Un Reino de Llamas y Placer

15

Capitulo 15. 

Merlín

Sostengo mi maleta con fuerza, siento el latido de mi corazón palpitar contra mis tímpanos y mis emociones son un remolino. Quiero saltar de felicidad cuando tiro de Ryder hacia el portal, pero también quiero llorar debido a las emociones encontradas, en su mayoría de tristeza. El tiempo dentro del portal es corto, pero lo siento como una eternidad deseosa por ver la entrada de la Reserva y su abundante vegetación alrededor o cubriendo las casas en el lugar.

Cuando el portal nos deja frente a la entrada, mi estómago da un vuelco y mis ojos quieren dejar salir las lágrimas. Estamos aquí, frente al lugar donde mis padres están obligados casi por una eternidad a vivir, a trabajar bajo las órdenes de Metatron y las heridas tardan meses en sanar.

Miro la línea casi invisible que se encuentra frente a la entrada, puedo sentir la ligera magia emanar de ella y tiro de Ryder para que también la vea.

—Esto es lo que les impide ser libres.

—Esto es una mierda.

Asiento de acuerdo girando a mirar su enorme maleta repleta de armas. Él realmente se rehusó a dejarla en el palacio cuando no vamos a durar más de tres días aquí.

—¿Qué haces si no te dejan meter tu bolsita? —le pregunto dando una mirada rápida al cielo.

Ryder sonríe de una manera en que me hace pensar que promete sangre si no lo dejan meter sus cosas.

—Entonces no vas a querer saberlo.

—Mientras eso no perjudique mi entrada. —le digo distinguiendo las figuras de mis dos hermanos en el cielo.

Dos, no tres. ¿Dónde se metió ese pelirrojo teñido? Me cruzo de brazos cuando Aarik cae con elegancia en frente de ambos, sus alas blancas se guardan y acomoda la mochila que cuelga de su hombro, a su lado cae Ciprián y Lys salta fuera de su agarre arrugando la nariz cuando trata de cepillar su cabello con sus dedos.

—¿Dónde está Akila? —les pregunto y Aarik eleva una ceja indignado en mi dirección.

—¿No le pusiste un rastreador hace tres años atrás?

—Su versión de este año la encontró y se la quitó. —gruño entre dientes recordando cuando el Akila del futuro, pero ahora del presente fue a buscarme hasta mi habitación para reírse a carcajadas porque encontró el rastreador.

—Entonces, ¿no vendrá? —la nota de tristeza en mi voz es imposible de ocultar.

—Aiden dijo que dejó una nota diciendo que tenía un problema con la línea temporal. —responde Ciprián caminando hacia la entrada, la mochila rosa en su espalda desentona con la suya negra.

Ryder me lanza una mirada extraña.

— ¿De verdad le pusiste un rastreador a tu hermano? Diosas, y yo soy el controlador. —se burla.

—Se lo puse porque hubo una temporada donde no dormía ni comía por estar metido en su trabajo. Así que mantenía su ubicación bajo mi control para obligarlo comer o detener el tiempo para que durmiera. —le explico viendo las espaldas de mis hermanos que avanzan hacia la entrada.

—Rara.

—¿Qué? —lo miro con ambas cejas elevadas— Tú le pusiste uno a Undine. —le recuerdo guiándolo hacia la entrada donde los chicos ya han pasado la barrera de seguridad.

—Undine es un desastre andante mujer. —gruñe Ryder.

—Akila lo fue —le digo y señalo con mi mentón a Ciprián—, su rastreador es Lys.