𝐑𝐔𝐍, 𝐆𝐈𝐑𝐋────𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐀𝐙𝐄 𝐑𝐔𝐍𝐍𝐄𝐑

23 | DAD

--¿Qué es este lugar?--murmuró Minho observando el local al que habían entrado tras haberse escondido de las personas que salieron a buscarlos en la tormenta.

--Hay que irnos--dijo Thomas.

--¡Tom, espera!--lo llamó Megan--. ¿Qué fue lo que ocurrió?

El chico tomó aire antes de hablar.

--Es CRUEL. CRUEL nos engañó, jamás escapamos. Vimos algunos cuerpos. Demasiados.

--¿Cadáveres?--preguntó Minho con miedo.

--No, pero no estaban vivos. Estaban... colgados, conectados a tubos, los estaban drenando--explicó con un ligero temblor en su voz--. CRUEL quiere algo que tenemos dentro, tal vez en la sangre. Tenemos que alejarnos de aquí.

--De acuerdo--habló Newt, entendiendo a Thomas--. ¿Cuál es el plan?

Thomas sacudió la cabeza. Solamente había pensado en cómo sacar a sus amigos de allí.

--Tienes un plan, ¿cierto?

--No lo sé...

--Te seguimos hasta aquí y ¿dices que no tienes idea de a dónde ir ni qué hacer?--soltó Newt alterado, pasando su mano por su cara con frustración.

--Esperen--intervino Aris--. Janson dijo algo sobre personas ocultas en las montañas. Como un ejército.

--El Brazo Derecho. Si realmente están contra CRUEL, pueden ayudarnos--propuso Thomas.

--¿Personas en las montañas? ¿Montañeses? ¿Ese es tu plan, Thomas?--Megan observó la mirada herida que le daba el chico al rubio.

--Desde ahora lo será. Cualquier lugar es mucho mejor que estar con ellos, ¿o tú quieres volver, Newt? ¿Para que te cuelguen?--intervino Megan, enojada. Newt se quedó callado y, tras unos segundos, asintió.

--Bien.

--Ey, miren esto--habló Winston. Cuando voltearon el chico se encontraba de rodillas en el piso, observando algo--. Alumbra, Minho.

Se pudieron ver huellas en el suelo.

--Alguien estuvo aquí.

Se adentraron más al lugar, por si lograban encontrar alguna cosa que les sirviera.

--Tomen todo lo que crean necesitar. Hay que separarnos para ver qué más hay. Nos encontraremos aquí de nuevo--dijo Thomas mientras se colocaba una chaqueta. Tomó la mano de Megan y salieron de allí.

--¿Crees que de verdad nos ayuden? ¿Qué pasa si CRUEL logra encontrarnos?

--Es nuestra única opción. Como dijiste: esto es mejor que estar con ellos. La verdad, solo había pensado en cómo salir de allí.

--Como siempre, salvándonos--le sonrió mientras dejaba un casto beso en sus labios y entrelazó sus manos--.Mi héroe--bromeó.

Thomas agarró su cintura y la levantó, para sentarla sobre una mesa. Acomodó uno de sus mechones detrás de su oreja.

--Tom, tengo que decirte algo.

--Dime--pasó su mano por su cuello, acariciándolo con demasiada delicadeza, como si fuera una muñeca de porcelana.

--Cuando llegaste por nosotras... Me estaban devolviendo recuerdos--se calló un momento para ver la expresión de Thomas: estaba totalmente confundido--. Quiero decir, no todos. Solamente recuerdo un poco de cuando era niña.

--¿Qué recuerdas?

--Recuerdo a mi papá--murmuró con un dejo de tristeza--. Era muy bueno. Siempre me cuidó. Luego de que mi madre se enfermó no quería dejarme sola, siempre estaba allí para cuidarme. Cuando se enfermó quiso resistir un poco más por mi, recuerdo que se levantaba como siempre y fingía una sonrisa mientras preparaba mi desayuno. Siempre se mantuvo fuerte frente a mi, pero el virus empezó a consumirlo. Un día me llevó a dar un paseo, me dijo cuánto me amaba y que quería lo mejor para mi y yo no entendía nada, no sabía por qué sonaba como si se estuviera despidiendo, pero cuando volvimos a casa, me dejó sentada frente al televisor y subió a encerrarse en su habitación. Pasaban los días y solo podía escuchar sus gritos incoherentes.

Tomó aire y soltó un suspiro tembloroso, evitando que se le quebrara la voz.

--Lo último que escuché que vino de allí fue un disparo. Entonces abrí la puerta y lo vi allí tirado. Su habitación estaba llena de arañazos en las paredes y el suelo, y él estaba echado en un charco de sangre. Y recuerdo que tenía una carta en la mano, era para mi, se estaba disculpando por no haberse mantenido sano para cuidarme.

Cerró los ojos unos segundos, sintiendo como Thomas limpiaba sus lágrimas.

--No quiero que nadie más muera, Tom--parecía casi una súplica, que le rompió el corazón al chico.

--Eso no va a pasar. Yo te voy a cuidar--le prometió.

Megan acercó más su cara pero las luces encendiéndose los asustaron.

La chica escuchó unos pasos delante suyo, cuando asomó su cabeza sobre el hombro de Thomas pudo ver una persona corriendo hacia ellos.

--¡Tom, cuidado!--lo empujó hacia un lado, para luego ser derribada por la persona.

La tenía encima suyo y estaba forcejeando mientras miraba aterrorizada cómo abría su boca y la acercaba a su brazo. Cerró sus ojos por unos segundos mientras esperaba sentir el ataque, pero unos segundos después la persona se encontraba en el piso.

Thomas rápidamente la levantó y la arrastró mientras ella volvía a correr. Se dirigieron rápidamente al punto de encuentro mientras más personas se unían para atraparlos, cuando pudieron divisar a sus amigos, empezaron a gritar.

--¡Muévanse! ¡Corran!

Cuando sus amigos lograron ver a las personas tras ellos empezaron a correr, pasándoles un par de mochilas con cosas útiles que habían encontrado.

Corrieron hasta ver unas escaleras, por donde Megan empezó a subir pero un hombre lanzándose hacia ella la detuvo. Rápidamente se hizo a un lado, logrando que el hombre cayera encima de otro que se arrastraba para alcanzar la pierna de Thomas.

Todos subieron y siguieron corriendo, pero el ruido de un vidrio rompiéndose y alguien cayendo tras ellos los hizo voltear, Newt se encontraba en el suelo con un hombre encima, intentando alcanzar su cara para morderla. Megan rápidamente corrió hacia ellos y apartó al hombre con una patada, haciendo que este cayera mientras rompía otro vidrio.

--Gracias, Meg--dijo Newt mientras se levantaba agitado y continuaba corriendo.

La horda detrás de ellos se iba haciendo más grande, hasta que llegaron a una puerta de salida, todos pasaron pero Winston fue atrapado por algunos de ellos. Sus amigos intentaron ayudarlo mientras jalaban sus brazos pero las personas arañaban su estómago y le arrancaban la piel.

--¡Llévenselo!--gritó Thomas mientras se apoyaba en la puerta junto a Minho para poder darles un poco de ventaja.

Megan los guió por una montaña de tierra, hasta llegar bajo un pedazo de cemento que había caído, donde se ocultaron.

Cuando todos estuvieron allí apagaron sus linternas y se quedaron en silencio, escuchando como las personas gemían y gritaban encima de ellos, buscándolos.