°AMOR SANGRIENTO° 『ᴛˢᵘᴋᴀˢ卂 ʸ ᵗㄩ』

T3 Cap.44🌹

Problemas
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¿Una sola palabra puede derrumbar a una persona?

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¿Cómo hago para... qué Tsukasa este a salvó?

Esto definitivamente tiene qué ver con un misterio, algo tan grande como esto tiene qué serlo. Pero nunca pensé qué me vería en la necesidad de proteger a Tsukasa, normalmente, siempre se protege por si mismo y...bueno...

-Definitivamente no está aquí...- Dije de manera desganada.

Después de el invento de mis pastillas, me encargue de traer a Tsukasa a los casilleros, para "buscar mejor" claramente no están aquí, ni siquiera existen esas pastillas.

-¿De verdad no recuerdas dónde las dejaste? ¿Cómo eran?.- Preguntó Tsukasa mientras se revolcaba en el suelo.

Mientras yo buscaba, el solo se encargó de sentarse en el suelo y comenzar a jugar con los tirante de mi bolso.

-Buenooo...era una caja pequeña color blanco con rosa, eran perlas, ese tipo de medicamento me parece que es bastante caro.- Al menos conocía un par de medicamentos.

Tsukasa me miró aburrido, seguramente ya estaba fastidiado de buscar sin encontrar algo y yo también.
Pero no encontraba como hacer tiempo para tener un plan y escapar de Tsukasa para consultar con Nene y Kou.

-¡Ay!- Una fuerte picazón llegó a mis hombros, rápidamente cruce mis brazos y comencé a rascarme.

-¡No!- Tsukasa rápidamente se levantó y detuvo mis brazos.- Solo te lastimaras más tonta.

-Me- pica mucho!.- Dije mientras me retorcía.

-Ven, vamos a la enfermería.

En la enfermería...

-¡¡Tsukasa!! ¡Me pica mucho!.- Estaba sentada en una de las camas, mientras Tsukasa buscaba en mi bolso yo me retorcía de la picazón en mis hombros.

Era tan, tan constante aquella molestia, levanté un poco las mangas de mi uniforme e inspección la piel expuesta.
Wow...eran múltiples manchas rojas, como sarpullido, pero era como una quemadura, estaba roja. ¿Que era lo qué tenía? ¿Acaso me había picado un insecto mientras estaba bajo el árbol?.

-¡A la mierda!.- desabotoné los botones superiores de mi uniforme y baje la parte de los hombros, lo único qué se veía eran los tirantes de mi ropa interior y mis hombros.

Al verlos bien...¿Que diablos es?.

-Ya la encontré, tienes un desastre en su bolso, deberías de sacar todas esas envolturas, bien entonces...- Cuando se giró y me vió algo destapada se quedó quito un momento, después sonrió de manera coqueta.

-Ignora eso, por favor, dame lo qué sea, ¡¡pero quítame está picazón!!.- Tsukasa se sentó al lado mío, quito la tapa a un frasco de crema corporal.

Delicadamente comenzó a untar la crema por mis hombros, llegando casi a mis clavículas.
La crema comenzó a causar una sensación de frescura, Tsukasa comenzó a soplar un poco en mis hombros, eso ayudó a qué la picazón se fuera.
Me sentía algo avergonzada, en cambio el se notaba felíz.

-¿Qué es...?- Pregunté.

-Eccema, sabés qué no debes rascarte, podrías hacerte daño y la piel no sanara.- Parecía qué el tenía más conocimiento qué yo en esto. Ni siquiera note estás manchas rojas mientras me vestía, seguramente estaba muy distraída.- Tu piel es suave, incluso así. Los tratamientos se irían por el caño vuelves a hacer eso.