08 | GRAY SKY

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Cuando Thomas abrió los ojos la luz era débil, como sin vida. Abrazó a Megan, que aún seguía recostada en él y ella empezó a despertar, murmurando quejas por el cansancio. La chica se volteó y apoyó su mentón en el pecho de él, sonriéndole.

--¿Es muy temprano aún?

Antes de que el chico respondiera escucharon gritos y miraron hacia arriba. En vez de la pálida luz natural de todas las mañanas, se encontraron con un cielo que parecía una losa de color gris opaco.

No había azul, ni negro, ni estrellas, ni el abanico púrpura del sol asomándose. Todo el cielo estaba gris. Sin color. Muerto.

Megan echó un vistazo a su reloj: ya había pasado una hora de su horario obligatorio para levantarse. El brillo del sol debería haberlos despertado. Pero ese día, no.

El sol había desaparecido.

Ambos se levantaron, caminando hacia el centro del Área, donde encontraron a la mayoría de los Habitantes cerca de la entrada de la Caja, señalando hacia el cielo muerto y hablando todos a la vez. El desayuno ya debería haberse servido y todos tendrían que estar trabajando. Pero había algo relacionado con la desaparición del centro del sistema solar que tendía a trastocar los horarios normales.

--No creo que el sol se haya esfumado, es imposible--murmuró Megan, tomando la mano de Thomas--Tal vez estaba fabricado y dejó de funcionar--el chico la miró confundido.

--Dices que es... ¿falso?

--Parece que todo aquí es falso, Tom.

Apareció Chuck, con tal expresión de miedo pintada en el rostro que oprimió el corazón de ambos.

--¿Qué creen que ocurrió?--preguntó el niño con voz temblorosa y los ojos clavados en el cielo, por lo que seguramente tendría un tremendo dolor en el cuello--. Da la impresión de ser un enorme techo gris, tan cercano que casi podrías tocarlo con la mano.

--Sí, te hace pensar sobre este lugar--mumuró Thomas, absorto--Quizás haya algo roto. Digo, tal vez vuelva a componerse.

Chuck finalmente dejó de contemplar asombrado hacia arriba e hizo contacto visual con ambos.

--¿Roto? ¿De qué estás hablando?--el chico se quedó quieto con la mirada perdida--¿Thomas?--preguntó Chuck, dándole una palmada en el hombro.

--¿Sí?--contestó, con la mente confusa.

--¿Qué quieres decir con "roto"?--repitió.

--No lo sé. Hay cosas en este sitio que es obvio que no comprendemos. No se puede borrar el sol del espacio así nomás. Además, por débil que sea, todavía hay suficiente luz para ver. ¿De dónde vendrá?

Los ojos de Chuck se abrieron de golpe, como si el secreto más profundo y oscuro del universo le acabara de ser revelado.

--Es cierto, ¿de dónde vendrá? ¿Qué está sucediendo, Meg?

La chica estiró la mano y apretó el hombro del niño.

--No tengo idea, Chucky. Pero estoy segura de que Alby y Newt encontrarán una explicación.

--¡Thomas! ¡Megan!--gritó Minho, acercándose a ellos--. Se acabó su recreo con Chucky. Tenemos que irnos, ya es tarde.

Megan volteó a verlo confundida, había creído que ese cielo extraño arrojaría todos los planes normales por la ventana.

--¿Irán allá afuera a pesar de todo?--preguntó Chuck, claramente sorprendido.

--Por supuesto, larcho. ¿No tienes nada que fregar?--contestó, y desvió la mirada hacia ambos chicos--. Esto nos da más razones para salir al Laberinto. Si el sol se fue realmente, en poco tiempo las plantas y los animales morirán. Creo que el nivel de desesperación acaba de elevarse un tanto.

𝐑𝐔𝐍, 𝐆𝐈𝐑𝐋────𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐀𝐙𝐄 𝐑𝐔𝐍𝐍𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora