Olwen es un ángel de nieve, enviado para vigilar a Camelia.
Él debe impedir que ella compré un regalo de Navidad, que podría causar muchos accidentes en cadena durante las fiestas.
Su misión es clara, pero ni él mismo sabe que regalo es el causante...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Camelia
Aunque sospechaba que algo más estaba ocurriendo, no me opuse a la idea de conseguir algunas de esas flores convertidas en coronas de hielo.
Luego de pedirle a Olwen que congelará las coronas para preservarlas con su magia, regresamos a la ciudad. Caía la tarde y estábamos todavía en el bosque cuando encontramos a un zorro herido.
El zorro tenía el pelaje blanco y una herida en la pata izquierda. Parecía que cayó en la trampa de un cazador y aunque logró escapar estaba muy lastimado.
—Será mejor que regresemos oscurecerá pronto. Puedo pedir a alguien de protección ambiental que venga por él más tarde —propuso Olwen, incómodo con la idea de quedarnos más tiempo ahí.
—No, debemos ayudarlo ahora —dije firmemente—. Mi casa esta cerca, ayúdame y llévalo sobre tu espalda —indiqué rápidamente.
—Es un animal salvaje dudo que deje que lo toque.
—Es muy dócil, creo que sabe que lo ayudaremos. Apresúrate —insistí mientras acariciaba la cabeza del zorro.
Desde que llegamos el pequeño zorro blanco fue gentil dejando que nos acercáramos y tocará su pelaje. No entendía a Olwen antes parecía amable con todo el mundo, pero en ese momento se veía intimidado y nervioso cerca del zorro blanco al igual que lo estuvo antes con el búho albino.
—De acuerdo —aceptó cargando al zorro.
Caminamos unos minutos más para llegar a la ciudad. La luz de las velas que se encendían como tradición en todas las casas de Khione, nos ayudaron a encontrar rápidamente el camino.
Las velas que se encienden días de antes de nochebuena simbolizan los deseos y bendiciones que los ciudadanos piden para su familia. A la vez sirven para iluminar el camino de quienes ya no están y vienen a visitarnos durante la natividad. Se decía que aquella tradición fue derivada de otra festividad en la que se recordaba a los seres queridos que nos cuidan desde el cielo.
No lo sé con certeza, pero la idea de que aquellas estrellas en el cielo nos visiten y compartan la alegría de las fiestas con la familia que tanto amaron muy hermosa. La luz simboliza ese lazo indestructible con las personas que amamos y que nos aman ya sea en ese mundo o en otras dimensiones.
Continuará…
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
