —me interrumpió Alice—. Todos lo vieron, Paulo. Todos vieron cómo coqueteaste con Oriana en la fiesta. Todos vieron cómo desaparecieron juntos. Y ahora estás aquí, actuando como si nada hubiera pasado.

Álvaro, que había estado escuchando en silencio, intervino entonces.

— Mirá, acá tenés. Hashtags, fotos, historias. Todos hablan de la fiesta y de vos con Oriana. Y están mencionando a todos los que fuimos. Nos están haciendo mierda, Paulo — menciono Morata bastante serio mientras me mostraba su celular.

Le llegaban mil notificaciones donde lo mencionaban en twitter, entre y vi que era tendencia Fiesta Gate, todo el mundo estaba hablando de Amber, Oriana, de los chicos, de mi. No quería imaginar como estaria mi celular.

— Si vos no supiste valorar tu relación y a la mujer que tenias al lado sos un verdadero imbecil pero que metas en todo esto a tus amigos y sus familias es el colmo —Me reprocho casi gritando.

Oriana trató de intervenir, pero Alice la detuvo con una mirada fulminante.

— No, Oriana. No me importa lo que tengas que decir. Lo que me importa es que mi amiga está destrozada por culpa de ustedes dos. Y no solo eso, sino que también arrastraron a los demás en esta porquería de show. ¿Sabes lo que Álvaro me dijo anoche? Que todos se sienten avergonzados. Que esta fiesta no fue más que una excusa para que ustedes dos se vieran a escondidas antes de que te vayas a Roma.

Sentí una punzada de culpa profunda al escuchar esas palabras. Bajé la cabeza, sin saber qué decir. Alice, sin embargo, no había terminado.

—Amber merece algo mejor que esto, Paulo. Ella merece a alguien que la respete y la valore, no a alguien que la traicione. Y vos, Oriana, deberías sentir vergüenza por lo que hiciste. Por lo menos podrías haber tenido la decencia de no hacerlo tan públicamente.

—Ya está hecho, Paulo. Ahora tenés que hacer lo correcto. Si quieres empezar de nuevo, empieza por asumir tus errores y sus consecuencias — Dijo Álvaro dándome palmaditas en el hombro.

Alice respiró hondo, tratando de calmarse. Me miró una última vez antes de darse la vuelta para irse.

—Espero que algún día te des cuenta del daño que has causado, Paulo. Y espero que te arrepientas de verdad, porque Amber no se merece esto. Ninguna mujer se merece esto.

Con esas palabras, Alice y Álvaro se fueron, dejándonos a Oriana y a mí en la puerta. Claramente afectado por el encuentro.

—Oriana, creo que es mejor que te vayas. Necesito tiempo para pensar y arreglar las cosas. Esto ha ido demasiado lejos.

Oriana, sorprendida y herida, asintió lentamente. Sin decir una palabra más, recogió sus cosas y se marchó, dejándome solo en mi departamento. Sabía que había cometido un gran error, y que tenía mucho que hacer para enmendarlo. Pero, en ese momento, solo podía pensar en cómo pedirle perdón a Amber. Mientras cerraba la puerta detrás de Oriana, me di cuenta de la gravedad de la situación. El escándalo se había hecho público, y las redes sociales estaban ardiendo con comentarios y especulaciones sobre la fiesta. Alice me lo había dejado claro, mencionando cómo todo el mundo estaba hablando de esto. El daño estaba hecho y la reputación de todos nosotros, no solo la mía, estaba en juego.