Olwen es un ángel de nieve, enviado para vigilar a Camelia.
Él debe impedir que ella compré un regalo de Navidad, que podría causar muchos accidentes en cadena durante las fiestas.
Su misión es clara, pero ni él mismo sabe que regalo es el causante...
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Camelia
Por suerte el pequeño zorro seguía dormido y no había causado ningún alboroto en el establo cómo tenía Olwen. Él parecía querer ser distante con aquel zorro de las nieves y eso me tenía más que intrigada.
Luego de revisar y cambiar los vendajes del zorro blanco volvimos a la casa. Sería tarde de cuentos navideños ese día y previniendo el frío en la sala donde nos reuniríamos, mi abuelo Dorian, se encargó de encender la chimenea para reunirnos más tarde. Llegamos cuando él termina de poner los últimos troncos en el fuego.
—Lo ayudó —se ofreció Olwen rápidamente para colocar el último tronco dentro de la chimenea.
—Está bien, joven muchacho. Ya terminamos aquí, ve con Camelia, creo que aún tenemos mucho que preparar para está navidad —indicó el abuelo—. Toma esto, Camelia te dirá que hacer —mencionó entregándole unos ovillos de lana.
—¿Es para mí? —preguntó Olwen confundido.
—¿Para quién más sería? Está es nuestra tradición, apresúrate sino quieres quedarte fuera —dijo para finalizar y dejarnos solos en la sala.
Continuará…
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