Jin es un ex-idol y actualmente es un afamado actor de k-dramas, tiene todo lo que cualquier hombre de su edad desearía, fama, dinero y miles de mujeres haciendo fila para tener una oportunidad con él. Pero ser una celebridad y ser mujeriego no es...
Era un día frío, típico de invierno en Seúl, nevaba... Así que la baja temperatura me hizo pasar por un café antes de iniciar mí jornada de trabajo.
Soy una chica de 23 años, me considero más inteligente que bonita... Muy inteligente para estar en los inicios de mis 20 y ser parte de una de las principales firmas de abogados en Corea.
Tengo apenas un año de haber vuelto después de terminar mis estudios en la universidad de Yale en Estados Unidos. Así que aún me familiarizó con todo por acá.
Y aunque soy rubia natural, mis ojos no son rasgados y mi piel no es tan blanca como la de un vampiro soy Coreana. La razón es porque mis padres no lo son... Mamá es europea, bailarina de ballet y papá es de Latinoamérica, músico y un trotamundos. Supongo que así fue como conoció a mí madre.
Me han contado cientos de veces la historia de como se enamoraron, pero sinceramente no es algo que me interese. Así que tampoco sé muy bien como es que decidieron empezar su familia aquí en Corea.ñ
Soy la mayor de sus dos hijos, tengo un hermano pequeño que es una verdadera molestía... Ñ
En fin, a pesar de mí apariencia la mayoría de mis clientes me tratan con respeto.
Después de beber mí café, hice entrar a mí secretaria para revisar mí agenda del día.
Nos disponíamos a envíar unos documentos pendientes por correo cuando mí jefe, el abogado Lee entró a mí oficina.
-T/N que bueno que te encuentro-
Poniéndome en pie y saludando con una reverencia le respondí de inmediato.
-Señor Lee... En qué puedo ayudarlo-
-Escucha, tengo una nuevo caso para ti... Se trata de un actor... Está teniendo problemas con su privacidad...al parecer una ex-novia lo está chantajeando...-
Reí de forma sacastica
-Pobre chica... Tan desesperada estará por retenerlo... Que tonta...-
-Bueno T/N no todas las chicas piensan como tú... Además este actor es uno de los más cotizados en este momento...-
Seguramente la expresión en mí cara denoto mí disgusto... Ese era el tipo de casos que odiaba que me asignarán.
Nunca me había llamado atención la farándula ni las celebridades, pero para mí mala suerte, la firma de abogados con la que trabajaba era la preferida de los famosos... Actores, idols, modelos.
Pero trabajo es trabajo. Así que aunque me disgusto le pedí todos los datos al señor Lee y de inmediato empecé a investigar a mí nuevo cliente.
Su nombre era Kim Seok-jin, un hombre de 30 años, no lo niego lucia atractivo, pero para nada mí tipo.
Tenía un historial bastante grande de escándalos amorosos por ser un mujeriego. Pero esta vez su ex-novia la también actriz de k-dramas Kim Ji-soo amenazaba con hacer públicos videos íntimos de los dos.
En Corea aún existe un gran tabú respecto a la sexualidad, sobre todo en lo que respecta a las celebridades.
Aún no entiendo porque los idealizan como si fueran personas que no tuvieran el derecho de tener una vida privada, como si fuera un pecado que ellos tuvieran relación amorosa, mucho menos imaginar que tengan una vida sexual activa.
Reuní toda la información que creí necesaria y tomé un taxi rumbo a la empresa del actor Kim.
Era un edificio muy lujoso. Entre al lobby y me registre en la admisión, donde me indicaron el nivel y la oficina donde podía entrevistarme con el mánager de mí cliente.
Mientras esperaba el elevador, un hombre vestido con un traje de color negro y rodeado por sus guardaespaldas se paró detrás mío.
El ascensor se detuvo en el lobby y las puertas se abrieron. Entré de primero e inmediatamente después de mí entraron los hombres.
Entré sin levantar la mirada y continúe revisando mí celular. De pronto el hombre del traje empezó a hablar en coreano con sus escoltas. -Ya no existe el respeto... Acaso no reconocen que soy una celebridad!!!? Esa mocosa debió dejarme entrar de primero al ascensor... Es más ella ni siquiera debió subir con nosotros... -
Cuando empezó a hablar levanté la mirada y lo reconocí de inmediato... Era el actor Kim Seok-jin. Y como lo imaginé era un tipo engreído y egocéntrico, que creía que el mundo giraba en torno a él y que todos debíamos hacerle una reverencia.
El que imaginé era su mánager de inmediato le comentó. - Cálmate Jin... ya tienes suficientes problemas...-
A lo que el actor respondió -Ja!!! Que no ves que es extranjera... Seguro no entiende ni una palabra de lo que estamos hablando...- riendo de forma burlona.
-Estamos siendo invadidos por el extranjeros... Esta mocosa seguro viene a pedir trabajo como parte del staff...-
Él seguía hablando y su mánager me veía apenado tratando de calmarlo. Y aunque moría por gritarle que yo también era coreana y que entendía todo lo que estaba hablando me contuve.
Por fin llegamos a nuestro destino y las puertas se abrieron. Ellos salieron de inmediato, mientras yo esperé unos segundos para hacerlo.
Realmente pensé si sería capaz de trabajar con un tipo tan pedante como él.
Acomodé mí falda y mí saco y entré a la oficina que me indicaron en la recepción.
Me atendió la secretaria y me pidió sentarme a esperar ser atendida por el señor Kim. Después de 30 minutos esperando empecé a desesperarme y pensar en irme.
Estaba a punto de levantarme cuando un chico de cabello castaño, aproximadamente de 26 años y hermosa sonrisa cuadrada se sentó a mí lado.
-Hola...- dijó agitando su mano.
-Hola- respondí de forma educada.
-Soy Kim Taehyung... Y tú!?-
-T/N...- respondí de forma cortante.
-Qué hermoso nombre... De dónde eres!?- preguntó curioso.
-Soy coreana... -
-En serio... !? Pensé que eras extranjera... Quizá una actriz...- rió.
Yo negué con la cabeza.
- Y ¿qué haces aquí? - preguntaba con demasiada confianza y naturalidad.
-Estoy aquí por trabajo- respondí.
-Ah... ¿Y...?- la secretaria interrumpió -Señorita T/N el señor Kim Seok-jin la espera... Pasé adelante.-
Me levanté y me dirigí a la oficina.
Al entrar observé pósters y fotografías del actor decorando el ambiente. Habían plantas, una pantalla gigante y una pequeña sala.
Al fondo y de espaldas, observando la vista de la ventana estaba mí cliente.
-Bueno día - dije con voz potente, a lo que él volteó de inmediato.
Al verme, su rostro palidecio y abriendo la boca con asombró exclamó. -¿ Eres tú... la Mocosa del elevador !!!?-
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Nos vemos en el próximo capítulo. Si te gustó no olvides ➡️⭐
