𝐑𝐔𝐍, 𝐆𝐈𝐑𝐋────𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐀𝐙𝐄 𝐑𝐔𝐍𝐍𝐄𝐑

22 | SOMETHING IS WRONG

Megan se encontraba observando a su alrededor, podía ver diferentes grupos de chicos sentados en diferentes mesas. Thomas se acercó a ella.

--Meg--tomó su mano y caminó con ella hacia una mesa donde se encontraban sus amigos, junto con dos chicos desconocidos--No era el único Laberinto.

--Hubo una gran explosión, luego salieron unos hombres de la nada y empezaron a disparar--contaba uno de los chicos--. Nos sacaron del Laberinto y nos trajeron aquí.

--¿Y los demás? ¿Qué pasó con los que se quedaron?--preguntó Newt.

--No lo sé. Supongo que CRUEL todavía los tiene--Megan sintió un escalofrío. Hasta el momento no lo había pensado, pero seguramente quedaban pocos vivos dentro del Área.

--¿Cuánto llevan aquí?

--No mucho. Un día o dos. Ese de allí es el que lleva más tiempo, casi una semana--llevaron su vista a un chico rubio que estaba sentado solo, con la mirada fija en su plato.

--¿Fue el único en ser rescatado de su Laberinto?--preguntó Megan.

--Los único que sabemos es que en su Laberinto solo habían niñas.

--¿En serio?

--Algunos tienen suerte.

Megan soltó un suspiro y se hizo hacia atrás, tomando la mano de Thomas.

--Ey, ¿qué pasó con Teresa?--le preguntó el chico. Ella solamente encogió los hombros.

--Desde que la doctora llegó, no la he visto. Seguramente siguen haciéndole exámenes--vió a Thomas, que tenía los labios en una línea y pensaba--. ¿Qué pasa?

El chico abrió su boca pero antes de poder responder Janson entró al comedor.

--Muy bien, muchachos. Ya saben cómo es esto, si escuchan su nombre, levántense de forma ordenada y únanse a mis colegas, que los llevarán al Ala Este con gusto, donde sus nuevas vidas están por comenzar--todos allí aplaudieron mientras él sacaba una hoja y empezaba a leer nombres.

Megan observó cómo los amigos de los chicos que llamaban los felicitaban. Janson guardó la hoja y la mayoría allí soltó un suspiro de decepción, al parecer esperaban ser llamados.

--No se desanimen, si pudiera llevarme más lo haría con gusto. Tal vez mañana. Llegará su momento.

--¿A dónde van?--preguntó Megan.

--Muy lejos de aquí--respondió un chico, dándose la vuelta--. Que afortunados.

--A una granja, está protegida--explicó el otro chico--. No pueden llevarse a tantos de aquí.

--Tom, mira--la chica señaló hacia unos ventanales, donde pudo ver a Teresa acompañada por la doctora y un hombre.

Thomas se levantó y empezó a gritar su nombre, acercándose a una puerta, pero fue detenido por dos guardias allí.

--¿A dónde irá?

--Ellos tienen que hacer más estudios. No te preocupes por ella.

--Vamos, Tom--Megan se acercó, agarró su mano y lo llevó nuevamente a la mesa--. Solo hay que esperar a que terminen con ella, luego la traerán con nosotros.

Tras terminar su comida, todos fueron llevados a los dormitorios, separaron a Megan del grupo, así que ahora tenía muchas literas ya que Teresa aún no había vuelto.

La chica se tiró en una y miró fijamente las tablas de madera de la cama de arriba, sintiendo la atracción del sueño. Pero la voz de Thomas apareció en su mente.