☃️11. Renos☃️

50 50 0
                                    

Camelia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Camelia

Al llegar a casa pedí ayuda a mi madre y mi abuela para usar el establo de la familia y cuidar ahí al pequeño zorro. Ellas aceptaron y guiaron a Olwen, mientras yo iba por las medicinas y vendaje para curarlo.

En el establo de la abuela estaba ocupado por renos, pero tenía espacio vacío de sobra. Después de todo durante las fiestas suele prestar ayuda junto a algunos de los renos que criaba para el Festival de invierno y muchos se quedaban en un establo más grande en el centro de la ciudad.

—Ya casi está listo —dije terminando de curar las heridas del zorro.

—Eres muy buena con eso —mencionó Olwen, parecía estar menos ansioso que antes.

—Es porque de pequeñas mi hermana y yo siempre estaba saltando por todos lados. Para que mamá no nos castigará aprendimos a curar las heridas de la otra —conté como una anécdota de mi infancia.

—Debió ser muy divertido.

—Lo era pero…

Entonces recordé lo que Olwen dijo sobre su familia y los recuerdos que había perdido de ellos. Estaba siendo muy imprudente al mencionar recuerdos de mi familia frente a él sin darme cuenta. Así que decidí cambiar el tema.

—Casi lo olvido. Se hace tarde, ¿por qué no te quedas con nosotros? —le propuse para que se quedará en una habitación de invitados.

—No creo que sea buena idea.

—No pasa nada, la habitación de invitados está vacía. Puedes usarla, solo déjame decirles a todos que cenaras con nosotros —dije para ir a la cocina de la casa a ayudar—. Por cierto, pequeño zorro blanco te puedes quedar aquí hoy, solo recuerda no molestar a los renos —advertí, aunque presentía que el pequeño zorro era inofensivo.

—¡Camelia espera… —escuché pero decidí no prestarle atención.

Por una vez debía salirme con la mía, después de tantos intentos por comprar un obsequio y que Olwen siempre le viera algo malo o peligroso. Ahora era mi oportunidad para obtener mi pequeña venganza.

El pequeño zorro blanco me seguía pareciendo enigmático, pero algo en mi intuición me decía que conocería aquellos secretos a su debido tiempo. La razón por la que Olwen estuvo tan nervioso y la aparición de dos animales tan blancos como la nieve y tan misteriosos como la noche, no podía esperar por saber la verdad detrás de ellos.

Continuará…

Continuará…

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Ángel De Nieve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora