𝐑𝐔𝐍, 𝐆𝐈𝐑𝐋────𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐀𝐙𝐄 𝐑𝐔𝐍𝐍𝐄𝐑

33 | THE CURE

Megan corría hacia afuera de los grandes edificios, hace unos minutos había logrado perder el grupo de los guardias que la perseguían y se sentía un poco más aliviada al saber que al menos le estaba consiguiendo algo de tiempo a Brenda.

Entonces siguió avanzando con cuidado pero se escondió tras una pared al ver a un par de guardias delante de una fuente de agua, donde se encontraban Thomas, Newt y Minho. Soltó un suspiro aliviado al ver al último mencionado.

Iba a acercarse sigilosamente pero la punta fría de un arma en la parte de atrás de su cabeza la detuvo.

--Baja el arma.

La chica soltó un suspiro frustrado al escuchar la voz de Janson. El hombre agarró su arma antes de que sintiera como dos guardias la tomaran por los brazos mientras le colocaban un trapo en la boca para que no pudiera gritar.

Megan sintió el terror crecer en su pecho mientras era arrastrada de vuelta dentro del edificio por los guardias. Sus amigos no habían notado su captura; estaban demasiado concentrados en su propia misión. Intentó forcejear, pero los guardias la sujetaron con fuerza, llevándola por un pasillo oscuro y estrecho.

La llevaron a una habitación pequeña y sin ventanas, donde la ataron a una silla con gruesas correas de cuero. Megan luchó contra las ataduras, pero era inútil. Sus muñecas ardían por el roce, pero no había escapatoria. Janson entró poco después, con una expresión de triunfo en su rostro.

--Así que aquí estamos--dijo con una sonrisa fría, caminando lentamente a su alrededor--. Pensaste que podías escapar de CRUEL, pero no te das cuenta de lo inútil que es luchar contra nosotros.

Megan lo fulminó con la mirada, pero se mantuvo en silencio. No quería darle la satisfacción de una respuesta. Janson, sin embargo, no se inmutó. Se acercó más, inclinándose para estar a la altura de sus ojos.

--No intentes ser la heroína aquí--advirtió en un tono bajo y amenazante--. Lo único que lograrás es empeorar las cosas para ti y para tus amigos.

Megan apretó los dientes, sintiendo una mezcla de rabia y miedo. Sabía que Janson no era alguien con quien jugar, pero no podía dejar de sentir una chispa de desafío en su interior. No iba a dejar que la quebrara tan fácilmente.

Janson se enderezó y se dirigió a la puerta.

--Piensa bien en tus opciones--dijo antes de salir, dejando a Megan sola en la oscuridad.

La chica se quedó allí, respirando con dificultad, intentando calmarse. Sabía que sus amigos no sabían dónde estaba, y eso la asustaba. Tenía que encontrar una forma de salir de esta situación, pero estaba completamente atrapada. Los minutos se sintieron como horas mientras intentaba pensar en un plan.

Finalmente, la puerta se abrió de nuevo, y dos guardias entraron. Sin decir una palabra, la desataron de la silla, pero mantuvieron sus manos atadas con esposas. La levantaron bruscamente y la llevaron por otro pasillo, hasta otra habitación. Esta era más grande, con varias computadoras y equipo médico.

Megan observó nerviosa mientras la obligaban a sentarse en una camilla. Uno de los guardias le ató las piernas a la camilla, mientras el otro se encargaba de sus brazos. Estaba completamente inmovilizada, con la vista fija en el techo.

Respiraba con dificultad, su mente girando con pensamientos de escape y preocupación por sus amigos. Apenas había pasado unos minutos cuando la puerta se abrió nuevamente, revelando la figura de Teresa. La chica caminó hacia adentro con una expresión preocupada, pero también determinada.

--Megan--comenzó Teresa con una voz calmada, acercándose a la joven--. Necesitamos hablar.

Megan la miró con desconfianza.