Desde que nacemos, llevamos la cuenta regresiva hacia el momento en que conoceremos a nuestra alma gemela. Un reloj en nuestra muñeca hace tic tac hasta ese instante que cambiará nuestras vidas para siempre. ¿Pero qué pasa cuando ese momento llega d...
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Rhodey me miró como si me hubiera crecido otra cabeza.
-¿Tu alma gemela? ¿Hablas en serio?
Asentí con gravedad.
-Totalmente en serio. Nuestros relojes se detuvieron al mismo tiempo cuando nos enfrentamos. Es mi alma gemela predestinada sin lugar a dudas.
Rhodey se pasó una mano por el rostro, claramente desconcertado.
-Vaya... eso sí que es difícil de procesar. Osea que el tipo que te dejó al borde de la muerte resulta ser tu "media naranja" o lo que sea...
-Sí, irónico, ¿no? -mascullé con amargura-. Debería odiarlo por casi matarme, pero hay algo en él que no me permite hacerlo. Cuando estábamos a solas, mostró su lado humano. Pude ver al hombre detrás de esa fachada asesina.
Rhodey meneó la cabeza, incrédulo.
-Definitivamente tiene que haber una explicación razonable para todo esto. Las almas gemelas no pueden ser enemigos mortales predestinados por el universo o algo así... Algo tiene que estar mal.
Negué suavemente. Sabía que sonaba una locura, pero nunca había estado más seguro de algo en toda mi vida.
-Nada estaba mal. Lo que sentí cuando estuvimos juntos no se parecía a nada que haya experimentado antes. Fue como si dos partes de un todo volvieran a unirse. Sé que suena demente, pero necesito encontrarlo de nuevo, Rhodey. Necesito respuestas.
Mi amigo posó una mano en mi hombro, mirándome con seriedad.
-Escucha, te creo. Si dices que este sujeto es tu alma gemela aunque intentó matarte, debe haber una buena razón. Pero debes tener cuidado, Tony. No puedes confiar en él solo porque sea tu "predestinado" o lo que sea. Primero tenemos que averiguar quién es y qué lo motivó a hacerte daño antes de acercarte de nuevo.
Asentí con reticencia. Odiaba tener que ser precavido cuando cada fibra de mi ser ansiaba estar cerca de ese hombre misterioso otra vez.
-Tienes razón, es arriesgado precipitarse sin saber a qué me enfrento. Pero no pienso quedarme aquí de brazos cruzados, Rhodey. Voy a encontrarlo, con o sin ayuda.
Mi amigo sonrió con afecto.
-Ni pensaba sugerir que te quedaras al margen. Te ayudaré en todo lo que pueda, ya lo sabes. Solo prométeme que no correrás riesgos estúpidos antes de tener un plan, ¿de acuerdo?
Le estreché la mano buena con una sonrisa de gratitud.
-Palabra de Boy Scout. Ahora ayúdame a salir de aquí antes de que me vuelva loco.
Tras convencer a los médicos de darme el alta temprano, pasé el resto del día encerrado en mi taller poniéndome al día sobre todo lo que me había perdido mientras estaba desaparecido. Mis dedos volaban sobre las pantallas holográficas, buscando frenéticamente cualquier dato sobre el Soldado de Invierno sin éxito. Era como si se hubiera esfumado de la faz de la tierra después de dejarme en esa cabaña.
